Regresé a casa con una enorme sadisfaccion, al fin pude sentir ese sentimiento que hace no mucho se me hacía indescriptible, mi madre se sorprendió al ver mi extraña expresión, - Fernando, ¿estas bien?, preguntaba con extrañeza- si madre no se preocupe todo marcha a la perfección, subí a mi recamara mientras mi mente divagaba, pensando en todo mientras creía pensar en nada. Mi destino era inserto lo sabía, pero podía ser el escritor del mismo podía soñar sin despertar, podía lograrlo.
Era hora de cenar, baje al comedor y estaban todos sentados, mi padre conversando con mi abuelo acerca de trabajo, mi hermana, mi molesta hermana Regina, leía un libro que a la vista parecía nuevo,-que es eso que tienes ahí-le dije, pues un libro que no vees-respondio sarcásticamente , enserio que eres molesta, cogi el libro,.. Y baia que se molesto, lo siento lo siento-le dije-, el libro era simplemente maravilloso, era El Romancero gitano, versos abstractos,podias sentir el martirio del autor, bueno a cenar - dijo mamá - hubo un silencio absoluto en la mesa, baia que mamá sabía lo que hacía. Todos nos quedamos sadisfechos, sin duda la comida era exquisita, -muchas gracias mamá ,hasta mañana con todos iré a dormir- decía mientras dudaba poder cerrar los ojos , me puse la pijama, me recoste en la cama y traté de cerrar los ojos pero no pude , no tenia sueño, el silencio era absoluto, de pronto escuche un extraño sonido proveniente de la recamara de mi hermana, me hice el desentendido y no le preste atención.. El sonido se hizo más ligero hasta que se esfumó, me sentí lleno de curiosidad, fui a la recamara de Regina su puerta estaba entre abierta , - Regina estas ahí - dije, nadie respondió, abrí la puerta , había un libro ensima de su almohada me dio mucha curiosidad, lo cogi , y baia sorpresa la que me di, era un poema o bueno eso creí, hacía referencia a un chico, un tal Daniel zubiaga.., fue gracioso al principio, no era el único con secretos y amoríos en la familia, "alto y fuerte con su imponente presencia atravesaba mi corazón con su penetrante mirada ", era solo alguno de sus versos, enserio que moría de la risa, juro que perdí la noción del espacio y tiempo era confuso, Regina se mostraba como una chica reacia a enamorarse, en eso escucho su voz cortante.,- FERNANDO!, creí averme vuelto loco, gire mi cabeza y, pegue un salto del susto, AH! grite, retrocediendo, tropesandome con uno de mis pies, caí junto a su mesa de noche, dándome un fuerte golpe en la cabeza a tal punto que todo se me nubló y quede tendido en el piso, lo último que recuerdo es a ella gritar,¡PAPÁ!, ¡Mamá!,!¡vengan rapido¡.
Quien diría que ese echo marcaría el inicio de lo que alguna vez creí inexistente (mi destino)
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Editado: 10.06.2019