Capítulo 1

Mich

La clase que más odio en la vida es deportes. No soy una persona de peso alto, al correr parece que, si lo soy, mi lentitud es impresionante y mi falta de oxígeno acabara matándome.

Los gritos del instructor no son la mejor compañía. Mi cuerpo está completamente sudado, el cabello se pega a mi frente, seguro huelo asqueroso. Todo mi esfuerzo se centró en no detenerme y terminar desmayándome en medio de este lugar.

Baje mi ritmo dejando que Kate me alcanzara.

Me sorprende el que este en perfecto estado después de dar 5 vueltas seguidas en esta cancha de futbol tan grande.

—¿Estas bien? —pregunto al llegar a mí, negué con la cabeza, el respirar por la boca no deja que hable. Siento que caeré muerta en cualquier momento.

—¡Michelle no te detengas! —el grito del entrenador me hizo saber que no podría poner ninguna excusa falsa para salir de aquí —Solo faltan dos vueltas más, apresúrense.

Kate siguió su camino mientras que yo iba cada vez más lento, todos los presentes me rebasaron. Estoy muy lejos ahora, hice un intento de aumentar mi velocidad, pero fue inútil, mis piernas dolían demasiado, sentí como mis pulmones se quedaban sin aire lentamente.

—Michelle ¡Muévete! —ese solo fue uno de los miles de gritos y quejas que soltó el hombre. Después de estar dos minutos decidió darme un poco de tiempo para recuperarme.

Sin pensarlo me lance al suelo boca arriba, donde no estorbara. Logre controlar mi respiración después de un momento.

Joder...

Me reincorpore sentándome sobre el césped —¿Mich? ¿Qué haces ahí? —la voz de Nicolás me hizo voltear rápidamente.

Error, un gran error.

Mi corazón palpito como loco, podía sentirlo en mi oído. Mi respiración se descontrolo mucho más peor que antes, mi cuerpo tembló, vi mi rostro palidecer.

Lo vi, el me vio y venia hacia a mí. Su cara era de profundo enojo o tal vez seriedad, no lo sé todavía, es muy cerrado. Sus ojos me penetraron el alma, la intensidad de su mirada me quito la poca paz que tenía, su iris es color avellano, el color más hermoso que he visto en mi vida.

Su figura era firme y decidida a cada paso que daba se convertía intimidante. Llevaba puesto su uniforme de Educación Física, traía en su mano un balón de futbol. A pesar de que su ropa era floja y no poder ver muy bien su silueta, sabía que debajo de ella había algo sexi.

Mierda Michelle, contrólate.

—Mich... —parpadee rápidamente al notar lo acosadora que me veía en este momento. Apreté mi cuerpo contra el suelo calmando mi nerviosismo. Lo observe.

Nicolás traía el mismo uniforme.

—Si... —respondí en un hilo de voz que me esforcé por mejorar.

Asintió entrecerrando los ojos, dudo de mi respuesta un momento ero luego le restó importancia —En la noche habrá una fiesta en casa de Lucas, puedes venir si quieres, hablare con mamá y le diré que iras conmigo, no creo que haya problema —anuncio sentándose a mi lado.

No se ira hasta que termine mi clase, lo sé, porque después de eso va a entrenar con su equipo.

Se me dificultaba concentrarme teniendo a semejante Dios frente a mí. Pasé saliva cuando lo sentí moverse así mí, bueno pasarme por el lado. Su perfume era varonil y caro, su cabello era un desastre que el viento no se molestaba en arreglar.

Es tan atractivo.

—¿Me escuchas? —hablo Nicolás subiendo su tono de voz.

Tengo que dejar de ignorarlo.

...

Después de no asistir a clases por mi impuntualidad, estoy en las gradas del lugar donde me encontraba anteriormente. Mi mala suerte no me permite avanzar en mi carrera escolar. Por otro lado, en este momento eso no importa, la vista que tengo desde aquí es la mejor.

Los chicos de ultimo año están entrenando para su próximo partido, el cual es en una semana. Nicolás está aquí, pero también esta Aiden; su mejor amigo y amor de mi vida (pero aún no lo sabe, o al menos eso creo)

Aiden es el mismo chico que destruyo mi tranquilidad hace algunas horas. El mismo que invade mis sueños cada noche, roba mis suspiros y agrieta mis neuronas. Con ese chico cerca de mí, mis hormonas salen a relucir.

Lo conozco desde que tengo cinco años o menos. Ha rondado por mi vida como quien camina por su propiedad, se la vive metido en mi casa, entra y sale cuando se le da la gana, para mi familia él es un integrante más y vaya que se lo ha tomado enserio.

Mi enamoramiento empezó a los 14 años, cuando la pubertad y adolescencia me invadieron él estaba ahí, no como yo quería, pero me fue difícil evadir su presencia, más cuando de un ser tan sensual se tratase.

Todo comenzó el día que lo vi sin camisa, ese pequeño detalle arruino todo cariño que sentía por el de forma familiar, dejé de verlo de esa manera y empecé a tener atracción hacia él, no solo sexual, si no también sentimental.

¿Qué es lo más ridículo de esto?

El que ni siquiera he tenido una sola conversación con el ¿Cómo es posible? Ni yo misma lo sé, ha estado presente en mi vida desde hace años y aun así nunca he podido establecer ni un saludo como mínimo.

El punto es que lo que siento hacia él es inexplicable y raro hasta para mí misma. Tengo que descubrir que es lo que en realidad siento, tal vez no en este momento, pero sé que lo hare.

Esto es muy cliché ¿No?

La típica chica que se enamora del mejor amigo de su hermano.

Pero créeme cuando te digo que eso solo es el principio.

Porque este es Mi Secreto y no pienso dejar que un simple sentimiento lo arruine.

...

Pero bueno... que pasa con esta chica ¿Que será lo que esconde detrás de su facha de enamorada?

Este cap. solo fue para ir mejorando el ambiente (Se viene cosas grandes en este libro, lo aseguro) Prometo que los demás si serán largo.