Mi primer y único amor, un amor prohibido 💕
Capitulo 22
Este nuevo año llegó con cambios drásticos para todos, pero nosotros ni imaginábamos lo que nos esperaba, todos los días hablo con Santi por mensajes o llamadas, como lo prometió Luis a los 8 días subió, el sábado en la tarde para amanecer, me organicé, dejé mi cabello suelto, no me maquille, salí a recibirlo, platico con mi papá unos minutos mientras yo le ayudaba a mi mamá a preparar la comida, en ese momento me llegó un mensaje, le dije a mi mamá que era Juliana.
Mensaje 💬
— Santi: No quiero ser tu número uno, quiero ser el único, tienes mi corazón, mis pensamientos, cada uno de mis besos desde hace años, quisiera estar en el lugar de ese imbécil, luego hablamos mi chatica, te extrañare mucho.
— Diana: Te amo, sabes que mi corazón mis pensamientos son tuyos, daría cualquier cosa por tenerte aquí, mañana hablamos.
Obviamente no puedo hablar con el porque Luis está conmigo, pero cada que pueda le mandaré mensajes, estaba en los corrales de los cerdos Luis me estaba ayudando a cuidarlos, cuando sentí sus brazos rodearme, se apoderó de mis labios con pasión y lujuria, correspondí sus besos pero cada vez era mas intensos, sentí que bajó su mano por mi espalda, en ese momento me alejé.
— Luis: ¿Qué pasa amor? — sostenía mi mano.
— Diana: Alguien puede vernos — puse mi cabeza en su pecho, lo abracé.
— Luis: Me muero por ti — deslizó su nariz sobre mi cabello — te deseo, quiero estar contigo — tomos mi rostro en sus manos, haciendo que lo mirara directo a los ojos — debemos buscar la manera de estar juntos.
— Diana: ¿ Escaparnos? — me giré, dándole la espalda.
— Luis: Buscar un lugar donde podamos estar juntos y solos, en pocas palabras quiero hacerte mía, te quiero hacer el amor.
Esas palabras me dejaron fría, empecé a caminar el tras de mi, sentía mis mejillas ruborizadas, no sabia que decirle.
— Diana: La verdad no estoy preparada para eso — sentí que me abrazó por la espalda hundiendo su nariz en mi cuello.
— Luis: Yo entiendo que tu eres una niña con valores intachables, pero eso no cambiará la imagen que tengo de ti, es normal que los novios tengan intimidad.
— Diana: Yo quiero estar segura de dar ese paso — lo miré directo a los ojos — no quiere decir que con el primero que esté me tengo que casar, tengo entendido que los tiempos han cambiado, pero todavía no estoy lista, espero me comprendas y me des mi tiempo.
— Luis: ¡Amor! Sabes que me muero por ser el primer hombre en tu vida, por hacerte mujer en mis brazos, no tengas miedo, yo se como tratarte.
— Diana: Yo se que tu sabrás como tratarme, solo te pido tiempo.
Caminamos en silencio hasta llegar a mi casa, no entiendo porqué su insistencia, al parecer es lo único que quiere de mi, o lo único que le importa, no todo es sexo pero para el es muy importante, no volvió a mencionar el tema, cuando trataba de mencionarlo yo lo evadía, evitaba sus besos posesivos y apasionados.
Los días pasaban con total normalidad, el 20 de Enero ingresamos a clases nuevamente, estaba laborando en el campo cuando sonó mi celular, era mi primo Juan.
— Juan: ¡Cómo está mi prima favorita!
— Diana: Muy bien y tu.
— Juan: Feliz de escucharte, ya tengo fecha para ir por mi cuaderno ¿ ya lo leíste?
— Diana: Si, estaban muy bonitas las dedicatorias.
— Juan: Iré con papá al cumpleaños de Yesenia, aprovecharé me quedaré una semana de vacaciones, lo mejor será poder verte mi ángel.
— Diana: ¡Que bien! Me da mucho gusto verte.
— Juan: Es difícil no extrañarte hermosa, sabes que te quiero mucho.
— Diana: También te quiero mucho — solté todo el aire acumulado.
— Juan: Hablamos de cariños muy diferentes, yo te quiero de una manera que no se puede.
— Diana: ¿Cómo a tu prima favorita? — lo que dijo me dejó fría, sin palabras.
— Juan: Te quiero como la mujer hermosa que eres, tengo muy claro que este cariño está prohibido, pero como decirle al corazón que no sienta, es imposible, uno no elige a quien querer.
— Diana: Me dejas sin palabras ¿ en que momento pasó? — esto no le gustará a Santi, pensé.
— Juan: Para enamorarse de ti no se necesita mucho, quien no se enamora de una niña tan hermosa, con una sonrisa angelical, una voz tan dulce, esa manera única de ser, una mezcla perfecta de ángel y maldad, a cualquiera le robas el corazón, tengo claro que eres como la luna, las estrellas o el sol inalcanzable, seguirás siendo mi prima favorita.
Su confesión me dejó en shock, en que momento pasó todo esto, ahora resulta que los dos hermanos están enamorados de mi, porqué la vida es así, no supe que decirle, al menos el tiene claro que entre nosotros no puede pasar nada, obviamente no le dije que estoy enamorada de su hermano, el sabe que tengo una relación con otra persona, me dijo que quiere verme feliz, con eso se conforma, cuando le cambie el tema preguntando por toda la familia pregunté por Santi, me dijo que el estaba en sus cosas, que el era un poco extraño, que hasta gay parece. Ese mismo día hablé con Santi pero no le conté la confesión de su hermano lo que menos quiero es generar polémicas entre ellos, menos por mi, Santi también me confirmó que vendrá al cumpleaños de Yesenia, no está muy feliz pues sabe que Juan se quedará unos días, no saben la felicidad que sentí, al menos podré verlo otra vez.
Yesenia tiene una hermana mayor, Raquel tiene 20 años ella tiene dos niños y vive con el papá de los niños, tiene pareja, hace poco se mudó al corregimiento donde yo estudio, el echo es que he notado comportamientos extraños de parte de ella con Saúl, incluso Saúl le presentó a mi novio y mi cuñado, se llevan muy bien, ella tiene un don con los hombres por decirlo así, según tiene problemas con el esposo están por separarse, la verdad algo en ella no me gusta, ella tiene mucho mundo es una loca, que nos aconseja para mal, tristemente otra mala influencia para Juliana, al fin también somos primas, el echo es que el fin de semana que salí a comprar algunas cosas que me hacían falta para el colegio, me encontré con Saúl y Juliana ellos quedaron de acompañarme subirían a la finca ya qué mis tíos trabajaran esta semana allá, subiremos caminando hasta mi casa, el echo es que ella también subirá con nosotros según para visitar a mi tía luz ( la mamá de ella) salimos todos juntos del pueblo ella es un poco confianzuda con Saúl, Raquel tiene muy mala reputación, dicen que le gusta estar con uno y otro, ella dice que solo son chismes de la suegra que no la quiere, conozco perfectamente a Saúl y se que la manera en la que la mira no es normal, sus ojos tienen un brillo especial, seguimos caminando, Juliana y yo nos adelantamos y ellos se quedaron atrás solo escuchábamos sus risas, de un momento a otro no los volvimos a ver, nos quedamos sentadas como media hora esperándolos no podíamos llegar a casa sin ellos.
— Juliana: ¿Donde demonios se quedaron? — se cruzó de brazos.
— Diana: No tengo idea — mantenía la mirada en el camino esperando que aparecieran.
— Juliana: Esos dos se entraron al cafetal.
— Diana: ¡No creo!
— Juliana: No somos tontas Diana — arqueo una ceja — tu también piensas lo mismo que yo, de un momento a otro se desaparecieron, esos dos tienen enredos.
— Diana: Tienes razón, algo pasa entre ellos, mira la hora que es, llegaremos tarde, te juro que no me voy porque se trata de Saúl.
— Juliana: Mi hermano es la embarrada — pasó las manos por su cabello —nos regañaran a todos, que explicación daremos, me quedo esperando porque es mi hermano, el siempre me alcahuetea muchas cosas.
Decidimos continuar despacio, para darles tiempo de que nos alcanzaran, empezaba a oscurecer y ellos por ningún lado, mi mamá ya me estaba marcando no sabía que inventar.
— Juliana: Saúl es el colmo, por su culpa nos ganaremos un buen sermón, bien poco que me dejan salir, justo hoy que me dejaron salir con ustedes y llegamos tarde.
— Diana: Tranquila — pase mi mano por encima de su hombro, mientras caminábamos — algo inventaremos.
— Juliana: Cambiando de tema, tengo algo que contarte, tengo nuevo novio, bueno aún no lo somos, pero falta poco, vive en la primavera.
— Diana: Tu no cambias.
— Juliana: Los mejor de todo el será el dueño de mi primera vez — sonrió malvadamente.
— Diana: ¡Estás loca! — abrí mis ojos como platos — Juliana apenas tienes 13 años.
— Juliana: Tu tienes 17 y aún eres virgen, te dejarás ganar de mi — sonrió.
— Diana: No es una apuesta, es algo muy serio, la experiencia de tu primer vez quedará en tu vida siempre.
— Juliana: Ana y tu pretenden llegar virgen al matrimonio, tenemos que disfrutar la vida, lo prohibido es lo mejor.
Ella no cambiará, al parecer ya tiene el candidato para su primera vez, trato de aconsejarla, aún es una niña, pero ella siempre se deja llevar por las malas influencias, seguimos caminado, estábamos a punto de llegar a casa de mi tía luz, cuando Saúl me marcó pidiéndome que los esperáramos, pasaron algunos minutos cuando llegaron ellos, Raquel traía el cabello todo lleno de rastrojo y la ropa desorganizada, entre estos dos las cosas llegaron muy lejos, los dos estaban muy maliciosos.
— Juliana: ¿Donde se quedaron? — frunció el seño.
— Diana: Es tardísimo, nos regañaran — puse los ojos en blanco.
— Raquel: Gracias por esperarnos, las quiero — nos abrazó.
— Saúl: Gracias mis hermosas — dejó un beso en nuestra frente —solo nos quedamos hablando.
— Juliana: Creen que somos bobas — se cruzó de brazos.
— Saúl: No imagines cosas qué no son, Raquel está muy triste por la situación con su marido, bueno su ex, porque ya lo dejó, por eso subió a casa de la tía para hablar con ella quedarse allí.
No seguimos insistiendo con lo mismo, Raquel se quedará en casa de la mamá y luego se traerá los hijos los dejó con el papá y la suegra, ya imaginan el regaño que nos llevamos por culpa de ellos, a mi tía luz no le pareció que Raquel subiera con nosotros menos enterarse que dejó el marido y aparte los hijos, inventaron que fue mi culpa la tardanza porque me demoré comprando las cosas, lo mismo en casa de Saúl nos esperaba un sermón, y en mi casa ni se diga, gracias a Dios no fue tan grabe.
Cuando hablé con Santi le conté todo lo que pasó, me dijo que no le gustaba que sirviera de tapadera, tarde o temprano se descubren las cosas toda la culpa caerá sobre mi, los demás se lavaran las manos, tiene razón, pero son mis primos como mis hermanos, como decirles no. Esa misma semana estaba trabajando con Saúl, la oportunidad perfecta para hablar con el.
— Diana: Últimamente te amañas mucho en casa de la tía luz — cada que sube de la primavera entra a su casa, ellos aún no regresan a la vereda, suben a trabajar de vez en cuando.
— Saúl: Normal — bajó la mirada.
— Diana: Seré directa contigo, no vuelvan a inculparme de cosas que no hice — lo dije muy sería — ¿ que pasa entre Raquel y tu?
— Saúl: Disculpame prima no vuelve a pasar — respiro profundo — nada, no pasa nada, ese día solo hablamos.
— Diana: Mira Saúl te conozco perfectamente, cuando te quedas mirándola no lo haces como. cualquier primo miraría a su prima — yo mejor que nadie lo sabía.
— Saúl: ¡Ay prima! — pasó las manos por su cabeza, mientras respiró profundo — amo esa mujer — una lágrima rodó por su mejilla — me enamoré de mi prima, siento que es mi todo.
Esto parecía mentiras, que rayos le pasa a esta familia, porque nos fijamos en personas prohibidas, la situación de el era aún mas complicada, ella tiene un pasado y dos niños, aparte son primos, no lo juzgo, me duele y lo entiendo, solo lo abracé unas lágrimas rodaron por sus mejillas, no podía hablar.
— Saúl: ¿Por qué el amor es así? — Susurró.
— Diana: Creo que esa pregunta no tiene respuesta — deslizaba mis dedos por su cabello — no te juzgo, en el corazón no se manda, y uno no puede elegir a quien querer.
— Saúl: Gracias prima, por escucharme, por entenderme.
Quien mejor que yo para entenderlo, si estoy en la misma situación, obviamente el no lo sabia, me contó que si estuvieron juntos, que ahora siente que no puede estar sin ella, aunque tienen claro la situación, según Raquel ella por el enfrenta todo, pero nuestra familia jamás lo aceptaría, solo le dije que tuvieran cuidado, que controlaran ese sentimiento porque les podía traer graves problemas, me dijo que lo mantendrían en secreto. En estos días ha pasado de todo no entiendo que le pasa Ana la noto tan triste, Mauro este fin de semana no subió a visitarla como lo hacía siempre, algo en su mirada cambió, le pregunté solo me dijo que estaba enferma, por otro lado Juliana me llamó el fin de semana a presumir su gran azaña, como si fuese un juego o una apuesta, que ya no es virgen se acostó con el chico que le gusta, me contó todo con detalles, me dejó fría, no entiendo como pudo atreverse hacer algo como eso. La vida te trae sorpresas las que faltaban pero esta vez serian para mi.
Continuará…..
19/ mayo/ 2020
Autora: Patricia López
Medellín Colombia
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Editado: 15.08.2021