Mi Profesor

Ricardo

Capítulo 12

Ricardo

Aquel grupo comenzó a reunirse más seguido en la biblioteca para hacer exposiciones, por lo que me agradaba la idea de ver esos ojos verdaderamente agradables todos esos días.

"Que buena suerte" pensé, pues ya no rondaría aburrida por la biblioteca sola con Omar a mi lado, el simple echo de verle cada mañana hacía mis días más curiosos.

Era un chico particularmente algo apartado de los demás, tenía pinta de chico malo que guardaba distancia sobre los demás, de carácter fuerte y con corazón de un líder. Pero la realidad era otra, sí era de pocos amigos pero cuando se acercaba a hablar con alguien y sonreía, contagiaba a todos.

Mi corazón no se sentía agobiado por aquel sentimiento que comenzaba a desprender cada vez que le veía, pero si rogaba por que esta emoción se hiciera más fuerte del que me hacia sentir Chris, pues tenia la necesidad de que alguien rompiera con aquellos sentimientos hacia mi profesor, ya que sabía que podría salir lastimada o podía llegar al grado de la locura y hacer algo de lo cual podría arrepentirme.

Aquel miedo me amenazaba todos los días, pero por otro lado el impulso me hacia seguir buscándolo y mas aun cuando él me hacia saber que le agradaba mi compañía.

—¿Y? ¿Ya mejoró tu tiempo en el servicio? ¿Cómo te han tratado?— preguntó Nico mientras él se recargaba en la pequeña barda de donde yo estaba sentada.

—Ya no me quejo...—digo sin importancia.

—¿De verdad?— dice mirándome atentamente— ¿Qué pasó con aquel niño que te molestaba?-pregunta girándose a mi.

—Va todo bien, estamos haciendo las pases— contesto mientras veo salir a los del turno matutino.

—Eso es genial— sorprende Elia a nuestras espaldas.

No tardo en saludarnos. Dejó su mochila a un lado mientras se sentaba sobre la barda junto conmigo, se inclinó y besó la mejilla de Nico que se encontraba a una distancia más baja que nosotras. Desembolsa un paleta y la mete a su boca mientras pierde su mirada entre los alumnos al igual que yo.

—¿Qué fue eso?—pregunta Nico asombrado—¿Fue un suspiro?

—No suspiré—contesto mientras ambos amigos fijan su mirada en la mía.

—Si lo hiciste, mi pregunta es ¿por quien?—cuestiona de nuevo Nico. Veo a Elia, su flequillo está partido en dos, con un solo brazo se sostiene mientras que con el otro saca su caramelo de la boca para después esperar respuesta de mi parte.

Sonrío, lucían divertidos.

—Conocí a alguien— confesé y sueltan de pronto un grito—bueno, en realidad no lo conocí, solo lo he visto un par de veces.

De inmediato observé a mi amigo despegarse de la pequeña barda para posarse frente mío. Cualquiera que nos hubiese visto de esa manera hubiera creído que éramos pareja, pero solo quería asegurarse de que hablaba en cerio.

—¿Quién es?— pregunta la enana atenta, apegándose de igual forma a mi.

—Sofía tu conoces a gente todo el tiempo— aseguró Nico y tenía razón. No era la típica chica tímida que no sabia hablar con las personas era todo lo contrario, en todo momento me hacia de un amigo nuevo.

—Si bueno, pero el es un chico—respondo. Me miran curiosos, en especial Nico, que me conocía con la palma de su mano—es de mi edad—recalco por lo que la frente de mi amigo se relaja— bueno, al menos es lo que parece porque si no yo...

Nico pone su vista en blanco y se separa un poco de mi.

— ¿Dónde lo conociste? ¿Es de la escuela?—pregunta.

—Si—contesto entusiasmada—es de la escuela, su salón a pasado tiempo en la biblioteca.

—¿Así que lo conociste haciendo el servicio?—agrega Elia.

—¿En el servicio?—pregunta Nico, asiento a ambas preguntas.

—¿Yyyy? ¿Cómo es?— preguntó emocionada la enana—cuéntame con detalle—advierte.

La boca se me seco al verlo. Caminaba en dirección de los sanitarios.
Hay mi Dios! Nosotros estábamos en esa dirección.

—diablos Sofi, no me dejes así—regaña Elia mientras lanza su paleta al césped.

—No puede ser— solté nerviosa emocionada. No había pasado la hora de salida para ellos, que afortunada soy.

—¿Qué te sucede?— preguntó Elia intrigada.

—Se dirige hacia acá— respondo entre dientes— él es de quien les hablé.

—¿Quien?—pregunta Nico buscando con la mirada de entre todos los alumnos del turno vespertino.

—¿Acaso es el de sudadera negra?—pregunta Elia.

—Si, o tal vez sea el de pantalón gris ¡No inventes! —bufa Nico con referencia a que todos cargaban sudadera negra y pantalón gris por que ese era el uniforme.

Me giré hacia ellos y ellos se acercaron más a mi.

—Es el chico de mochila azul con gris, es el chico de piel blanca —confieso. Ambos alzan su mirada "discretamente".

—No-puede-ser....—marcó Elia asombrada— ¿Ricardo?.

Nico no tardó en enfocar al chico de entre todos y agrandó sus ojos.

—No inventes!

Escuche a Nico reír bajo, mientras se ponía una mano sobe la boca.

—¿Ricardo?— pregunté intercambiando mirada hacia ambos—¿Lo conocen?—cuestiono bajando de mi lugar.

—¿No te lo recuerdas?— dice Nico tomándome de los hombros y haciéndome dar media vuelta, para quedar con la vista hacia la plaza cívica, dónde caminaba aquel chico—¿Recuerdas cuando Erika y Esme dijeron que querían presentarte a alguien a principio de año?—me dice cerca al oído—Claaaro, tú lo rechazarías... y estuvo bien, digo, tú solo venías a la escuela a estudiar. Excepto por que te toparías al Profesor Chris después...

Me gire hacia mi amigo y le miré perdida. Recordaba aquél día.

'-Solo te robará un minuto-intenta convencerme Esme mientras jala de mi brazo por los pasillos de los salones.

-No quiero conocer a nadie...-digo dejándome arrastrar.

-Es un buen tipo-dice- o al menos lo quiere ser contigo-mustia entre dientes.

-¿Qué? No, mucho menos.

-Solo deja que hable contigo...-defiende Erika.

-Escuchen chicas!-dijo soltándome de su agarre-No quiero hacerlo. Si voy ahora con él, creerá que le estoy diciendo que sí, se que los chicos piensan así ahora-suspiro cansada-no quiero darle alas.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.