CAPÍTULO 5

Una semana llevo tratando bien a mis empleados, los únicos días en los que no me comporte como una jefa buena fueron los días en los que mas estrés tuve y todo a causa de los malditos compromisos que tuve en la empresa y fuera de esta... yo culpo a mis hermanos por ponerme en situaciones como esas, ellos son los que me presionan para que les prepare sus eventos casi al mismo tiempo sabiendo que yo estoy ocupada en otros proyectos mas importantes sin contar que el aniversario de mis abuelos esta a la vuelta de la esquina y por suerte este año lo prepara mi madre, que bueno que no soy yo o ya habría mandado a todo el mundo al diablo por fastidiarme con otras cosas. Mi familia esta loca, lo se, pero por lo menos somos una familia unida que como cualquier otra también tiene sus altas y sus bajas y la verdad es que me alegra que mi familia sea así, no la cambiaría por nada en el mundo.

Aunque aveces si me dan ganas de hacerlo, como justo ahora, mi querido hermano mayor, Sebastian, me esta llamando y yo estoy en medio de una reunion de negocios y no puedo prestar casi nada de atención por las constantes vibraciones de mi celular en mi pierna, ese idiota me las va a pagar muy caro por esto, pero es una suerte que mi preciado secretario este aquí conmigo en un momento como este, estoy tan agradecida de haberlo traído conmigo el día de hoy, lo hice mas para que las nuevas pasantes de la empresa dejaran de acosarlo todo el tiempo y para que dejaran de preguntarle que si es gay, aveces es tedioso tener a chicas hormonales y mas cuando si hay chicos que son gays con ellas y comienzan a coquetearle... es divertido, pero hay un punto en el que hay que saber parar. Como sea, la reunion estaba por terminar cuando me llego una llamada directamente desde mi madre, y si la señora Juliana llamaba había que contestar la llamada o atente a las consecuencias, no me quedo mas remedio que disculparme y salir a atender la llamada de mi madre.

-Mama, espero que sea importante lo que me tengas que decir porque me salí de una junta para atenderte- le dije lo mas suave que pude.

-Bueno, no es mama, pero sabia que no contestarías si no veías el numero de ella grabado en tu celular- yo lo mato- hermanita, lo que yo quiero es muy importante y te juro que después de esto no te molesto.

- Te voy a matar, Sebastian- suspire profundo- Tu mismo no te crees esa promesa bacía. ¿Que es lo que quieres?

-Bueno, papa dijo que seria lindo que compráramos el hotel que esta cerca de la empresa, ese que queda a dos calles... y yo le dije que hablaría contigo para ello, necesito que me ayudes a comprarlo- esto si que me tomo de sorpresa, mi hermano quiere comprar un hotel- Claro esta que Carlo y yo nos haremos cargo de...

-Espera un momento, Carlo esta en la editorial a parte de que esta escribiendo un libro, no podemos sobre-exigirle tanto, tu te encargarías del hotel por ti mismo o le pedirás ayuda a Arthur para ello, pero no te llevaras a Carlo... yo ya lo tengo ocupado conmigo aquí- esta bien idiota si cree que dejare ir así como así a Carlo, ademas de que la editorial lo es todo para el así como para mi, el no se ira solo porque al idiota de Sebastian se le de la gana.

-Pero yo no quiero al idiota de Arthur, es muy mujeriego- parece niño protestando.

-Pues te aguantas, porque el sera el que te ayude con el hotel si lo compramos, necesito quitarme de encima a su padre y tu deberías saber mejor que nadie que si nuestro tío comienza a fastidiar de nuevo no me contendré y esta vez si le cantare sus verdades- mire la hora para luego dirigir mi mirada a la puerta de la sala de juntas la cual se abrió mostrando a los nuevos socios salir de esta estrechando la mano de Edmund, voy a matar a mi querido hermano- Maldición, Sebastian, espero que esto sea todo, porque tengo que volver al trabajo.

-No, Courtney, espe....- no deje que terminara ya que le colgué antes de que protestara nuevamente por lo de mi primo.

Me encamine hasta donde se encuentra Edmund hablando con los nuevos socios y me sorprende lo bien que se llevan, es como si se conocieran de toda la vida, el chico se da la vuelta cuando al parecer Edmund le anuncia de mi presencia, es un chico joven, mas o menos de la edad de mi secretario, su cabello es rojizo, sus ojos son de color caramelo y su piel es blanca con unas cuantas pecas que casi no son notables pero que tampoco son tan discretas, tiene unos labios finos, pestañas bien pobladas al igual que sus cejas, su físico da a demostrar que va al gimnasio al igual que mi secretario... en pocas palabras es un hombre guapo, no tanto como lo es Edmund, pero lo es, ambos hombres podrían ser modelos de Calvin Klein, estoy segura de que muchas mujeres quisieran estar con ellos.

-Courtney Walter- dijo el chico con una sonrisa en los labios- Estaba esperando conocerla personalmente y mas después de que la vi en la reunion.

-Srta. Walter, le presento a William Lockwood, uno de los empresarios jóvenes mas cotizados del país- dijo Edmund presentándome al joven frente a mi.

-Un placer conocerlo, había escuchado mucho de la empresa de su familia, su padre en verdad es un hombre admirable en los negocios- dije dándole mi mano la cual el tomo y beso el dorso de esta.

-El placer es todo mio, no tofo el tiempo se ve a una mujer tan hermosa y con un aura autoritario como el suyo- halagador- Ademas de que su hermano me hablo maravillas de usted

-¿Mi hermano?- ahora si que me confundió- ¿Cual de los dos?

-Sebastian, el y yo compartimos clases en la universidad, tenia años de no verlo y hace unos días me lo encontré por casualidad, espero que no se moleste con el por haberme hablado de usted- eso si que no lo sabia, mi hermano es muy reservado cuando se trata de sus amistades o sus relaciones amorosas.

-No, yo no me enojo por eso, ya estoy acostumbrada de que hable de mi con otras personas, lo extraño es que el nunca me hablo de usted- su sonrisa pareció desvanecer un poco pero luego volvió como si nada- Aunque si estoy enojada con el, pero ese es otro asunto.