Capítulo 13

Mi primer y único amor un amor prohibido 💕 

Capítulo 13 

—Luis: Yo le conté que estaba con alguien y que la amaba, para que me deje tranquilo.

—Diana: Por lo visto esa bruja no nos dejará en paz.


No quise pensar más en eso, decidí dejar el tema así, seguimos platicando una hora más, pero en cada tema Luis sacaba a  relucir a esa mujer, terminaba diciendo Milena era así o a Milena no le gustaba eso, la verdad me estaba molestando mucho la situación, por eso le dije que estaba cansada y le colgué.

 En ocasiones pienso que él aún no la olvida,  en cualquier conversación él siempre terminaba mencionándola, incluso cuando venía a la casa siempre la mencionaba, aunque fuese para hablar mal, yo lo quiero mucho, estoy enamorada no quiero que me lastimé. Yo quería tener un noviazgo normal y tranquilo como las demás parejas de mi edad pero al parecer eso era imposible, todo lo que me faltaba por soportar y creo que empezaba arrepentirme de esta relación, todos los días recibía un mensaje de esa bruja insultándome diciéndome palabras soeces, esa mujer era demasiado vulgar y grosera, tenía vocabulario de gamín, hasta que un día no aguante más y le respondí los mensajes, al parecer ella cree que me acosté con él porque siempre hace énfasis en lo mismo   me dice “perra quita maridos ” me llama zorra por revolcarme con su hombre según ella, estaba tan enojada que le respondí el mensaje algo que decía así.

Mensaje 💬  

—Diana: más puta y perra eres tú, si estás muy desocupada ve y busca trabajo en la Pilsen—así se llama el burdel del pueblo—,que necesitan personal, busque oficio. 

Imagino la cara de esa estúpida, ella me insulta pero yo no me quedaré callada, seguí trabajando con mis primas quienes me decían que no me dejara, bueno juliana porque Ana es más pacifica, creo que Juliana y yo somos  mas peleoneras, a los 5 minutos de haberle mandando ese mensaje a ella, que  por cierto no respondió sonó mi celular.

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—Luis: ¿¡DIANA QUE ES LO QUE TE PASA!?— me gritó.

Me quedé helada, no entendía porque me hablaba de esa manera, en ese tono tan brusco, la sangre me corría por las venas, por algo decían que tenía un carácter muy fuerte no pensaba quedarme callada.

—Diana: ¿Què te pasa?  ¡quien  demonios  te crees, para  hablarme así—le respondí de igual manera.


—Luis: Me acabo de llamar Milena llorando— lo interrumpí con una risa sarcástica.

—Diana: Tenia que ser tu Milena—lo dije molesta. 

—Luis: No digas tonterías—respondió molesto.

—Diana: Me llamas gritándome todo por esa, ¿Qué quieres que piense?—Ana y Juliana me miraban tratando de entender, soy de las que cuando están enojada lloran, en ese momento hasta me temblaban las manos, Ana me tomo de la mano y Juliana me abrazó.  

—Luis: Tienes razón, y te pido una disculpa, no fue la manera, me dejé llenar de coraje, al saber que te metiste con mi hija, ella no tiene la culpa.  

—Diana: ¡Què!—grité, esto es el colmo, quien sabe que le inventó la bruja esa.

—Luis: Milena me llamó llorando muy ofendida, porque tú le enviaste un mensaje diciéndole puta, que buscara trabajo en el burdel y aparte le escribiste que la niña es una puta como ella ¡Diana te pasaste!   

—Diana: ¡Esto es el colmo!—inhale para controlar el enojo y las lágrimas—,te lo sostengo delante de esa bruja, cuando quieras  te muestro el mensaje que le mandé, sí, le dije que buscara trabajo en la Pilsen, si estaba muy desocupada porque no deja de mandarme mensajes todos los días insultándome, pero jamás mencioné a tu hija—le grité—,en el tiempo que llevamos al parecer no me conoces—le colgué.


Solté un grito y lloré, me senté en medio de los palos de café, mis primas trataban de calmarme.

—Juliana: ¡Nana que pasó!   

—Ana: Te dará algo, cálmate.

Mi celular no dejaba de sonar era él, estaba muy enojada aparte de eso soy muy orgullosa, en ese momento no quería hablar con él, por eso apagué el teléfono, les platique todo lo que pasó, lo que me tenía tan dolía es que a pesar de conocer los alcances de esa mujer, él prefirió creerle a ella que preguntarme a mi.  

—Ana: ¡No responderás!  

—Juliana: Ni loca respondas, se merece sufrir por estúpido, como se le ocurre pensar eso de ti.

—Ana: No me parece, lo mejor es que hablen para que puedan solucionar las cosas. 

—Juliana: ¡No!   Que sufra por estúpido.

Hablar con ellas es como tener un ángel bueno y otro  malo, una razonable la otra no tanto, no hablare con él, que sufra por idiota, no me importa si me dicen inmadura, seguimos trabajando pero hoy por ser viernes Ana y yo solo lo hacemos hasta el medio día, todas las tardes nos vamos a casa de María para poder estudiar el sábado, bajé a mi casa mientras me organizaba llegó un amigo de mi papá que es carnicero, quería ver unas reses de ganado que mi papá estaba vendiendo, el hecho es que el carnicero no estaba solo lo acompañaba un chico guapísimo, alto cabello negro ojos del mismo color, unos labios carnosos y tan rosados, digamos de unos 20 años yo estaba solo con Juliana mi madre estaba en casa de mi tía y Saúl bajó a ensillar los caballos para llevar al carnicero hasta los potreros, desde que llegó ese chico no deja de coquetearme, Saúl se acercó traía su celular en la mano, me susurro al oído 

—Saúl: ¡Nana!—me entregó su celular—, necesitan hablar contigo.

—Diana: No quiero hablar con nadie—rechacé el celular—,estoy muy ocupada. 

—Saúl: No seas mala prima, ese pobre hombre está que se enloquece—pasó la mano por su cabello.  

—Diana: No me importa—fruncí el ceño— conmigo no se juega, a mi nadie me grita—lo dije molesta, sabía que Luis estaba en llamada, esperando que yo contestara,  Saúl aún no colgaba—que sufra se lo merece. 

—Saúl: En serio no te importa, no te imaginas lo mal que está, lo tienes sufriendo. 

—Diana: No me importa—me encojo de hombros.  

—Saúl: Bueno hermano creo que escuchaste,  esa mujer esta furiosa no quiere hablar contigo, ni modo—tomo su celular le habló delante de mi luego le colgó—,prima siento pena por él, de verdad está mal, desesperado porque sabe que la cagó—acaricio mi mejilla—no sabe con quien se metió, una rubia muy enojona—sonrió. 

—Diana: Se lo advirtieron mucho y  al parecer no entendió—sonreí malvadamente.  

—Saúl: Eres mala prima, no quisiera estar en los zapatos de Luis—me abrazó—,habla con él, piénsalo, de verdad que está mal, recuerda los problemas que él a tenido.


Se me olvidó contarles a Luis le gusta el licor, cuando pasó todo lo de su ex mujer se refugio en el, tomaba hasta tres días seguidos, desde que esta conmigo no lo volvió hacer, de vez en cuando con sus amigos cuando salen a las fiestas que hacen en la vereda donde viven pero no al punto de llegar borracho, la verdad no me gustan los hombres que son unos borrachines, se la pasen tomando cada 8 días, no tiene nada malo de vez en cuando en una reunión familiar o fiesta pero no que lo tomen de costumbre, cuando conocí a Luis me contó que estaba muy perdido en el licor, también prometió que lo controlaría todo por mi, así lo acepté.