Mi querido tulipán ( Bilogía Familia #1) (2015)

CAPÍTULO 5

El Domingo por la mañana llamaron a la puerta de la habitación de Alma muy temprano, con mucho sueño se dirigió hacia ella y la abrió, en el suelo había una nota.

 

«Sueño con que algún día me des el sí definitivo, eres lo mejor de mi vida, Eric»

 

Como a una boba, se le dibujó una sonrisa de oreja a oreja, sabía que era una ñoña pero en ese momento no le importó, se sentía amada. Después pasó por la habitación de su padre para irse juntos para el circuito.

—¿Te encuentras bien?—preguntó Tomás sorprendido por la rápida recuperación de su hija.

—Perfectamente papá.

—Me alegro cariño. Vamos llegó el gran día.

Hacía un precioso día de carreras, el sol lucía espléndido y la temperatura era bastante agradable. Tomás como era su costumbre últimamente se fue con Nowak, Alma ya no le daba importancia.

—Mucha suerte, hoy vas a ganar ya lo verás—se acercó hasta la posición de Eric.

—Gracias—la tomó por la barbilla con su mano enguantada—Tengo el mejor amuleto—Alma puso cara de no saber de que estaba hablando—¡Tú!

—Perdón pero es que estoy un poco espesa hoy, por cierto, me ha gustado el detalle de la notita.

—¿Eso es un sí?

—¡No! De momento es un ya veremos. Y ahora vete ¡Es la hora!

Alma se retiró y Eric salió del box, la carrera estaba a punto de empezar. La carrera arrancó y como era costumbre Nowak y Eric iban en cabeza, pero aquel día era diferente, estuvieron pasándose toda la carrera el uno al otro con maniobras un tanto polémicas, pero después de una gran lucha Eric consiguió su ansiada victoria.

—¡Lo ha hecho, lo ha conseguido, por fin ha ganado!—gritaba Alma abrazando a su padre—¡Yo sabía que lo haría!

—Ese novio tuyo es un poquito guarrete, ha estado a punto de tirar a su compañero, debería ser sancionado.

—¡Papá, no digas eso! Ha ganado quién se lo ha merecido más y ya está.

—Alma, deberías ser objetiva, ha estado poniendo dos vidas en riesgo ¿Es que estás ciega?

—No papá, en fin dejémoslo no vamos a llegar a ninguna parte.

En cuanto Eric llegó al box, después del podio, la buscó por primera vez y quiso celebrar con ella el escaso tiempo que tenía hasta la siguiente carrera.

El semáforo se puso de nuevo verde y comenzó la segunda manga, muy similar a la primera, salvo porque Eric se metió por donde era imposible meterse y tocó a Nowak con la mala fortuna de que el neerlandés cayó al suelo, la moto quedó destrozada, su carrera había concluido.

Estaba furioso, de hecho no se tomó la molestia ni de quitarse el casco, entró al box, pasó de largo y se fue al hospitality del equipo.

—Te lo dije, es un guarro, hasta que no lo ha tirado no ha parado—Tomás seguía en sus trece defendiendo a Nowak.

—Papá, ha sido un incidente de carrera, todos lo han visto así ¿Por qué de repente defiendes tanto a un hombre que apenas conoces?

—Porque ese hombre como tú lo llamas, se ha ganado mi confianza y mi respeto en dos días,  cosa que el cat… Eric no ha conseguido aún.

—De acuerdo papá, no voy a discutir contigo por una tontería así, sigamos la carrera.

Al no estar el neerlandés, la carrera fue un paseo militar para Eric, finalmente la ganó.

Después de la celebración en el box, Eric invitó a Tomás y a su hija a cenar aquella noche, Tomás declinó la invitación alegando que estaba demasiado cansado, Alma insistió en quedarse con él, pero al final cedió.

Fue una velada fantástica, se divirtieron mucho hablando de todo un poco, Eric volvió a insistir con Alma con lo de la boda, pero ella no cambió de opinión. Una vez que llegaron al hotel se separaron, al llegar a su habitación vio que alguien la estaba esperando en la puerta.

—¿Para qué quieres el móvil? No has visto la cantidad de llamadas perdidas que tienes.

—¿Qué hace usted aquí?—preguntó extrañada.

—Tu padre en un hospital y la señorita de fiesta ¡Muy bonito!

—¡Mi padre en el hospital! ¿Qué ha pasado? ¿Dónde está?—de repente su burbuja estalló devolviéndola a la cruda realidad.

—Lo encontré en la habitación inconsciente, al principio pensé que dormía, pero luego comprobé que no era así, mi hermana y yo lo llevamos al hospital, Alina se ha quedado con él, y te estuvimos llamando y como no cogías el maldito teléfono tuve que venir a esperarte.

—¡Lléveme inmediatamente con él!—lo cogió del brazo intentando arrastrarlo pero no lo consiguió.

—En mi país las cosas se piden por favor.

—¡No me joda y lléveme ya! ¡No es el momento para sus tonterías!—gritó fuera de sí.

Por primera vez desde que la conoció, no quiso responderle, acto seguido los dos se fueron directamente a ver a Tomás.

No cruzaron una palabra en todo el camino, cuando llegaron a su destino, Alma saltó del coche casi antes de que parara, salió disparada a la recepción del hospital a preguntar por su padre, una vez que le indicaron donde estaba, se encontró con Alina.




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