14 | Víctor

Desperté no queriendo hacerlo porque sabía que si miraba a mi lado ella no estaría. Sus cabellos no estarían enredados en la almohada, su cuerpo no estaría con ese pijama de unicornio y sin dudas no me darían los buenos días sus ojos azules. A mi costado efectivamente estaba una castaña, pero no de ojos azules. Kara abrió los ojos bostezando para luego girarse y seguir durmiendo sin ser interrumpida.

No sé en qué momento de la noche mi hermana termino pasándose a mi cama, pero ahora entendía las patadas que no fueron sueños, sino que de verdad estaba siendo pateado por Kara. Mi hermana cuando no puede dormir y mis padres tienen la puerta de su habitación cerrada Kara viene a mi cama o cuando vivía Melanie aquí iba con ella. Por lo general siempre me despierto cuando ella viene, creo un fuerte de almohadas para evitar aplastarla y que ella no me esté dando patadas.

- Levántate Kara es hora de desayunar - estirándome en la cama salgo quitándole las sabanas a mi hermana dejando expuesto su pijama de corazoncitos. Ella se arrolló como un ovillo en la cama abrazando a Toby sin ánimos de querer abrir los ojos.

Pasando una mano por mi nuca revolví mi cabello intentando despertarme del todo. Bostezando un poco volví a cubrir con las sabanas a Kara que ahora se parecía más a un burrito que a una persona. Tomé la primera topa limpia que encontré tirada por la habitación y tomando una toalla salí para ir al baño.

Entrando en el comedor me encuentro a Melanie desayunando junto a mis padres, no me pareció extraño ya que últimamente ha estado más en la casa que en el apartamento que comparte con sus amigas. La universidad a la que va mi hermana queda a dos horas de aquí por lo cual ella junto a un grupo de amigas alquilan un apartamento que esta una cuadra del centro de estudios. Desde que comenzó la universidad había estado viniendo pocas veces a la casa, pero en las últimas semanas parecía que vivía metida aquí.

- Kara baja a desayunar - grito mamá poniendo en la mesa su desayuno habitual, desde que mi hermana se quedó en casa de su amiga no ha dejado de hablar de eso. Fue la primera vez que estuvo lejos de casa y aunque mi madre tenía confianza con la mamá de la otra menor aun así estuvo preocupada por mi hermanita.

- ¿Melanie cómo te va en la universidad? - la nombrada elevo su mirada a nuestro progenitor mostrando una sonrisa. Mi hermana siempre fue una consentida de papá y tener su aprobación para irse a estudiar contaduría hizo que el momento de mudarse fuera menos duro para ella.

- Excelente papá estoy esforzándome mucho para cuando vengan las semanas de exámenes antes de vacaciones de invierno - logrando apenas una mueca de sonrisa Melanie dejo de mirar a nuestro padre y se centró en terminar de desayunar. Gesto que no pasó desapercibido por nadie, Mel siempre fue la que más habla de sus estudios con papá. Pero esta vez su silencio hizo que todos pensáramos que algo iba mal y no era con los estudios.

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El sol cayo mientras que acompañaba a Melanie de regreso a su departamento. Sumidos en un silencio que volvía todo el ambiente aún más extraño, Melanie apoyo su cabeza contra el vidrio del copiloto y empezó a llorar. No era un llanto desesperado o desgarrador sino uno apenas visible si no la mirabas sus lágrimas caían, pero Melanie continuaba con la mirada perdida.

Estacione frente a un parque sin decir nada mire a mi hermana que incorporándose en su asiento seco sus lágrimas. Cosa que fue inútil cuando nuevas comenzaron a descender, rodeándola con mis brazos la acerco a mi pecho intentando reconfortarla de alguna manera. Pocas veces había visto a Melanie llorar y en todas esas sabia la razón pero ahora me era desconocido el motivo de su tristeza.

Lloro hasta que ya no tuvo más lagrimas que derramar y rompiendo el abrazo seco sus mejillas. Tenía la cara manchada de maquillaje negro, los ojos rojos e hinchados por llorar y la mirada triste.

- ¿Quieres hablar? - preguntarle cómo esta sería estúpido. Los ojos marrones de mi hermana me observan durante unos segundos antes de pasar sus manos por su cabello llevándolo hacia atrás. Formo una línea con sus labios que poco a poco fue abriendo.

- Tuve problemas con Carlos discutimos y desde hace un par de semanas descubrí que se está revolcando con Flor - ella dejo escapar un bufido para luego golpear la guantera con su puño y volver a llorar. El novio de mi hermana es un latino del país de Uruguay, llamado Carlos Rodríguez tiene veintidós años y parecía ser un buen chico. Ahora solo quiero partirle la cara por hacer llorar a Melanie.

- Voy a matar a ese idiota - abrace de nuevo a mi hermana intentando contenerla. Odio ver que a Melanie le rompieron el corazón y encima de la peor manera su novio y mejor amiga.

- No harás nada Víctor porque yo siempre actué bien, soy una buena persona, soy una buena novia y creo que soy una buena hermana. Pero nada de eso sirve esta no es la primera vez que Carlos me engaña... - confeso entre lágrimas alejándose de mí. Aprieto mis puños queriendo tener al novio de mi hermana enfrente para enseñarle a cómo debe respetar a una chica.

- ¿Dime que lo dejaste Mel? - los sollozos de su llanto cesaron y elevando su mirada hacia pronuncio las palabras que dolieron, pero necesitaba oírlas.

- Anoche es por eso que aparecí temprano en casa - miro por la ventana abrazando sus brazos un ligero temblor recorrió su cuerpo antes de volver a hablar - Discutí con Flor y al parecer Luna esta de mi lado, pero de todos modos no quiero ver a esa traidora ni mucho menos a Carlos - se giró a verme demostrando que mi hermana mayor a la cual siempre había visto fuerte y decidida ahora estaba completamente rota.