31 | Emily

– No te molestara que me siente aquí ¿verdad Harry? – la morena despampanante de Cheryl se sienta sobre las piernas de uno de los chicos del equipo. Charlotte se sienta alado de Tayler y Jodie en el ultimo lugar libre ya que su amiga busco un lugar en la mesa.

Lauren estaba incomoda al igual que Tayler, pero nadie se animaba a decir algo. Fue como si aquel ambiente relajado que había en la mesa hubiera sido absorbido por un hoyo negro. Cheryl se acomodo sentándose de costado sobre las piernas de Harry permitiendo que el chico terminé su almuerzo.

– ¿Puedo preguntar porque hay tanto silencio? – hablo Charlotte pinchado su pata de pollo con ensalada de papas – Interrumpí su charla sobre si Peter me volvió una drogadicta – todos en la mesa quedamos en silencio mirándonos entre todos. Nadie había querido juzgar a Charlotte pero el resto de la cafetería si, incluidas algunas de sus compañeras de porristas. Las había escuchado destrozar a Charlotte con frases hirientes, sobrenombres que esconden claros insultos y lo que me pareció peor es que luego de eso la saluden tan sonrientes.

– Charlie como puedes pensar que dejaría que mis amigos hablen mal de ti – contesto Víctor con un tono de indignación en su voz.

– Víc se que tu no dejarías que hablen mal de mi pero tienes que admitir que hasta las chicas que se supone son mis compañeras fueron las primeras en esparcir rumores – llevo un pedacito de pollo a su boca y miro a mi novio que no supo que decir. Ella tenia razón todo el mundo estaba opinando sobre lo que paso en el entrenamiento de porristas.

– La gente siempre hablara Charlotte no te preocupes por lo que digan esas chicas, siempre ceras la reina de este lugar – hablo Jodie con cierta emoción en el timbre de su voz, la pelirroja sonrió por lo bajo pero no dijo nada.

Luego de eso todos volvimos a retomar la charla amena que había en la mesa y se puede decir que volvimos a un ambiente menos tenso. De igual modo Lauren y Tayler seguían incómodos pero se fue remando la situación.

A la hora de la salida Víctor me estaba esperando a un lado de su coche y en cuanto me vio me sonrió. Corrí de inmediato hacia él para darnos un beso largo que nos merecíamos por el que no nos dimos en la mañana. Nos reímos entre el beso como dos locos enamorados, ninguno quiere separarse del otro pero teníamos que hacerlo hay que volver a casa.

Cuando cerré la puerta de mi casa lo primero que hice fue soltar un suspiro y dejar caer mi mochila al suelo. Quería ir corriendo a contarle a papá sobre que Víctor acepto venir a la cena de mañana pero una notificación me freno. Reviso mi celular viendo que es de Facebook, hace mucho que no entro tengo un montón de notificaciones pero la ultima es la que hace mi mundo temblar.

Tengo un nuevo mensaje. Uno que estoy dudando entre abrirlo o ignorarlo y hacer de cuenta que nunca lo recibí. Pero necesitaba saber que era lo que decía, no podía contener mi curiosidad. Luego de tanto tiempo me envía un mensaje y enzima por Facebook.

Zac Cowen

Hola Emily se que este mensaje te tomara por sorpresa después de tanto tiempo sin hablar. Solo quería decirte que se hará una ceremonia en memoria de Natacha por su cumpleaños. Cerbero me pidió que te avisara quiere que todas las personas importantes para Nat estén en la ceremonia. Sera el fin de semana un día después de su cumpleaños en casa de sus padres.

El mensaje no decía mas nada pero de todos modos me dejo muda frente a la puerta. Un nuevo mensaje de Zac me llego confirmando la hora y si decidía ir debía vestir de negro con algún detalle rosa. El color favorito de Nat.

No sabia que responder, no sabia que pensar, ni siquiera podía moverme y la angustia dentro de mi pecho creció. Mi cuerpo se estremeció cuando unos brazos me rodearon y escuche la voz suave de papá diciéndome que todo estaría bien. Los espasmos del llanto llegaron, las lagrimas continuaban descendiendo por mis mejillas y los recuerdos con Natacha me estaban doliendo.

– Las ex-traño pa...pá – hable entre llantos aferrándome a sus brazos porque me estaba derrumbando una vez mas. La culpa me estaba carcomiendo por dentro y a pesar de que intente salir adelante debo cerrar mis viejas heridas del pasado, pero primero debo despedirme para poder pasar la pagina.

– Lo se mi niña, me gustaría poder ayudarte pero es imposible no podemos volver al pasado por mas fuerte que lo deseemos las cosas pasan por algo – besando mi cabeza papá dejo escapar un par de lagrimas, él perdió al amor de su vida. Llore con fuerza hasta que ya no pude hacerlo mas y un fuerte dolor de cabeza vino para remplazar las lagrimas. Mis ojos estaban rojos, calientes e hinchados, la buena noticia que le tenía a papá se retraso para contarle el desencadenante de mi llanto.

– Zac me mando un mensaje a Facebook el fin de semana harán una ceremonia por el cumpleaños de Natacha, su novio Cerbero quiere que yo asista por que era la mejor amiga de Nat – suspire apretando mis labios y agache un poco la cabeza viendo mi té humeante.

– ¿Quieres ir? – pregunto papá con un tono comprensivo – Puedo llevarte princesa solo si necesitas ir, no estas sola – levante mi cabeza para ver a mi padre con unos ojos amorosos y comprensivos. Dejando el té de lado me levante para darle un abrazo fuerte.

– Necesito ir, tengo que despedirme de Nat para poder seguir avanzando – papá comprendió y asintió acariciando mi cabello.