Mi Primer Y Único Amor, Un Amor Prohibido.

Capítulo 18

Mi primer y único amor un amor prohibido 💕 

Capítulo 18 

Seguimos bailando, cuando sentí que hundió su cabeza en mi cuello y dejó un pequeño beso húmedo en él, me quedé en shock, lo miré fijamente a los ojos tratando de entenderlo, él me sostenía la mirada me decía tantas cosas con ella, pensaba todo esto es producto de la borrachera, le susurré.

—Diana: ¡Estás borracho!  

—Santi: ¿Por qué?— dejó otro beso en mi cuello—, por esto.

Me quedé inmóvil sin saber que hacer, con la piel erizada y un montón de sentimientos en mi cabeza sin respuesta, regresé en silencio al lado de Luis, ¿porqué lo hizo? Sentirá lo mismo que yo siento por él, tenía una confusión tan grande, no lograba entender nada, porqué me pasan estas cosas a mi, Juliana lo sacó a bailar yo sentí que la sangre me hervía, la manera en la que ella lo mira, es una resbalosa, todos bailaban, Juliana no se le despegaba, yo sentía que los malditos celos me consumían.  


Seguía sentada al lado de mi novio, cuando se acercó nuevamente Santiago me tomó de las dos manos llevándome a bailar,  puso su mano en mi espalda pegándome a su cuerpo, hundió su cabeza en mi cuello dejando dos pequeños besos, logrando que me confunda aún más, pero sus ojos no mienten me dicen tantas cosas, siento una corriente por todo el cuerpo, las piernas me temblaban, él podía escuchar los latidos de mi corazón, porque estábamos demasiado cerca, hasta yo podía escuchar los latidos de su corazón, quise detener el tiempo en ese preciso momento, pero tenía muy claro que él nunca sería para mi, aunque es el único que puede hacerme sentir esto tan grande que siento, hice lo mismo que él, dejé un pequeño beso en su cuello, regresé con Luis, así pasaban las horas, Santiago y mi tío John eran los que animaban la fiesta entre charlas juegos y risas.  


Eran como las 2 de la mañana quise entrar a buscar algo en mi bolso me quedé inmóvil en la sala contemplando la escena, Santiago estaba acostado en una de las camas y Juliana estaba a su lado, lo tenía acorralado por decirlo así, le estaba acariciando los brazos y le decía.

—Juliana: Que lindas manos, todas velludas, ¡me encantan!—lo acarició—,aquí también es así— empezó a subirle la camiseta.

Al carajo todo, sentí como la sangre corría por mis venas hasta llegar a mis mejillas, me carcomía el alma los malditos celos, en ese momento me provocaba tomarla del cabello arrastrarla por resbalosa, eso me confirma que nunca lo olvidé que lo sigo amando con más intensidad que antes.  Trató de acariciarle el estómago a pesar que Santiago estaba muy tomado no se dejó, le retiró las manos ella empezó acariciarle las mejillas, no pude disimular los malditos celos al pasar por el frente los fulmine ambos con una mirada llena de enojo, busqué lo que tenía que buscar y escuché como la estúpida con esa sonrisa y le decía.


—Juliana: Esa mirada fue para ti, o para mi, viste como nos miró, ¿Qué le pasa?  


—Santi: No tengo idea. 


Salí nuevamente esta vez la mirada fue para él, me miró sorprendido  seguí mi camino estaba furiosa, no entiendo no pues que la cuidan mucho, entiendo mi tío está borracho pero mi tía no toma, le parece tierno porque Juliana esta con el primo, no sabía como disimular la rabia que tenía, estaba tan distraída que casi me llevo por delante el que estaba poniendo la música, mi primo Juan.  

—Diana: ¡Discúlpame!—acaricie su hombro. 


—Juan: Tranquila hermosa— acarició mi mejilla—,a ti te perdono lo que sea.

Justo en ese momento salió Santiago huyendo de alguien, ahora fue él quien fulminó a su hermano con la mirada, no pude evitarlo empecé a sonreír con Juan, podía ver en sus ojos la misma ira que sentía yo, eso quiere decir que esta celoso.  

—Diana: ¡Eso que fue!—lo dije por la manera en que Santiago lo miró.


—Juan: Mi hermanito no es normal—se encogió de hombros.

—Diana: ¿Por qué lo dices?  

—Juan: ¿Te interesa?—se quedó mirándome, Juan tiene una mirada muy fuerte, me puse nerviosa.

—Diana: Para nada—sonreí.

—Juan: Ese novio tuyo me cae mal, no te merece. 

—Diana: ¿En serio?—sonreí—,casualmente tú tampoco le simpatizaste.

—Juan: Ese no es el hombre para ti—me lo decía casi al oído por el volumen de la música. 

—Diana: Según tú, cual es el hombre para mi —lo dije en un tono muy coqueto, quería jugar, y molestar a Santiago que no dejaba de mirarnos, lo estaba logrando. 

—Juan: ¿Cual crees tú?— sonrió malvadamente.

—Diana: Soy un ángel—lo abracé—,no pienso cosas malas—sonreí.

—Juan: Un ángel demasiado hermoso.  


Solo sonreí le guiñe un ojo y regresé con Luis, no entiendo el comportamiento de Juan, creo que esta noche todos están locos, otra vez apareció el pegote de Juliana pensé que estaba dormida, lo abrazó por la espalda le dijo que quería dormir en su cama que la acompañara, estaba haciendo un esfuerzo muy grande para controlar los malditos celos, entré con Luis a la sala nos sentamos en un mueble, es el único lugar vacío porque todas las camas están ocupadas, desde el mueble puedo ver hacia la cama de Santiago donde él está con esa resbalosa, sentí tanto enojo que besé a Luis tratando de sacar él enojo que sentía, lo besaba con tanta rabia pero el pensaba que era pasión, me correspondió con deseo sentí sus manos dentro de mi blusa, sentí como acaricio mi vientre, reaccione lo alejé, le dije que no era el lugar, yo tenía mucho sueño le dije que nos recostáramos a un lado de la cama, ya que ahí había otra persona, puse la cabeza en su pecho me acobijé con mi chaqueta.

 


Luis se durmió, yo cerré los ojos pero no podía dormir escuchaba todo lo que pasaba a mi alrededor, empezando por las risas de la estúpida de Juliana, deseo que Santiago no caiga en las garras de Juliana, pero conociendo sus alcances estoy segura que lo hará caer.  


Eran como las 6 de la mañana, cuando escuche que Santiago y mi madre platicando en el mueble que estaba al lado de nosotros, permanecía con los ojos cerrados como si estuviese dormida.

—Santi: Que sueño tan profundo el de la prima.


—Mamá: Están profundos, se quedó dormida en los brazos del novio, no me gusta,  que pensaran de ella, lo mejor será despertarla. 


—Santi: Tienes razón tía, si quieres yo la despierto.


—Mamá: Si hijo, no está bien visto que duerma en la misma cama que el novio. 

Sentía ganas de reírme al escucharlo, sentí que tomó mi pierna me jaló con rabia, la misma rabia que yo sentía al verlo con Juliana, eso no es casualidad eso me confirma muchas cosas, quiero respuestas las necesito, me senté como adormecida. 


—Santi: Buenos dias dormilona.


—Diana: ¿Por qué me despiertas? Si estaba tan cómoda.

—Santi: Me imagino—frunció el ceño.

—Diana: Pensé que aún dormías con Juliana, como estaban tan pegados anoche, creo que estabas cuidándole el sueño—eso sonó como reclamo.  

—Santi: ¿Es un reclamo o una pregunta?— me miró a los ojos. 


Me encogí de hombros mientras recogía mi cabello en una cola alta, me levanté y salí,  caminé hasta la esquina del corredor el tras de mi. 


—Diana: Es una afirmación, ¡por qué te reclamaría!  

Levanté la mirada vi que Amanda nos observaba, no dejaba de mirarnos, Santiago empezó a ponerse incomodo.

—Santi: ¡ Y esas miradas de anoche que!  


—Diana: Normal.


—Santi: No pudiste  encontrar algo mejor— me miró directo a los ojos.


—Diana: ¿De que hablas?  


—Santi: De ese novio tan feo que te conseguiste— lo dijo muy serio, parecía molesto—,me cae mal, no te conviene.


—Diana: ¿Por qué te cae mal? — me le acerqué con una sonrisa sin dejar de mirar sus ojos bellos, noté lo nervioso que se puso.


—Santi: Está muy feo para ti, eres mucha mujer para él.


—Diana: ¿Que hombre es el indicado para mi?  


Lo miré directo a los ojos, esos ojos que dicen tantas cosas, le sonreía él me seguía mirando estaba apunto de responder cuando Amanda lo llamó, creo ella sospecha algo porque cuando nos ve hablar solos se queda mirándonos, será tan obvio, tengo que disimular más, tenía tantas dudas, porque reaccionará de esa manera necesito saber, Luis se levantó salió al patio con su hermano y Saúl, tomé mi bolso entré al baño y me duché, me puse una blusa negra unos jeans del mismo color, me maquille y solté mi cabello, cuando salí del baño ya Juliana estaba pegada como chicle a Santiago.  


Entré, dejé el bolso en la sala, cuando Juan me llamó, él estaba en su habitación.

—Juan: ¡Què negro! Qué hermosa. 


—Diana: ¡Gracias!  Es mi color favorito—me senté en su cama.


—Juan: Un ángel que ama el color negro, interesante—sonrió.


—Diana: El negro y rojo, amo esos colores. 


—Juan: Mi color favorito son tus ojos— clavó sus ojos en mi, su mirada me ponía nerviosa.


—Diana: No te da miedo que te escuchen— sonreí, a que estaba jugando Juan, o no es un juego.


—Juan: No le tengo miedo a nada—se inclinó frente a mi—,por ti me arriesgaría a todo— lo dijo muy seguro. 


—Diana: Que arriesgado— lo dije en susurro, yo quería molestar a Santi, pero esto se está saliendo de las manos. 

—Juan: Tengo algo para ti— saco un cuaderno —,aquí escribo poemas algunos versos y reflexiones, escribí algunas para ti, quiero que los leas— me entregó el cuaderno, yo lo recibí —,algunos poemas son de amor ignóralos, a veces me gusta escribir, pero lo demás si es para ti.


—Diana: Muchas gracias, que lindo—revisé el cuaderno habían muchas cosas escritas—, ¿cuando te lo devuelvo?  


—Juan: No te preocupes—,se sentó a mi lado —,en estos días tengo planeado ir, yo iré por el.


Nos quedamos platicando, Luis me observaba de vez en cuando por la ventana fulminándome con la mirada, Juan me dijo que si podía meter mi número en elegido para hablarme todos los dias, le dije que si, no le veía problema.  


Narra Santiago… 💕 


Juliana parece un chicle, no se me despega, que niña tan sofocante e intensa,  miré a mi alrededor no veo a Diana por ningún lado, el moscorrofio que tiene de novio está hablando con Saúl, mi hermano tampoco está, entré a la sala escuche unas risas inconfundiblemente son de ella, esa voz tan dulce y su sonrisa tan contagiosa, caminé sentí como la sangre recorría mis venas me quedé inmóvil en el marco de la puerta, mi querido hermano estaba sentado junto a ella acariciando su cabello, ella tenía el cuaderno de él, tengo entendido que en ese cuaderno tiene unas dedicatorias de amor, al parecer le prestó el cuaderno y le dedicó algunas cosas, no entiendo cuales son sus intensiones con ella, desde cuando el interés, se que ella le gusta, lo sé por la manera en que la mira, sentí tanta rabia que decidí devolverme.  


Narra Diana….. 💕 


Sentí un ruido, era Santi que venía entrando pero al vernos se devolvió como molesto, la verdad no lo entiendo, Juan me dejó sola en la habitación me dijo que no se demoraba, me levanté mirando la habitación cuando sentí que alguien entró y se sentó en la cama, gire mi cabeza era Santi, parecía molesto o celoso.


—Santi: Mucha risita con mi hermano, ¿te estaba haciendo cosquillas?  


—Diana: ¿Es una pregunta o un reclamo?— mordí mi labio inferior como algo involuntario.


—Santí: ¡Es un reclamo!  

Hizo algo que me dejó en shock, con unas dudas muy grandes, con ganas de tener respuestas, estaba molesto era obvio, quise salirme de la habitación cuando me tomó de la mano me sentó en sus piernas, casi se me sale el corazón, sentí esa descarga eléctrica en todo el cuerpo.

—Santi: ¿Te iras?—sentí su aliento caliente en mi rostro. 


—Diana: ¡Estás borracho!— susurré en un hilo de voz, me levanté de sus piernas él me sentó nuevamente con fuerza, me rodeo con sus brazos.  


—Santi: No estoy borracho— me miró a los ojos—,se perfectamente lo que hago,¿ tanto te molesta estar cerca de mi?  

—Diana: Claro que no—estaba a punto de desmayarme, estaba demasiado cerca de él.


De la nada empezó hacerme cosquillas, me aferré de su cuello quedando tan cerca que podía sentir su aliento en mis labios,  lo miré a los ojos, sentí un fuego que me consumía lentamente, me levanté él me sostenía de la mano, mirándome con una dulzura o era amor, ya ni sabía que pensar, tenía la cabeza llena de confusiones.


—Santi: ¿ Porqué eres tan hermosa? — susurró, se levantó acaricio mi mejilla.


—Diana: Quieres volverme loca, ¡ verdad!— susurré con la voz temblorosa. 
 




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