Mi Primer Y Único Amor, Un Amor Prohibido.

Capítulo 51

Mi primer y único amor un amor prohibido 💕 

Capítulo 51 

Sentí unas manos en mi vientre, una respiración suave en mi cuello.

—Santi: Te pido disculpas por todo esto, mi intensión no fue nunca hacerte pasar por un mal momento.


—Diana: No te preocupes— me giré hundiendo mi cabeza en su pecho—,esto no es tu culpa— susurré—, me quiero ir.

—Santi: ¡Mi vida!—tomó mi rostro en sus manos.

—Diana: Me quiero ir— una lágrima se escapó de mis ojos—, renuncio a todo—susurré—, me quiero ir a mi casa. 


Sus ojos hermosos se cristalizaron, en ese momento escuchamos que nos llamaban, tratamos de actuar como si nada, regresamos nos prepararon algo para comer, yo no pronunciaba palabra, Santi les agradeció  dijo que era hora de irnos, le dijo a su mamá que en la casa nos encontramos más tarde que si ella se quería quedar lo podía hacer, la abuela empezó a insistir que nos quedáramos otro momento, él le dijo que queríamos llegar a descansar ya que el viaje fue muy largo, nos despedimos, yo fui la primera en salir, me subí en la moto en total silencio, llegamos hasta el pueblo, luego nos sentamos en el parque él tomó mis manos.

—Santi: ¡Mi vida!  hablemos, ¡cómo es eso que quieres renunciar!  


—Diana: Mi vida, sabes lo delicado que es ese tema para mí, creo que hoy fue demasiado.  


—Santi: Princesa mía— besó mis manos— tú sabes que a mi no me importa nada de eso, tú eres mi princesa hermosa, no dejes que los malos comentarios de gente ignorante te afecten, tú sabes lo que eres, no dejes que un mal comentario borre tu sonrisa—me miró a los ojos—,dime ¿quieres renunciar? Tomemos la moto nos regresamos a tu casa y dejamos todo tirado, si es lo que quieres, al parecer te importa más lo que piensen los demás.

—Diana: ¡Sí, nos vamos!— me miró confundido —,pero para tu casa, aún tenemos que hablar con tus padres, yo no te dejarle así como así— una sonrisa hermosa se dibujó en sus labios—. Ya nos falta poco para lograr nuestro último sueño.


—Santi: Así se habla mi chatica—me besó—, juntos enfrentamos lo que sea.

Salimos para su casa, cuando llegamos la casa estaba sola, bueno, Juan era el único que estaba, nos bajamos de la moto y entramos, después de tanto tiempo era hora de dar la cara frente a Juan, Santi saludó con un hola, él respondió entre dientes, saludé, él se quedó mirándome, respondió; hola, que momento más incomodo, pasamos a la sala sentí su mirada sobre mí, nos pusimos a ver televisión, luego como a las tres llegó Amanda con mis cuñadas, mi tío Rafael nos saludó muy amable, le dijo a Santi que subiera al pueblo para que bajara a Daniela, que Édison bajaba con la mujer, la expresión de Santi cambió.  

—Rafael: Sube hijo, así les queda más fácil para bajar.


—Amanda: O tienes que  pedirle permiso a tu novia— soltó una carcajada.


—Diana: No, claro que no, él no tiene que pedirme permiso— Sonreí.


No le quedó más remedio que ir por la tal Daniela, me quedé platicando con mis cuñadas y mi suegra, no sé como llegó el tema, empezaron a mencionar a la tal Daniela, que hace mucho no la veían y cosas así, cuando suelta Amanda que no la veían desde que charlaba con Santi, resulta que la tal Daniela era la chica con la que Santi hablaba, que las cosas no funcionaron, no entiendo si todo esto fue solo casualidad o fue inventado, sentí la sangre correr por mis venas, traté de disimular mi molestia, solo, sonreí hipócritamente, no entiendo porqué Santi no mencionó nada, me regresé a la sala, me puse a mirar la televisión, cuando sentí que alguien entró y se sentó al frente de mí, era Juan, me levanté.  

—Juan: ¡Por qué te vas!  Estas en tu casa— me miró.


—Diana: Pensé que te molestaba mi presencia — lo miré.  


—Juan: ¿Por qué va molestarme?  Si eres mi cuñada, mi hermanito se la jugó por ti, hizo lo que yo no fui capaz, eso se lo aplaudo, me alegro porque sé que eres una gran mujer, cualquier hombre estaría feliz por tenerte, me dejó sin palabras mi hermano, jugárselas así por ti, yo pensando que era un bobo.


—Diana: ¡Discúlpame!  Mi intención nunca fue lastimarte—me interrumpió.


—Juan: No tienes que disculparte, tú siempre dejaste claro tus sentimientos—se quedó mirándome—, tu corazón lo eligió a él, siempre fue él.

Pensaba responder pero en ese momento escuchamos que llegaron dos motos, levanté la mirada, Santi venía con la famosa Daniela, mi suegra salió a saludar, muy amable, Santi entró y fulminó con la mirada a Juan, se acercó dejó un beso en mis labios, Juan se salió nos dejó solos, estaba molesta pero yo confiaba en él, la vieja esa me miraba por encima del hombro, simplemente la ignoré porque Santi se quedó a mi lado, y no se separó de mí, ni un solo segundo, nos quedamos juntos viendo televisión mientras mi suegra atendía su visita, luego cuando llegó la hora de irsen Amanda le dijo a Santi que subiera a Daniela otra vez, me miró como tratando de despertar celos en mí, pero yo actué normal, con una sonrisa le dije que la subiera él para que Rafael no tuviera que subir, ella solo me miró, es obvio que yo confió en el hombre que tengo a mi lado.

 

Al día siguiente Santi reunió a toda la familia en la sala, todos tenían curiosidad de saber que pasaba aunque ya se imaginaban de lo que queríamos hablar, se sentó a mi lado me tomó de la mano, Juan observaba desde su habitación.

—Santi: Diana y yo queremos contarles algo, nos vamos a casar— lo soltó sin anestesia no se imaginan la cara que pusieron todos, Amanda abrió los ojos como platos.

—Rafael: Ya lo pensaron bien, el matrimonio es un paso muy importante que no puede tomarse a la ligera, ¡no es un juego muchachos!   

—Amanda: ¿Por qué tanta prisa?— lo dijo con doble sentido. 

—Santi: Madre no es por lo que ustedes piensan, Diana no está embarazada, si nos queremos casar es porque nos amamos y no queremos esperar más.

—Diana: No es un capricho como todos piensan, es amor, y ambos queremos formar nuestra propia familia.

—Luna: Muchas felicidades— sonrió.

—Mariana: Felicitaciones—sonrió—,se echaron la soga al cuello—soltó una risita.

—Amanda: ¿Cuándo se casan?  

—Santi: Estamos haciendo todos los tramites, cuando todo esté listo ponemos la fecha, pero de este año no pasa.

—Rafael: Si ya tomaron esa decisión imagino nada los hará cambiar de parecer, piensen   bien las cosas, se supone que uno se casa para toda la vida, aún tienen tiempo para pensar bien las cosas, mucho más ahora que vivirán en la misma casa, en estos meses puede pasar muchas cosas y darse cuenta si de verdad se quieren.




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