Mi Primer Y Único Amor, Un Amor Prohibido.

Capítulo 31

Mi primer y único amor un amor prohibido 💕 

Capítulo 31 

Llamada 📲  

—Santi: Hola mi chatica ¿Cómo estás?  


—Diana: Hola mi amor—me quedé en silencio unos segundos,  escuchando los gritos—.  
Digamos que bien.

—Santi: ¿Pasó algo?   


—Diana: No alcanzas a escuchar los gritos y los insultos.


—Santi: ¿Qué pasó?   


—Diana: Saúl y Raquel la embarraron—le conté todo lo que pasó.


—Santi: ¡No puedo creerlo!  Pero que les pasa —soltó un suspiro—,ahora todo será más complicado para nosotros, ¡verdad!  ¿Cómo lo tomaron?  


—Diana: Por los gritos, te diría que muy mal, lo primero que dijeron fue   tantos hombres y mujeres en el mundo setienen que fijar en la familia, esto lo veo muy difícil, será muy difícil hablar con ellos y que lo tomen de buena manera.


—Santi: No te pongas triste mi vida, buscaremos la mejor manera y el mejor momento para decirles, creo que no podrá ser como lo teníamos planeado, debemos esperar un buen tiempo que pase todo esto, todo este más calmado, imagino no debe tardar Gladis en hablarle a papá para contarle, veremos él que piensa.


—Diana: Eso es lo más triste, quien sabe cuanto tengamos que esperar, ¡tú vienes dentro de un mes!—inhale—,¿después cuando volveremos a vernos?  Pueden pasar muchos meses para eso.


—Santi: Si mi vida—se quedó en silencio unos segundos—,créeme que siento lo mismo que  tú, se lo difícil que es, porque no podemos tener una fecha clara para vernos, solo se que te amo con todas las fuerzas de mi alma y si tengo que esperar una vida entera para poder estar contigo lo haré, nadie me va separar de ti, eso nunca.


—Diana: También te amo, vida mía, esperaré todo el tiempo que sea, todo con tal de estar contigo, al final de todo este dolor, estas lágrimas, serán recompensadas y ese día que nuestro sueño se cumpla habrá valido la pena todo esto.  


—Santi: Yo te dije que cada uno de esos sueños que tenemos los cumpliremos.  


Hablamos una hora como solíamos hacerlo siempre, somos muy consientes de lo difícil que es nuestra relación, aún así decidimos arriesgarnos, una prueba muy difícil será hablar con nuestros padres y la otra luchar contra la distancia, muchos dicen que el amor a distancia no funciona, que se acaba, o pueden aparecer terceras personas, yo estaba segura que nuestro amor es fuerte y superaría cualquier obstáculo por difícil que fuese, también confió ciegamente en la persona que tengo a mi lado y se que él nunca me fallaría.


Cuando mi tío subió todo empeoró, los gritos aumentaron, a los minutos bajó Yesenia con Raquel arrastras, todos se opusieron a su relación y lo tomaron de la peor manera, me imagino lo difícil que fue todo esto para ellos. Por lo que Juliana me contó fue un caos, mi tío le gritó un montón de cosas a Saúl, Yesenia arrastró a la hermana por los cabellos, mi tía le dio unas buenas bofetadas, Raquel por defenderse le dio un golpe a mi tía en el pecho, mejor dicho todo un caos, Saúl lloraba les decía que la amaba, ellos le decían que eso no podía ser, más esa mujer que tiene hijos, como lo comenté antes Raquel no es una buena mujer, pero ella sabía mover sus cartas, encontró como manipular a Saúl y lograr su propósito, obviamente yo pensé que era amor de verdad por eso los apoyé, pero luego me enteré que ella era una gran mentirosa y manipuladora.


Saúl les decía que se amaban pero ellos seguían en lo mismo que esa no era una mujer para él, aparte de ser mayor que él, tiene dos hijos, a parte de eso Raquel  es muy sinvergüenza, estaban en desacuerdo no tanto por ser primos si no por todo lo otro, mi tío le decía que esa mujer solo quería  envolverlo y manipularlo, que se olvidara de ella, que solo buscaba un pendejo que la mantuviera, que  no se hablaba más del tema. El lunes mi tío y mi papá retomaron las labores del campo, yo recuerdo que estaba en mi casa ayudándole a mamá cuando sonó mi celular .

📲 Llamada  


—Juliana: Diana rápido tienes que venir aquí a la casa— estaba llorando.


—Diana: ¿Qué pasa?  


—Juliana: Mi hermano se enloqueció, mi mamá no deja de llorar, está encerrado en la habitación con un cuchillo y no deja de llorar, rápido Diana, mi hermano se le cerró el mundo, él te escucha, ayúdanos.


No pudo seguir hablando las lágrimas no la dejaron, sentí un frío que me paralizó el cuerpo, le expliqué a mi mamá rápidamente y salí corriendo a casa de Juliana, cuando llegué mi tía estaba recostada llorando en la puerta al igual que Juliana suplicándole que les abriera, no quisieron llamar a mi tío porque seria peor, les pregunté porque se puso así, como todos los problemas tenía nombre, Raquel, Juliana me contó que esta mañana ella lo llamo llorando le dijo que mi tía Luz la echó a la calle y no tenía donde ir, que ella se quería morir, que todos le cerraban las puertas, es que de la familia nadie la quiere por su mala reputación, le dijo a Saúl que la recibiera en su habitación, porque no tenía donde ir, que no la abandonara, pero obviamente Saúl no podía recibirla mi tío jamás lo permitiría. En ese momento llegó mi mamá, se llevó a mi tía a la cocina para darle una aromática, Juliana seguía tocando la puerta.


—Juliana: ¡Saúl! Abre la puerta, por favor—no cometas una locura—me abrazó—.Diana no responde, mi hermano se mató.


Una tras otras salían sus lágrimas, fue inevitable, mis lágrimas empezaron a salir, mientras mi tía me suplicaba que hiciera algo, al igual que mi mamá.

—Diana: Tranquila—acaricié su cabello—, todo estará bien—pegué mi cabeza a la puerta, se escuchaban los sollozos de Saúl llorando, toqué la puerta—. Saúl abre la puerta.

—Saúl: Largo—gritó con su voz ronca por el llanto—,déjenme solo, no quiero vivir.

—Diana: ¡Qué me abras la maldita puerta!—le grité—.¿Dónde está el hombre que lucharía por ese amor?— tocaba esa puerta con todas mis fuerzas, me sentía frustrada, tenía miedo que cometiera una locura—,no seas cobarde Saúl, tomaras la salida más fácil. 

—Saúl: Nadie me entiende—su voz era pausada—,veté Diana, veté.

—Diana: ¡Qué me abras la maldita puerta o la tiro!—le grité con la voz entrecortada—, abre esa puerta, hablemos, todo tiene solución en la vida, tienes que enfrentar tus problemas no huirles.

—Juliana: No va abrir la puerta—se dejó caer de rodillas en es suelo—, él estaba muy mal, y su mirada tan triste, tengo miedo.

—Diana: Es la ultima vez que te lo digo, abre la maldita puerta. 


Le dije a Juliana que me ayudara, entre las dos nos recargábamos con fuerza contra la puerta, una y otra vez, la empujé con todas mis fuerzas la verdad ni entiendo como hice, yo creo que en momentos así todo es posible, por fin se abrió la puerta, Saúl estaba sentado en el piso con una navaja en las manos, al vernos la llevó hasta sus venas.  

—Saúl: ¡No se acerquen!   


—Diana: Hablemos—trataba de estar lo más calmada posible, me acerqué suavemente—, escúchame, solo unos segundos.

Con la mirada le pedí a Juliana que me dejara sola con él, ella entendido perfectamente, nunca lo había visto así, no puedo creer el poder que tiene esa mujer sobre él, eso no puede ser un amor sano, no el de ella hacía él, en un movimiento rápido puse la mano sobre la navaja si él la movía nos cortamos los dos.  

—Diana: ¡Entrégamela!—susurré—,está no es la salida, no puedes ser cobarde.


—Saúl: Me quieren separar de ella—una tras otra salían sus lágrimas—, mi tía la echó a la calle y yo no puedo ayudarla, nadie la quiere, yo la amo, me duele esta situación.  


—Diana: Estas actuando como un niño— lo miré directo a los ojos—,debes comportarte como un hombre si de verdad la quieres y enfrentar esta situación.


—Saúl: ¡Quita la mano!—susurró.  


—Diana: Entonces  nos cortamos los dos—lo dije muy segura, cerré mi mano poco a poco tomándola por el filo.  

Cerró los ojos fue soltando su mano, terminó entregándomela, la alejé de su alcance, lo abracé tan fuerte como pude, él se aferraba a mi llorando como un niño pequeño, dejé que llorara para que sacara todo lo que tenía, siguió repitiendo que se quería morir estaba como en shock.      

—Diana: No digas tonterías—le di una bofetada, que lo hizo reaccionar—,si tanto la quieres entonces lucha como un hombre deja de estar chichando como una niña con eso no solucionaras nada— le grité, le hablé de una manera fría, a veces necesitamos que nos regresen a la realidad.


—Saúl: ¿Pero que hago?  No sé como ayudarla, nadie nos apoya, estamos solos.  


—Diana: No digas eso, sabes que tu hermana y yo los apoyamos, te prometo que te ayudaré, pero levántate enfrenta las cosas como son, si es verdadero su amor superara todo esto.  

Se me ocurrió una idea para ayudarlos y sacarle esas ideas de la cabeza, le dije que hablaría con mis papás, que le dijera a Raquel que tenía donde quedarse en mi habitación, como es independiente aparte de mi cama tiene otra cama, es amplia, ahí se puede quedar mientras se solucionan las cosas, una sonrisa se dibujó en sus labios, me abrazó me llenó el rostro de besos, me agradeció por lo que estaba haciendo, le dije que haría todo lo posible por ayudarlo, pero que tenía que luchar, porque lo que se les venía no es nada fácil.




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