Mi Primer Y Único Amor, Un Amor Prohibido.

Capítulo 37

Mi primer y único amor un amor prohibido 💕 


Capítulo 37 


Narra Diana 💕 

Para mi fue demasiado duro escuchar todo lo que me dijo mi tío Rafael, fueron palabras muy hirientes me trató como la peor de las mujeres, como se les ocurre pensar que yo lo enrede metiéndome a su cama, sentí un dolor punzante en el pecho que no me dejaba respirar, recuerdo que caminé pérdida en mis pensamientos cuando llegué a la puerta de mi habitación sentí que mis piernas no tenían fuerza, el dolor en el pecho aumentó solo sentí como me desplome, por unos segundos perdí la conciencia, luego abrí los ojos y vi sus hermosos ojos angustiados, el dolor no me dejaba sentarme me puse la mano en el pecho sentía que el oxigeno no me llegaba, no podía respirar fue la sensación más horrible que sentí en mi vida.

 

Nunca antes me había pasado algo así, no entiendo que me pasó, creo que fueron demasiadas cosas juntas, sentí sus labios sobre los míos, sentí como el aire entraba en mi, cuando pude respirar solté un grito entre lágrimas, mi mamá estaba llorando y Santi tenía una cara de terror, me abrazaba con todas sus fuerzas incluso dejó un beso en mis labios delante de mi mamá, lloró conmigo, me suplicaba que no lo dejara, sentí que en sus brazos nada malo me pasaría y cuando por fin pude hablar.

—Diana: Te amo—susurré. 


—Santi: También te amo mi chatica— besó mi frente—, que susto me diste ¿Qué fue lo qué pasó? 

Empecé a llorar otra vez, el me ayudó a levantar se sentó en la cama yo me acosté con mi cabeza en sus piernas, él empezó acariciar mi cabello. 


—Santi: ¡¡Sssh!! No pasa nada, todo estará bien, no importa lo que papá te dijo, yo te amo recuérdalo, si el mundo se cae sobre nosotros lo enfrentamos tú y yo, pero juntos.


—Diana: Para tu papá soy una golfa—inhale—, ellos creen que te enrede—le conté lo que me dijo, noté la expresión de su rostro como cambió y frunció el ceño.


—Santi: No puedo creerlo—acarició mi mejilla —,ni tus padres ni los míos impedirán que estemos juntos. 

En ese momento entró mi mamá con mi tía Gladis, lo que faltaba otro sermón, con ella es suficiente para que toda la familia se entere, como es de comunicativa.

—Mamá: ¿Nana como sigues? 


—Diana: Mejor — me senté.


—Tía: ¡Estos muchachos que les pasa pues!  —se cruzó de brazos—,ustedes también en las mismas.


—Mamá: ¡Cómo que entraron a la moda! 

Solo cruzamos miradas, no dijimos nada, en ese momento no me  sentía bien.

—Tía: Santi de ti nunca lo esperé, yo imaginé que Diana terminaría con Juan, era muy notoria la cercanía de él, con ella, eso que tu serias el marica de la familia, vea que sorpresa la que tenían. 


—Mamá: Si eso es siendo gay, supuestamente, se lo tenían muy callado.


—Diana: Las cosas solo pasaron y ya, no le veo nada de extraño— lo dije molesta. 


—Tía : Estos muchachos se les cerró el mundo también, al menos ninguno de los dos tiene hijos, para ustedes todo será mas fácil, ¡por qué no hablaron con la verdad!  ese es el problema, eso es lo que más duele. 


—Diana: A nosotros no se nos cerró el mundo ¿Quién manda en el corazón?  ¡Ustedes eligieron a quien querer! 


—Mamá: Así es, no son los primeros primos en el mundo que se enamoran, pero porqué tienen que hacer las cosas a escondidas. 


—Diana: Pensábamos hablar, paso lo de Saúl y Raquel, todo se complicó.


—Tía: Lo de ustedes es muy diferente, los dos son buenos, además Raquel es mala, no le conviene a Saúl.

Al parecer mi madre estaba más calmada veía las cosas de otra manera, le preguntó a Santi si de verdad me amaba o solo era un capricho, él le dijo que su amor era sincero, se quedo mirándonos dijo que los ojos no mentían que en los ojos se reflejaba el amor tan grande que sentíamos,   nos dijo que mi papá estaba muy dolido y desilusionado, que si me quería como él juraba lo demostrara, pero que le diera tiempo a mi papá de asimilar las cosas, luego de unos días regresará hablar con él, le pidiera permiso como debía ser, al menos teníamos una luz de esperanza, mi mamá al parecer empezaba a ceder un poco, solo nos pidió tiempo para ellos digerir todo esto.
 

Santi me dijo que en 15 días regresara hablar con ellos como debe ser, para pedir permiso formalmente, arriesgándonos a escuchar un ¡no!, teníamos que intentarlo, creo será tiempo suficiente para que asimilen todo, también me dijo que buscará un trabajo los fines de semana que le genere más ingresos para poder venir a visitarme pues los pasajes salen muy costosos, el trabaja con el papá en la finca el le paga pero está recogiendo para sacar el pase de la moto, luego conseguirá una moto para poder venir más fácil y más seguido, me dijo que hará todo, pero no me dejará.

 

Nos organizamos ya que yo tenía que irme desde hoy para el pueblito el me acompañará luego ahí toma un taxi para irse a casa del tío John y luego mañana regresar a su casa, me dijo que no se iría sin despedirse de mi padre, así lo estuviese odiando el daría la cara, le insistí que no era buena idea, que él estaba muy molesto, me dijo que no se iría como un ladrón, lo único malo que hizo fue no hablar con la verdad, que él está dispuesto a enfrentar cualquier cosa por mi, si sale huyendo como le demostrara a mi papá que sus intenciones son serias, me dijo así me parta la cara subiré a despedirme, me acompañó a llevarle el almuerzo, a estas alturas Juliana estaba enterada de todo, nos fulminó con la mirada, más a mi que a él, puedo jurar que me miro con odio. 

—Juliana: Que calladito lo tenían— se cruzó de brazos—,que avispada saliste Diana, de santa no tienes nada— lo dijo molesta—, quien te veía tan callada, saliste bien asolapada.


—Santi: ¿Acaso quien eres tu para darte explicaciones? — le respondió de una manera muy grosera nunca antes lo había echo—, querías saber si tengo novia, si la tengo—me besó delante de ella—, te la presento, es la niña mas hermosa de todas, contenta, los secretos por eso se llaman secretos, no se pueden andar divulgando.

Esa mujer se puso pálida, roja, cambió de color, estaba furiosa se le notaba demasiado, se fue adelante y no  dijo nada más.


—Diana: Viste la cara que puso— sonríe—, nunca le habías respondido así.


—Santi: Amor esa niña me tiene cansado, no la soporto, para que fingir, ya todos saben lo nuestro, que se largue al carajo y no moleste más.


Llegamos hasta donde estaba mi papá tomados de la mano, a mi me temblaba todo, ya imaginan la cara de Juan, le entregué el almuerzo y mi papá ni me miró, Santiago le extendió la mano, yo pensé que se la dejaría estirada, pero no,  
la estrechó. 

—Santi: Hasta luego Don León, disculpe todo lo malo, en unos días vuelvo, tenemos cosas por hablar.

—Papá: Está bien—con una voz muy seria y el ceño fruncido—, eso espero, por aquí lo espero.


Me despedí de mi papá, pues regresaba hasta el domingo pero no me respondió, me dejó con la palabra en la boca, no imaginan lo duro que fue, me giré empecé a caminar una lágrima se escapó sin querer, Santiago soltó todo el aire acumulado.

—Santi: Pensé que tu papá me daría un golpe, que susto, ya pasamos lo peor— seguí caminando en silencio—, ¡mi vida!— me tomó de la mano girándome—, no te pongas así mi princesa— me abrazó—, debes darle tiempo, imagino lo mismo me espera a mi en la casa. 


—Diana: ¡Soy la peor hija del mundo!  Mi papá me odia— recosté mi cabeza en su pecho.

—Santi: No digas esas cosas, tu papá no te odia, está desilusionado, tenemos que darle tiempo, o si lo prefieres dejamos todo hasta aquí.


Levanté la mirada por encima de su hombro y vi que Juliana bajaba, tomé su rostro en mis manos, besé sus labios con tanta pasión, metí mi lengua en su boca chocando con la suya en una guerra sin fin, Juliana pasó por un lado, esa mujer echaba chispas, susurré.


—Diana: ¡Estas loco! Ya pasamos lo peor, ya nuestros padres se enteraron, era la parte más difícil, no tiraré todo a la basura, ni loca que estuviese, falta algo más difícil aún, que acepten nuestro amor y esta relación.


—Santi: ¡Eres mala!—soltó una risita.


—Diana: ¡Mala!  Yo estoy muy buena— Sonreí, seguí caminando.


— Santi: Eso no lo sé aún— me abrazó por la espalda—,tengo que probarte— sonrió, me sonroje—, me besaste para que ella nos viera ¡verdad! 


—Diana: Sí, viste la cara que puso, que sepa que eres mi novio, para que deje de ser tan resbalosa, hace mucho tenía ganas de restregárselo en la cara, no sabes como lo disfruté.


—Santi: Falta poco mi vida, para que el sueño de ser novios delante de todos se cumpla. 

Bajamos el entró a despedirse de la tía Gladis, Juliana no quiso ni salir, imagino en el fondo sentía vergüenza, luego nos organizamos para irnos, se despidió de mí madre le pidió disculpas por todo. 

—Santi: Hasta luego tía, le pido disculpas por el mal momento que les hice pasar— la miró a los ojos—,por lo único que no puedo disculparme es por enamorarme de su hija, yo amo esta niña—me tomó de la mano—, la amo más que a mi vida y por ella iría hasta el fin del mundo—sonrió —,y si tengo que enfrentarme  a unas fieras por ella lo hago, vaya que pegas duro tía.

—Mamá: No digas bobadas—soltó una risita —, ¿de verdad la amas? 

—Santi: Tía yo la adoro, ella es el aire que respiro, mi vida, mi alegría, mi fortaleza. 

—Mamá: No seas cursi Santiago— puso los ojos en blanco—, si la amas, lucha por ella— sonrió—,demuéstralo y sabes que fácil no será—Los dos sonreímos y la abrazamos al mismo tiempo—,bueno ya, aún sigo dolida con ustedes dos— se cruzó de brazos.


—Santi: Te juro tía, mejor te lo demostraré con hechos las palabras se las lleva el viento, daré la cara, pediré permiso ante el ogro mayor—soltamos una risita—,como debe ser.


—Mamá: Eso espero, solo te advierto algo, si te parece que pego duro, no quieres averiguar que te pasará si la haces sufrir, si juegas con ella, donde la utilices, yo quiero mucho a tu papá, pero esta vez si te mato—sonrió.


—Santi: Entendido—me abrazó—el día que está hermosura llore por mi, serán lágrimas de felicidad, no te preocupes tía el día que la haga sufrir yo mismo me mato.

Estábamos felices, al menos era un logro mi madre nos apoyaba, solo nos faltaba la aprobación de los demás, lo único malo es que Juliana se encargaría de envenenar la cabeza de mi madre, hasta el punto de hacer que mi relación con ella diera un giro de 180 grados, todo por esa mocosa.

 




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