Mi Primer Y Único Amor, Un Amor Prohibido.

Capítulo 23

Mi primer y único amor un amor prohibido 💕 


Capítulo 23 

Ingresamos nuevamente a clases, el viernes bajamos como siempre amanecer a casa de María, desde hace días Ana está extraña, no sonríe como lo hacía ates, sus ojos están tristes, algo pasó entre ella y Juliana porque se evitan ya no se hablan como antes, no logro entender lo que pasa, no me aguanté le pregunté. 


—Diana: Te noto diferente ¿Qué te pasa?  El brillo de tus ojos desapareció, ya no sonríes como antes.   


—Ana: No me pasa nada—evitaba mirarme—, son ideas tuyas.


—Diana: ¿ Mauro también entrará a estudiar con nosotras?—la miré directo a los ojos y la expresión de su rostro cambió.  


—Ana: ¡No sé!—se encogió de hombros—,creo que se ira lejos, le salió trabajo.


—Diana: ¿ Por qué no subió el sábado pasado?  Algo pasó entre ustedes, te conozco perfectamente. 


—Ana:¡Termínanos!—soltó,  una lágrima rodó por su mejilla. 


—Diana: ¡Qué!  ¿Cómo?  ¿Por qué? ¿Qué fue lo que pasó?—la abracé—,si ustedes se aman tanto.


—Ana: Nada es para siempre, todo lo que empieza tiene un final.  


—Diana: Esa no es una razón, todo estaba muy bien entre ustedes.


La tristeza era demasiado evidente, me dio la misma versión que a sus padres, según ella Mauro le salió una muy buena oportunidad de trabajo lejos, ella no quiere dañar su futuro, por eso decidieron terminar, obviamente no le creí esa versión, su mirada está llena de dolor, tristeza y desilusión.  

—Diana: ¿Qué pasó entre Juliana y tú?—la expresión de su rostro cambió.  


—Ana: Nada—frunció  el seño. 


—Diana: Sabes que te quiero y puedes contar conmigo—la tomé de las manos—,cuando quieras hablar conmigo, aquí estaré, cuando quieras contarme la verdad de lo que pasó, no quiero agobiarte con mas preguntas.

No le creí nada de lo que dijo, algo más pasó, no seguiré preguntando no quiero mortificarla más, ingresamos a clases nuevamente,  Sebastián salía con sus ocurrencias, y Claudia es una gran amiga, los días pasaban con normalidad, Ana y Juliana no se hablan, no entiendo nada, Saúl cada vez más enamorado de Raquel, yo sigo hablando con el amor de mi vida todos los días, en una de nuestras platicas no aguanté le pregunté, ya que Juliana sigue con lo mismo cada que hablamos. 

—Santi: ¡Qué tal el colegio mi chatica!  


—Diana: Todo muy bien, lo único malo las clases de matemáticas.


—Santi: Por ese motivo no quise seguir estudiando—soltó una carcajada. 


—Diana: Hace días tengo algo que preguntarte—inhale.  


—Santi: ¿Qué pasa?  

—Diana: ¿Qué pasó entre Juliana y tú?— tenía miedo a escuchar su respuesta, pero las dudas me mataban.  

—Santi: ¿Por qué la pregunta?  

—Diana: Porque Juliana desde ese día está presumiendo que ustedes dos se besaron, que tú te mueres por ella. 

—Santi: Entre nosotros no pasó nada, estaba borracho pero no loco, ella si trató de robarme un beso pero yo me alejé, no entiendo porque lo inventó.  

—Diana: ¡En serio!—una sonrisa se dibujó en mis labios—,ella insiste con lo mismo siempre.

—Santi: Juliana es una niñita, no me interesa en lo más mínimo, solo tengo ojos para una mujer, esa eres tú. 

—Diana: Tenía esa duda desde hace mucho, que bueno que tú no caíste en sus garras, no sabes las cosas que dice de ti. 

—Santi: Ahora que lo dices, también quiero preguntarte algo—sentí su respiración—, aunque no lo creo porque te conozco perfectamente y tú no eres así. 


—Diana: ¡No entiendo!  


— Santi: Que tanto confías en ella.


—Diana: Es como mi hermana, obviamente lo que pasa entre nosotros no lo sabe nadie, pero nos llevamos muy bien, digamos que conozco todos sus secretos y le he tapado muchas cosas, ella es un poco loca ¿Por qué la pregunta?  


—Santi: Porque ella me contó algunas cosas sobre ti, me dijo que has tenido muchos amigos con derechos, y te gustaba jugar con ellos.


—Diana: ¡qué!, eso no es verdad, el primer novio que he tenido es Luis, a mi no me gustan esas cosas, se describió ella misma.  

No entiendo porqué Juliana inventó esas cosas de mi, ¿qué es lo que le pasa?, le conté a Santi que ella es la que juega con los hombres y está convencida que los  hombres caerán rendidos a sus pies, incluyéndolo a él, no entiendo porqué me mintió que gana con eso.


El domingo me encontré con Luis en el pueblito, me conto que el sábado próximo jugaran un partido de fútbol en el pueblo,Saúl también jugará con él, me dijo que le gustaría que lo acompañara para que los apoyara, pero yo estudio los sábados no puedo perder clases, el sábado tengo clase de matemáticas, una de las materias más importantes, me dijo que lo pensara que el viernes le diera una respuesta.  Llegó el viernes, estaba en casa de María cuando Luis me llamó.  

📲 Llamada  

—Luis: ¡Amor como estás!  

—Diana: Bien, ¿ y tú amor? 

—Luis: Extrañándote, porque imagino que mañana iras a verme jugar.

—Diana: Sabes que mañana tengo clase, además de matemáticas, no puedo perderla.

—Luis: Por un día que no estudies no pasa nada, quiero que estés conmigo.

—Diana: Sabes que nunca pierdo clases, tendría que ser una emergencia. 

—Luis: Ni por mi, es un partido importante, incluso mi hermano y Saúl también juegan.  

—Diana: Lo siento amor, desde aquí estaré apoyándolos para que ganen, pero no perderé clases por nada. 


No le gustó mucho, creó se molestó, soy muy responsable cuando se trata de mis clases, esa noche tuve un sueño extraño diría una pesadilla, soñé que Luis se besaba con su ex, me levanté con el recuerdo de ese mal sueño, antes de entrar al colegio lo llamé para desearle suerte, no estaba muy feliz, según porque no lo quise acompañar, se me olvidó contarle lo de mi pesadilla, luego le cuento cuando me hable, la clase de matemáticas estaba algo pesada pero al menos contamos con Sebastián y Claudia que entienden muy bien de números, incluso Carlos es muy bueno para la materia aunque no deja de molestar, le envié un mensaje a Luis en la hora del almuerzo para saber como iban, pero no respondió, estaba en clase nuevamente cuando vibró mi celular, un mensaje de un número desconocido, bueno no tan desconocido.

—Milena: Estoy con mi flaquito hermoso, me encanta como besa, extrañaba sus besos, eres una tonta, te dije que el era mío, no sabes como estoy disfrutando los besos de mi flaquito.


Luis me comentó que tal vez esa mujer bajaba a llevarle la niña, no podía desconfiar de Luis, esa mujer haría todo por molestar, tenía que tomar las cosas con calma, no pensar mal, tengo que confiar en mi novio, primero debo hablar con él, traté de ignorar ese estúpido mensaje, se supone que Luis sube con Saúl, me esperan en la piedra, como no responde mis llamadas ni mis mensajes tendré que esperar, tenía una fea sensación pero debía confiar en él, de eso se tratan las relaciones, cuando salimos al receso de las tres sentí mi celular.


Llamada📲  

—Diana: ¡Amor! ¿Cómo les fue?  


—Luis: Ganamos 3 a 5  


—Diana: Genial— no se escuchaba feliz, algo pasaba.


—Luis: Sí, al menos ganamos, ¿Cómo va tu día?  


—Diana: Estresante, clases de álgebra, amor tengo algo que decirte.


—Luis: ¡Qué pasa!  


—Diana: A la hora del almuerzo, me llegó un mensaje de Milena, donde me decía que estaba feliz, disfrutando con su flaquito, que se besaron—me interrumpió, estaba furioso.


—Luis: Ese es el problema que tú no confías en mi, así es muy difícil, siempre tienes que estar creyendo lo que dice ella—,lo dijo en un tono de voz fuerte.


—Diana: ¡Amor! No  te estoy reclamando nada, solo te estaba contando lo que ella me escribió, sabes que yo confió en ti— escuchaba su respiración, se quedó en silencio unos segundos—,no te pongas así, no te estoy reclamando, obviamente tú nunca me fallarías, yo creo en ti.


—Luis: ¡Disculpa!— respiró profundo—,me molesta que ella quiera meterse en nuestra relación.


—Diana: No te pongas así, yo confió en ti, por eso no le creí nada a esa mujer.


—Luis: Eres un ángel,  princesa. 


Uno aprende a conocer las personas yo sentía a Luis diferente como distante, algo pasaba con él.

—Diana: Salgo a las 5,¿ A qué horas nos vemos?  


—Luis:Princesa no subiré, salí muy cansado, espero me entiendas.


—Diana: Te entiendo, no te preocupes ¿subes mañana?  


—Luis: Si Dios lo permite—dio un largo suspiro —,hablamos en la noche, recuerda que te quiero y eres lo más bello que pudo pasarme.


No dijo nada más solo colgó, quedamos en hablar en la noche, tenía un presentimiento y no quería pensar cosas que no son, pero él estaba demasiado extraño, muy pensativo, entré nuevamente a clase, pero con la mente pérdida, tal vez solo imagino cosas, a la hora de la salida recibí la llamada de mi cuñado, empecé hablar con él, me haría compañía pues tenía que caminar hasta donde me espera Saúl.  

📲 Llamada  

—Juan: Hola señorita hermosa.


—Diana: Hola, ¿cómo estás? 


—Juan: Feliz de escucharte.


—Diana: Me leíste los pensamientos, quería hablar contigo—escuché una risita que se borró con lo que le pregunte—. ¿Milena fue a verlos jugar?  


—Juan: ¡Eh! Sí, ella bajó con la niña ¿Por qué?  


—Diana: ¿Habló con Luis?  


—Juan: sí, no, no sé— lo noté nervioso, él no sabe mentirme.


—Diana: ¿Decídete si o no?  


—Juan: Creo, no estaba muy pendiente, él estaba entregándole la mensualidad de la niña, estaban los dos sentados con la niña ¿Por qué la pregunta hermosa?  


—Diana: Noté a Luis muy extraño, se que algo le pasa— le conté lo del mensajes, Juan también le cambió la voz, he aprendido a conocerlo.


—Juan: No le creas a esa mujer ¡hermosa!— se quedó en silencio unos segundos—,solo te quiere molestar.


—Diana: Si algo hubiese pasado tú me lo dirías ¡verdad! Por el cariño que me tienes, tú nunca dejarías que me lastimaran—un silencio incómodo se hizo presente—,¿sigues ahí?  


—Juan: Sí, aquí estoy, bueno solo llamaba para saludar, tengo que colgar, cuídate.


Otro que me cambió el tema,  algo pasó, estoy segura, me queda Saúl, llegué a la piedra donde él me esperaba, lo saludé empezamos a caminar, hablamos de todo un poco, me contó que cada día esta más enamorado de Raquel y cada que pueden se dan sus besos, cuando le pregunté por el partido de fútbol su cara automáticamente cambió, la sonrisa que traía se borró, levantó la mirada evitando la mía.


—Diana: ¿Qué tal el juego?  


—Saúl: Bien, todo muy bien.


—Diana: Pero ganaron que es lo importante ¿Luis porqué no subió?  


—Saúl: No te lo dijo, pensé que te había llamado.


—Diana: No, está muy extraño.


—Saúl: Solo se le presentó un inconveniente, por eso no pudo subir.


—Diana: Nunca me ocultarías nada ¡verdad! Soy como tu hermana—evitó mirarme cuando respondió.


—Saúl: ¿Ocultarte que cosas?—soltó una risita nerviosa. 

Justo en ese momento nos interrumpió un carro que subía casi hasta la casa de la tía Luz, nos libramos de caminar, cambiamos el tema no le seguí preguntando, me quedo claro que algo pasó, la mirada de Saúl y la manera en la que evitaba mirarme, como llegamos temprano Saúl entró conmigo a mi casa, me cambié el uniforme, luego me fui con él a su casa, ayer se mudaron nuevamente aquí a la finca, estoy muy feliz de tenerlos cerca nuevamente, aunque Ana dice que no pasó nada ella no salió ni a recibirlos, esta más delgada, la noto muy decaída, al parecer está enferma. Le marqué a Luis pero no me respondió ni las llamadas ni los mensajes. 

—Juliana: Cambia esa cara—soltó una carcajada—,pareces en un velorio.


—Diana: Le estoy marcando a Luis y no responde—Saúl bajó la mirada.


—Juliana: Seguro se quedó dormido.


—Diana: No creo, él me dijo que en la noche hablábamos, seguro sigue molesto. 


—Juliana: Ahora porqué se molestó la florecita—puso los ojos en blanco.


—Diana: Por un mensaje que me envío la Milena esa. 

—Saúl: ¿Qué mensaje?— abrió sus ojos como platos.

—Diana: Uno que decía qué se besaron—por alguna razón una nube de tristeza se reflejaba en los ojos de Saúl.

—Juliana: ¡Qué!  Y estás tan tranquila, ese estúpido te puso los cachos. 

—Diana: Yo confió en él, solo son inventos de ella.

—Juliana: ¡Saúl tu que sabes de esto!  te has quedado muy callado—las dos lo miramos esperando una respuesta.

—Diana: No creo que Saúl se quede callado donde esto fuese verdad, soy su hermana, no me ocultaría algo tan grave—lo dije con sarcasmo.

—Juliana: ¡Es verdad! Él no te ocultaría algo tan grave, está bien que el tonto ese es su amigo, pero tú eres nuestra hermana.


Saúl permanecía en silencio, me miraba con tristeza, esta vez no imaginaba las cosas, justo en ese momento nos interrumpió el timbre de mi celular, apareció Luis al fin, me alejé un poco de la casa, hasta llegar al patio.

—Diana: Hola amor, al fin me llamas.


—Luis: Estaba ocupado—seguía tan distante, como si algo en la conciencia no lo dejara tranquilo.


—Diana: ¿Aún sigues muy cansado?  


—Luis: Me di una ducha, estoy mejor, gracias por estar tan pendiente de mi princesa, eres única, a veces siento que eres demasiada mujer para mi, que Dios me premió con algo maravilloso, algo tan grande que no merezco.

—Diana: ¿Por qué me dices eso?  Tú eres un gran hombre y mereces lo mejor.

—Luis: A ti no te merezco hermosa—su voz se quebró—,te fallé.


Me quedé en silencio, esas palabras retumbaban en mi cabeza una y otra vez, sentí una presión en el pecho, un nudo en la garganta, una sensación tan fea que no se puede explicar con palabras, en un pequeño hilo de voz le pregunté. 

—Diana: ¿De qué hablas?—escuchaba su respiración agitada, estaba llorando.


—Luis: Soy un completo imbécil, él estúpido más grande del planeta.


—Diana: ¡DE  QUÉ RAYOS HABLAS! —una tras otra empezaron a salir mis lágrimas.  


—Luis: Lo del mensaje es cierto, me besé con Milena, soy un estúpido, perdóname princesa por fallarte de esta manera.


Me colgó, sentí tanta rabia, una tras otras salían mis lágrimas, no lloraba porque lo amara, lloraba por el dolor de su traición, yo no merecía que me traicionara de esa manera, me recosté en una pared dejé que las lágrimas rodaran por mis mejillas, no puedo explicar con palabras lo que se siente ser traicionado, pero se que ustedes me entenderán, a los 5 minutos sonó nuevamente mi celular, esta vez era un mensaje de texto, recuerdo cada una de las palabras que decían, con los ojos nublados por las lágrimas lo leí, decía exactamente estas  palabras sin cambiarle nada.


Mensaje 💬  


—Luis: Me duele tanto saber que yo no soy yo, que soy un pobre diablo que no sabe ni en donde está parado, que estoy haciendo sufrir a una princesa como tú ¿Por qué?  Por una maldita bobada, por un sentimiento que nunca me llevará a nada bueno, que solo me traerá sufrimientos y problemas por montones y eso me lo merezco por ser tan tonto, dejar tu amor por alguien que solo me traerá desgracia, sabes guardaré la esperanza que algún día dejaré de querer  esa mujer y pueda volverte a tenerte, yo se que me estoy pasando de iluso, tendré fe que así sea, desde que tu quieras y me des la oportunidad,  te haré la mujer más feliz del mundo, eso si desde qué tú quieras, mil y mil veces te pido perdón con lágrimas en mis ojos y en mi corazón.  

Me dejé caer de rodillas al suelo, sentí tanta rabia, todo este tiempo solo me utilizó, solo jugó conmigo, como si fuese un maldito juguete todo por tratar de olvidar a esa mujer, eso no se le hace a nadie, no podía controlar las lágrimas, que eran más de enojo que de dolor, esto no se quedara así, lo juro, esta se las cobro, le advertí que él que me la hace la paga, no respondí el mensaje, apagué el teléfono no quería hablar con ese estúpido y escuchar disculpas pendejas, sentí que alguien tocó mi hombro. 

— Juliana: ¡Diana !  ¿Qué pasa?— Saúl estaba con ella, lo miré directo  a los ojos, me levanté puse mis manos en su pecho lo empujé con todas mis fuerzas, lo recibió una pared.

Juliana no entendía nada, yo estaba furiosa, pero Saúl sabía perfectamente lo que pasaba, sus ojos reflejaban tristeza, una lágrima rodó por su mejilla, me fui sobre él, lo seguí empujando no me salían las palabras estaba tan molesta.  


Continuará.  


21/mayo/2020 


Autora: Patricia López  


Medellín colombia  



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