Mi Rey

11

Paso toda la mañana junto a Ruby. Abriendo regalos y escribiendo otras de agradecimiento.

He recibido más de veinte vestidos con sus correspondientes zapatos a juego. Siento que no me pondré nada de esto pero tampoco quiero herir a alguien devolviendo un regalo.

Igual le regaló algún vestido a Ruby y Yami. No dudo de su belleza y de su calidad. Simplemente es que yo soy una persona que vive en vaqueros con chándal.

Bueno ya solo quedan dos regalos, cojo uno entre mis manos y veo que es pesado.

Estoy segura que aquí dentro no hay vestidos ni zapatos.

Rompe el papel que lo envuelve y no puedo evitar dar un grito. Ruby y los guardias sé asustan estos últimos llegan rápidamente a mi lado.

--- Lo siento, solo fue un grito de sorpresa --- digo un poco avergonzada.

Me han regalado un portátil, no le lo puedo creer. Después de más de un mes sin ordenador al fin tengo uno. Lo dejo en la mesa y cojo el último paquete.

Creí morir cuando veo de que se trata es un teléfono móvil de último modelo.

Salto, bailo como una boba con el móvil entre mis manos, después de un rato me doy cuenta de que mi felicidad es efímera. Ya que necesito el permiso de Alan para poder usar las dos cosas.

--- Ruby puedes elegir el vestido y los zapatos que más te gusten---

--- Habla en serio Luna!--- dice emocionada.

Asiento con la cabeza y le dejo una sonrisa. Ella está como loca al final se decide por uno en color negro y piedrecitas brillantes.

Al menos he hecho feliz a alguien.

Le pido a Rudy que le pida a alguna de las chicas que guarden todos los vestidos y los zapatos en el armario. Cuando venga Yami a casa también le regalaré uno, pero mientras tanto no van a estar en la sala de estar.

--- Alguien sabe dónde está Alan? ---

--- Está en su despacho Luna---

Nunca he ido a su despacho, pero supongo que alguna vez tiene que ser la primera.

Me dirijo hasta él con el ordenador y el móvil en la mano.

Voy a tocar la puerta cuando escuchó su voz desde dentro indicándome que pase.

Como puede haber sabido que yo estaba aquí si ni siquiera he hecho ruido y he tenido tiempo de tocar la puerta.

En fin serán cosas de lobos.

--- Que quieres Abigail estoy muy ocupado ---

Malo, cuando me llama por mi nombre completo es que está molesto o enfadado por algo.

--- Nada perdóname, volveré en otro momento ---

Deja lo que está haciendo y me mira intensamente, a veces pienso que me quiere comer con la mirada es algo tan difícil de explicar.

--- Mira me han regalado esto...--- dejo las cosas en la mesa para que las pueda ver.

--- Me preguntaba si tú... si tú ...---

--- Si yo qué?---

Sabe de sobra lo que quiero decir pero aún así tiene que hacerme de sufrir un poco más.

--- Bueno ya sabes...--- el levanta una ceja y me observa en silencio.

--- No lo sé, ilustrame Abigail...---

--- Está bien, me gustaría saber si puedo usar el ordenador y el teléfono---

--- Con el ordenador no tengo inconveniente, aunque borres el historial puedo ver todo lo que has hecho con él...---

Siento que la sangre me hierve, no me gusta ser su prisionera y tener que pedir permiso para todo.

--- El teléfono no lo veo claro, la verdad ---

--- Pero si tú tienes uno! Porque yo no puedo tener uno también---

--- Es diferente ---

--- Por que es diferente!--- digo elevando mi tono de voz.

Cosa de lo que me arrepiento a los pocos segundos ya que veo que sus ojos cambian de color. Y cuando cambian ya sé lo que viene detrás.

Da un enorme gruñido, esta vez soy más rápida que él cojo el ordenador y subo corriendo hasta mi dormitorio.

Me meto en el baño y cierro el cerrojo. He dejado mi móvil nuevo en su despacho, pero qué más da si nunca me dejaría usarlo.

Escucho pasos en la habitación,y como la manilla del baño se mueve.

Me meto dentro de la bañera y me hago un ovillo.

--- Déjame entrar Abigail, no estoy para bromas---

No respondo, la voz parece no querer salir de mi garganta.

--- Está bien, entonces por las malas---

Escucho un fuerte golpe y veo como la puerta cae al suelo.

Sin poder evitarlo comienzo a llorar.

El se acerca hasta la bañera, estoy segura de que este es mi fin.

Si al menos hubiese hecho todas las cosas que quería hacer moriría tranquila, pero no he podido hacer casi ninguna. Al menos he tenido una amiga.

Espero a que llegue el golpe, pero pasan los segundos y este no llega. Levanto un poco la cabeza y lo puedo ver mirándome.

Sus ojos ya no son de color dorado han vuelto a ese tono tan característico entre azul y verde claro.

--- No puedes imaginar la paciencia que estoy teniendo contigo...---

De nuevo la adrenalina comienza a correr por mi cuerpo, y de mi boca salen palabras que jamás pensé que saldrían.

--- Estoy cansada de vivir con miedo, de tener que pedir permiso para todo. Lo he intentado de veras que lo hecho. Pero estoy cansada de que todo el mundo me oculte cosas y sobre todo estoy cansada de estar prisionera en esta casa. Así que por mí está bien si me quieres matar hazlo ahora mismo---

Un gruñido ensordecedor llena el cuarto de baño. Me saca de la bañera y me aprisiona en la pared.

No voy a bajar la mirada, esta vez no las lágrimas bañan mi rostro pero si hoy es el día de mi muerte quiero morir con la cabeza bien alta.

--- Cómo una cosa tan débil y frágil como tú se atreve a desafiarme. Deberías estar muerta de miedo y suplicando por mi perdón ---

dice con una voz diferente es como si otra persona estuviese hablando por él.

No digo nada, mantengo mi mirada clavada en esos ojos dorados.

De un momento a otro el me desnuda y me lleva a la cama.

--- Ya me he cansado de esperar, voy a reclamar lo que es mío ---

Va a abusar de mí, y lo mejor de todo es que no puedo hacer nada. Es imposible que yo pueda alcanzarle daño aún ser tan grande como él.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.