Mi Primera Vida

SINOPSIS

En algún momento del espacio-tiempo; mucho antes de la existencia de la raza humana, el sol y la luna vivían en completa plenitud y armonía, siendo razón de envidia de las nubes y estrellas por la inmensidad del amor que se profesaban. Un amor tan grande, tan mágico, tan real. Por donde pasaban, atraían todas las miradas pues además de ser hermosos, las sonrisas en sus rostros y el brillo en sus miradas cada vez que se encontraban era de envidiar. Un amor en donde ambos se preocupaban por el otro, donde se brindaban miradas cómplices, donde los chistes y las carcajadas nunca faltaban, y en donde no había secretos y donde solo prevalecían las promesas. Siempre estaban juntos, lo que hoy en día se catalogaría como algo toxico pero que, para ellos estaba perfecto. Ambos estaban de acuerdo con ello y si, tanto el sol como la luna les parecía maravilloso, ¿Quién podría romper esa hermosa burbuja en la cual se encontraban? Sin duda alguna, un amor difícil de encontrar en estos tiempos, pero no imposible. 

Sin embargo, tiempo después se enteraron que deberían separarse por un bien mayor puesto que los líderes habían decidido crear unos nuevos seres. Seres que vivirían en un lugar llamado tierra, del cual deberían cuidar y proteger, procurando preservar así la existencia de su raza. Y los encargaron, al sol y la luna de resguardar y guiar los pasos de estos seres desde lo más alto, un lugar llamado cielo. En donde solo existiría el día y la noche. El día, liderado por el sol y sus colegas las nubes que, aquí entre nos, son un tanto bipolares. En un momento pueden estar brillando en su inmenso esplendor, danzando sin parar con la melodía de la naturaleza, trazando figuras en el aire que los pequeños e insípidos humanos tratan de adivinar. De estar tan radiantes, pueden pasar a la penumbra total, dotando del aire un aroma a humedad ocasionado por la incesante lluvia que parece no acabar, llamando a sus amigos los truenos que resuenen en todo su esplendor como señal de su frustración y furia, por algo que, tal vez para nosotros parezca de mínima importancia pero que, para ellas resulta de algo tan imprescindible que nuestra muestra de indiferencia solo logra enojarlas más. Entonces, una vez calmadas las nubes, el sol llama a su gran amigo el arcoíris, para que reluzca y endulce un poco el día de los frágiles humanos, con sus hermosos colores adornando lo que llamamos cielo. 

Y la noche, liderado por la luna y las estrellas, siendo un farol en la penumbra de la oscuridad que la azota. Las estrellas, danzando en la oscuridad, creando las famosas figuras que nosotros conocemos como constelaciones. Oh, pero claro, en raras ocasiones prefieren esconderse del ojo humano tal vez para vivir en un rato de inmensa tranquilidad y soledad. Tal vez la noche en comparación al día carezca de importancia para algunos, pero no siempre fue asi. Desde tiempos remotos la noche ha sido utilizada para cosas malas, hechas por personas malvadas pues la noche esconde secretos, misterios y es lo más cercano a un plano más astral, un poco trascendental se podría decir. Oh la noche, pobre noche, pocos valorando su gran significado. Pobres seres dominados por su ignorancia e ingenuidad, ¿Qué podría ser, insignificantes humanos que no pueden ver más allá de su propia frente, la noche? O ¿Qué no podría representar los problemas del día? Mucho más allá de solo unas palabras y poco razonamiento. La sombra siempre persiguiendo al día, y la oscuridad siempre azotando la noche. Pobres e inútiles humanos. 

En fin, para cumplir dicha misión que les fue otorgada, la pareja más querida y envidiada de toda la galaxia se verían obligados a separarse para siempre dado que, mientras el sol cuidaría los pasos de estos seres, envolviéndolos con su luz para que "la sombra" no pudiera acercárseles. La luna los resguardaría de noche, en donde la oscuridad estaría siempre al acecho.  

—¿Qué es la sombra y la oscuridad, mami? —pregunta la niña con la confusión reflejada en su pequeño y delicado rostro. 

—Son entes que están al acecho y que, a la mínima oportunidad ingresan en nuestros corazones lastimándonos a cada minuto, cada instante. No nos dejan en paz, es más nos la quitan. —contesta la joven mujer. Su rostro contrayéndose con cada palabra que sale de su boca. El recordar es lo que más duele. — Todo aquello que te gusta deja de hacerlo, todo aquello que hacías ya no lo volverás a hacer, toda tu luz se verá opacada por su oscuridad. Todo deja de tener sentido para ti y te conviertes en un ambulante. Alguien que solo va por la vida porque si, no tiene razón de ser ni de vivir. Simplemente se limita a existir. 

—Eso es feo, mami. —expresa el niño con el entrecejo fruncido. 

—Lo es, cariño. Lo es. —asiente la joven recuperando aquella sonrisa brillante que la caracteriza. —En algún tiempo yo fui un ambulante, pero eso es una historia para otro momento. Ahora, si prometen no volver a interrumpirme, les contare la historia. 

Recibiendo un asentimiento por parte de ambos niños, la joven mujer se dispuso a continuar con aquella bella historia. La historia de su primera vida. 

 



#15129 en Novela romántica
#2859 en Joven Adulto

En el texto hay: problemas, romance, amor

Editado: 31.12.2022

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.