Narra Emma:
Alexander acaba de salir hecho furia y yo no estoy mejor, prácticamente me obligó a comer aunque debo admitir que el desayuno estuvo muy delicioso, dejando eso de lado me levanto, me dirijo al baño para hacer mis necesidades y es hay cuando me doy cuenta que llevo unos días que no me baño, me acerco a un espejo sobre el lavamanos y veo mi deplorable aspecto, tengo grandes manchas negras debajo de los ojos además de uno que otro raspón o moretón, salgo del baño y busco mi mochila, no la logro encontrar después de diez minutos, es cuando decido salir de la habitación al menos lo intentó ya que quiero creer que Alexander no es tan estúpido como para dejarla abierta y efectivamente está cerrada.
Busco maneras de abrir la puerta y al no encontrar nada decido intentar por la ventana, es pequeña pero yo también lo soy, la caída no es tan alta y hay algunos hoyos en la pared de dónde me puedo sujetar ,esto será sencillo pienso. Salgo por la ventana y me voy sujetando lo mejor que puedo, en un punto mi mano resbala y caigo para mí suerte o desgracia faltaba un metro así que la caída no fue tan grande, me levanto y observo los alrededores, hay muros con púas metálicas rodeando el gran perímetro de esta cas...mejor dicho mansión, veo algunos guardias así que solo me dirijo a la puerta principal ya que no creo poder escapar y mucho menos siendo de día, tocó un par de veces la puerta y para mi sorpresa quién me recibe es Alexander que me mira con los ojos muy abiertos, rápidamente me toma del codo y me obliga a entrar
-Que diablos hacías fuera- dice elevado la voz con evidente enojo
¹-veia los alrededores- digo con fingida inocencia
-Quien te dejo salir de tu habitación?- pregunta masajeandose el entrecejo con la mano libre
¹-salte por la ventana, me podrías decir dónde está mi mochila?- digo con simplesa y cambiando el tema
-Como que saltaste por la ventana? ¿Por qué no simplemente tocaste la puerta para salir?-
¹- Lo intente pero nadie me abrió- miento, la verdad es que me sirvió para poder sentirme un poco libre - ahora me podrías decir dónde está mi mochila y soltarme- dije intentando quitar su mano de mi codo
-No puedes simplemente quedarte quieta? A mí que me importa dónde esté tu mochila?!!- dijo elevado la voz, lo que me hizo querer salir de su agarre, comencé forcejear - JODER que te quedes quieta- grito
¹-Sueltame idiota - me tomo las dos manos y las sujeto con su mano derecha para con la izquierda abrazarme de el espacio que hay entre el pecho y el cuello acercándome más a él
-y qué si no te suelto?, ¿ Me golpearlas de nuevo?, Ya sabes lo que pasará si lo intentas- dijo con voz amenazadora y una sonrisa arrogante cree que no lo haré pienso
Seguí removiendome bruscamente lo que causó que le diera un golpe con el codo en las costillas, aunque no fue intencional sí fue fuerte ocasionando que me soltará ambas manos para tocar la zona afectada, tomé ese movimiento como la oportunidad que nesecitaba para alejarme de él
-VEN EN ESTE MOMENTO EMMA- grito lleno de rabia
Idiota creé que me acercaré a el pensé y rápidamente me dirigí a las escaleras, las subí a gran velocidad, revise cada puerta y solo una estaba abierta, entre justo cuando el subió las escaleras y se dirigía rápidamente hacia mí por lo que me adentre y me escondí en el primer lugar el cual era un baño (que si tenía cerrojo) cerré y me alejé de la puerta, segundos después escuché fuertes golpes
-JODER EMMA, SI NO HABRES LA PUERTA CONOCERAS LA PEOR PARTE DE MI- los golpes se convirtieron en patada -EMMA ABRE AHORA MALDICIÓN- grito y comenzó a patear la puerta con más fuerza
Sentí tanto temor y sus palabras me trajeron recuerdos de las peores golpizas que recibí por parte de mi "familia" mi vista se nublo debido a las lágrimas que caían rápidamente y el pecho se me estrujó dando una sensación de asfixia me agache y puse mi cabeza sobre mis piernas mi sentido de la realidad comenzó a desaparecer, sabía porque pasaba esto
Un ataque de pánico
Uno de muchos que he tenido, el mundo poco a poco desaparecido dando paso a una gran oscuridad, logré escuchar a lo lejos un golpe seco y entonces me perdí.
Narra Alexander:
Estaba lleno de enojo, la sangre de mis venas corría rápidamente
-EMMA ABRE AHORA MALDICIÓN- golpeé con más fuerza la puerta con el pie, la drenalina aumento y decidí intentar tirar la puerta, después de unos intentos esta cedió el se abrió de golpe, me adentre en el baño al encontrarme con esa imagen todo o cualquier rastro de enojo desapareció, me quedé en blanco no sabía que hacer o como reacciona, me moví después de unos minutos, me acerque lentamente Emma se encontraba en el piso temblando y con la cabeza entre las piernas, sus brazos rodeandolas y pequeñas gotas cayendo lo que me hacía saber que estaba llorando, ella quien sin ningún temor me enfrentó y me golpeó, ella quien solo en una ocasión lloro y no lo provoque yo si no con tan solo mencionar como fue su vida, ella se encontraba hay llorando y temblando, toque su espalda pero no sé movió solo siguió temblando
-Emma- la llamé suavemente, no obtuve respuesta - Emma por favor- la sacudí suavemente pero ni se inmutó, estaba ida
Mi única opción fue abrazarla y darle suaves caricias en la espalda ya que cada vez que la intentaba levantar comenzaba a temblar y llorar con mayor intensidad, después de unos minutos dejo de temblar y su cuerpo se relajo lo que me facilito el cargarla, ya no temblaba pero tenía sus manos en la cara, todavía se apreciaban pequeña lágrimas resbalando por su mejillas y acumulándose en su barbilla para luego caer, la lleve a su habitación y la recosté en su cama, ella me tomo de el cuello de mi camisa y escondió su cara en mi pecho, intente hacer que me soltará pero eso sólo logro que su agarre se intensificara así que decidí recostarme con ella, tanto ella como yo nos relajamos, ya no me sostenía, ya no lloraba, solo dormía, dormía tranquilamente sobre mi pecho, la abrace por la cintura y me dormí .