Capítulo 34

Mi primer y único amor un amor prohibido 💕 


Capítulo 34 


Juliana llegó con mi tía,  saludaron, sobre todo Juliana, que lo abrazó y sonó un beso durísimo en su mejilla.  

—Juliana: ¡Se estaban como demorando mucho!—lo dijo con toda la mala intención,  con cierto veneno en sus palabras.

—Santi: Ustedes viven muy lejos—respiró profundo—,en un hueco.

—Gladis: ¡Qué exagerado!—sonrió.  

—Mamá: Él siempre acostumbrado andar en moto, esto le parece lejos, es normal.

—Juliana: Te tocó con la compañía de está, que me imagino se la pasó hablando con su dizque amigo, como se la pasa pegada a ese celular—lo dijo con sarcasmo, mucho más porque yo no la dejo escucharle la voz.


—Santi: Si, el muchacho ese la llamó— me miró, pero evité su mirada, para no reírme—, hablaron como una hora. 

— Juliana: Cómo es todo un misterio  lo del amiguito—sonrió—, o novio, no sé.


—Diana: Es un amigo, la malpensada eres tú.  


— Santi: ¿ Y tú tienes novio?—Juliana abrió sus ojos como platos, se que le preguntó solo para molestarla.

—Gladis: Como se te ocurre hijo, ella es una niña.

—Juliana: Nada que ver —se puso nerviosa—, a mi aún no me dejan tener novio.

—Gladis: Hijo y tú, ¡tienes  novia!  


—Santi: No tengo—sonrió—,no tengo afán.

La cara de sorpresa de todas, no entiendo porqué les parece extraño que un chico de su edad no tenga novia.


—Gladis: ¡Cómo que no! Estás como quedado hijo.  

—mamá: No me digas que serás el solterón de la casa.  


—Juliana: O serás el rarito de la familia— sonrió muy coqueta.  


— Santi: Tías que afán— soltó una risita—, creo que como dice Juliana, seré el rarito de la familia, el gay de la familia—soltó una carcajada.

—Gladis: No digas bobadas, pero imagino que tienes amigas.

—Santi: Si, tengo una, es una niña muy hermosa y muy especial.

—Mamá: Se te nota, porque apenas la mencionaste se te iluminaron los ojos.  

Mi madre y mi tía empezaron a molestarlo con el tema, le preguntaron sobre la chica, él solo les decía que eran amigos ya mas adelante miraban como avanzaban las cosas, ya imaginan la cara de Juliana, mi mamá y mi tía se quedaron platicando en la cocina, nosotros nos fuimos a mi habitación, para organizarle la cama donde dormiría, y Juliana como siempre, como un chicle, se sentaron en la otra cama mientras yo organizaba la mía, donde dormiría mi novio, Juliana se le acercaba más y más.  

— juliana: ¡Con que serás el gay de la familia! —mordió su labio inferior.


—Santi: No lo digo yo, lo dices tú.

—Juliana: ¡será que si!—se sentó en sus piernas—,tendría que comprobarlo.

Me giré, respiré profundo, me provocaba estrellarla  contra la pared, por atrevida, Santi se levantó y la alejó.  


— Santi: Tu madre dice que eres una niña— sonrió—,niña, pero endemoniada.  

— Juliana: ¡Me tienes miedo!—mordió su labio inferior—,yo no muerdo, solo si tu quieres.


Trataba de sonreír, sentía un fuego que me consumía, los malditos celos me quemaban, sabia que ella haría  todo por lograr lo que quiere.

—Juliana: si quieres cerramos esa puerta te demuestro lo niña que soy— empezó a jugar con un mechón de su cabello—.Diana que vigile.

— Diana: ¡¡¡Qué, estás loca!!!— lo dije molesta, aunque traté de disimular—,quieres que se den cuenta.

— Juliana: Es más, no tengo problema de compartir contigo, entre las dos lo volvemos hombre—sonrió—,¿ o no eres capaz con ambas?   


Santiago soltó una carcajada, se salió de la habitación y nos dejó solas.


— Juliana: Lo pongo nervioso—sonrió—,este cae porque cae.


—Diana: ¿Tan segura estas?— me senté en mi cama—.¿crees que el caerá en tus brazos?  

— Juliana: Segurísima, yo se que le gusto, por eso hoy me quedaré a dormir aquí. 


— Diana: ¿ Y tú novio?   

— Juliana: Él no tiene porqué enterarse— sonrió.

— Diana: Lo que tienes con Santiago es un capricho nada más. 


— Juliana: No es un capricho, a mi ese hombre me encanta, sabes que todo lo que me propongo lo cumplo. 


En situaciones así es donde es más difícil controlar lo que sientes, no puedo reclamarle nada, porque ante los ojos de los demás solo somos primos, sentí tanto enojo, sentía las mejillas arder, tenía que controlarme, no podía demostrar lo que sentía, tenía que soportar que esa niñita se comiera a mi novio con la mirada, Juliana pidió permiso para quedarse amanecer, mi tía la dejó, sabía que ella solo quería buscar la manera de estar cerca de él, les juro que en ese momento me provocaba gritarle en la cara que él era mi novio, que dejara de insinuársele, Santiago me conoce perfectamente él sabe la molestia que sentía, mis padres se fueron a dormir y nosotros nos quedamos viendo una película en mi habitación, Juliana no perdía oportunidad de estar pegada a él, con cualquier escusa, agarrándolo, Santiago siempre trataba de evitarla, en una ocasión lo abrazó según porque tenía miedo, no aguanté me salí de la habitación, llegué hasta la puerta del baño cuando sentí que me empujaron y cerraron la puerta, me pegó a la pared, sentí sus labios sobre los míos en un movimiento constante, con ese beso me devolvió la calma, susurró.  

— Santi: No te cambiaría por nada en el mundo—deslizó su nariz sobre la mía—,no me dejes solo con esa loca— sonrió. 

— Diana: No soporto la manera en la que te mira—susurré.  

—Santi: Sabes que ella no me gusta, pero no me dejes solo con ella, pégate a mi como un chicle, no te despegues de mi lado, eres tú a la única que quiero cerca.

Me besó dejándome sin aire, que locura, por eso dicen que la adrenalina hace las cosas más interesantes, lo prohibido sabe mejor,  abrí la puerta miré a mi alrededor asegurándome que nadie nos viera, primero salí yo, llegué hasta la habitación, le pregunté a Juliana por Santi ella me dijo que salió hacer sus cosas,  sonreí, casi al instante regresó él, le dije a Juliana que era hora de irnos a dormir, se despidió de Santi trató de robarle un beso en la boca pero el fue más rápido le volvió el rostro.