Capítulo 11
El Chico
Siempre pensé que yo no era la única en estar interesada, ya lo había visto pillarme en otras ocasiones, pero no sabía que él igual. No estaba ahí por casualidad, él era igual a mi antiguo yo, desaparecía de inmediato de la escuela, ¿Qué hacía aquí tan tarde? En cuanto notó mi mirada sobre él se apresuró en irse.
Oscar ¿Qué hacia aquí? ¿Cuánto tiempo había estado mirándonos?
—Yo... Tengo que irme — susurro sin apartar mi vista del chico quien ahora a dado media vuelta y se ha ido. No puedo mirar al Profesor a los ojos, me sentía triste y ridícula. Él asintió y arrastro su asiento abriéndome espacio para salir. Me incliné y tomé mi bolso donde él lo había dejado. Di ligeros pasos hacia atrás para apartarme de él. Sonreí y me di media vuelta para dirigirme hacia la puerta, al llegar a la entrada frené mi paso para escuchar su voz.
—Buenas noches Sofi— Salí sin decir nada. No pude contestar, salí lo más rápido que pude para gritar en mis adentros. ¿Casado? No era algo que no sospechara ya que era apuesto, inteligente y... adulto. Pero tenia la esperanza e imaginaba que podría ser un soltero codiciado. Pero me había equivocado.
Corrí hacia la entrada para poder alcanzar a Oscar, no se que quería hacer, pero quería verlo. Pasé por la plaza cívica pero no había nadie, todo estaba solitario. Respiraba agitada, llegué a la parada de autobús donde creí que tal vez ahí lo encontraría, pero en absoluto.
Los días prosiguieron y omití mencionar en nuestras conversaciones sobre la esposa del profesor a Elia, no quería hacerla sentir ridícula al igual que yo. En realidad pensaba que no podría ser prudente mencionarlo, todavía.
Me escondí en la sala de computo, aun sentía tristeza y decepción pero seguí esperando su encuentro por el pasillo. Miraba por ambos lados para pero me sentí avergonzada cuando pasó antes sin darme cuenta, cuando alcé la cabeza este pasaba frente mío, sus ojos azules se hicieron grandes, sonrío gracioso al ver mi rostro lleno de sorpresa al encontrarlo tan pronto, sonreí avergonzada cuando supe que él había notado que lo estaba esperando. Se dirigió con su grupo al pequeño auditorio para ver una película, en su momento le reclamé por ello más ya que a nosotros siempre nos exigió estudio y nunca nos relajamos como siempre grupo con él, o al menos no nos lo permitíamos, ya que su carácter controlador nos perturbaba.
—Olvida la cosas malas Sofi —comentó al escuchar mi queja— disfruta lo de ahora...esto...—dice con la mirada perdida en la nada mientras esperábamos en las bancas sentados.
No supe a que se refería cuando dijo "esto" ¿Se refería a su cambio de temperamento? ¿A que se libró de nosotros? o ¿a nosotros? Sacudí mis pensamientos y sonreí cuando le vi girarse a mi.
—¿por que no entras al aula conmigo?—ofrece.
—¿A ver la película?—pregunto incrédula, él asiente — ¿No cree que sería raro?—digo y le escucho reírse llevando una mano sobre su boca para ser discreto.
—¿Por que?... Solo eres una alumna como las demás—afirma volviéndose a mi.
Auch! Claro, lo olvidé, sí... Soy solo una alumna.
Esperé unos minutos afuera de la puerta del auditorio, me pensaba para entrar para no verme sospechosa ante los demás alumnos y compañeros que andaban fuera del aula en nuestro módulo libre. Entré discreta y cerré la puerta detrás de mi.
El aula estaba oscura, así que me adentré tentando las sillas con forro rojo que permanecían pegadas al suelo para no caer 'me preguntaba en cual de todos los lugares podía encontrarse' ya que el lugar donde debía estar el profesor estaba vacío, mire a todos lados, algunos alumnos me miraban extrañados, ya que reconocían que no era perteneciente a su grupo. La película ya había comenzado, así que camine con precaución para no caer sobre ellos. Pasé de ellos cuando noté cinco asientos vacíos apartados de ellos. Me encaminé hacia ellos cuando sentí a alguien tirar de mi brazo hacia abajo, provocando que me inclinara y cayera en uno de esos asientos.
Al caer sobre el asiento acojinado alce mi cabeza abrumada encontrándome con una sonrisa divertida.
—Estas distrayendo a mis alumnos —susurra delante de mi sin soltarme aun del brazo.
—Lo siento, pero usted no me dijo en que lugar estaría—comento—Si usted me había invitado, debió esperarme—reproché en el mismo tono de voz que el de él.
Sonrío conmigo y soltó de mi lentamente. Los minutos de la película corrieron lentamente , una escena provocó que fuera la única en la sala en estallar en risa, no podía contenerme y Chris lo notó, ya que cubrió mis labios con su mano para hacerme callar un momento, sus alumnos me miraron divertidos ya que mi risa destacaba por ser escandalosa y peculiar entre todas, apartó sus manos de mi nuca y boca para después picar bajo mi costado, salté sobre mi asiento ante sentir su tacto, pues era demasiado cosquilluda.
Si me quería callar ¿por que hizo eso? ¿A caso quería que yo estallara en risa y llanto?
Le viabrir los ojos en señal de que parara, me di cuenta que él no sabía lo que había provocado y que ya había iniciado una guerra para molestarlo. Comencé a responder de la misma manera, dando leves toques en su costado, parecíamos dos niños en medio de una bola de adolescentes. Noto a alguien mirándonos y me hizo guardar la compostura. Le escuché aclarar su garganta y poner un gesto serio, por lo que me giré disimuladamente. Algunos de sus alumnos nos miraban curiosamente, susurrando cosas.
Me acomodé de nuevo sobre el asiento y noté que Chris movía sus dedos nerviosamente. Le miré de reojo y su mirada permanecía fija sobre la pantalla. Si estos chicos malinterpretaban esto, estaríamos en serios problemas. Fue ahí donde supe que jugar de esa manera con mi profesor no había sido prudente de mi parte.
—Creo que estás llamando mucho su atención —escucho decir a Chris. Giro mi vista hacia él con el ceño fruncido—no me mires así—reclama arrugando la frente como si estuviera molesto, pero solo simulaba—se nota que les atraes— dice volviendo su mirada a la pantalla.