Capítulo 19

Siempre me he preguntado por qué cuando uno le dice a su madre que no haga algo ellas van y hacen todo lo contrario. Es como ese momento que vas manejando y ves la señal de stop y sabes que debes detenerte, eso es lo que hace una persona normal, mi madre es de las que pasa por encima y puede retroceder para pisar la señal de stop una y otra vez.

Ahí estaba yo pidiendo a cualquier dios, ser, a la pachamama o lo que sea, que mi madre cerrara su boca de una vez.

_No sabía que tenías novio, querido. –Se separó mi madre de Theo- ¿Él terminó contigo, te engañó o qué?

_ Malu… -Intentó hablar Theo. En un comienzo la llamaba Sra. Hamilton, apodo que mi madre odia es por esto que le pide a todo el mundo que le diga Malu ya que su nombre es María Luisa-

_Mamá –Interrumpí- Recuerda que te mencioné sobre desayunar afuera así que nosotros nos vamos…

_ ¿Irás con esa facha? –Cierto, seguía con pijama-

_Me cambiaré, Theo ven conmigo porque necesito mostrarte algo.

Antes de mi madre la siguiera cagando tiré a Theo y volvimos a la seguridad de mi habitación. Entramos rápidamente a mi habitación y cerré la puerta con seguro, conociendo a mamá era capaz de venir a hablar con Theo mientras yo me bañaba.

Theo se sentó en la cama y se quedó viendo sus manos unidas. Lamentaba verlo así, era tan extraño que no sabía qué hacer.

_ Perdón… ya sabes como es mi madre. –Me disculpé en nombre de la señora loca que me engendró-

_ No te preocupes sé que le importo, de otra forma no me haría tantas preguntas.

_ Tienes razón. –No sabía que más decir- Me daré un baño rápido para que podamos salir.

_ Espera –Estaba por tomar mi toalla, pero puse mi atención en Theo- Agradezco todo lo que estás haciendo por mí, pero creo que necesito un tiempo para pensar, para estar solo… si no te molesta prefiero irme a mi departamento y dormir.

_ Por supuesto que no me molesta puedes hacer lo que quieras… es solo que no estoy tan segura de dejarte solo. –Nunca lo había visto de esta forma, por lo tanto, no sabía cuál sería su reacción si se quedaba solo-

_ te prometo que no haré nada estúpido y cualquier cosa que necesite te llamo.

_Está bien –Dije luego de unos segundos- Pero me llamarás a la hora de almuerzo y enviarás una foto de que comiste, lo mismo a la cena y mañana hablaremos.

_ Lo prometo.

Beso mi mejilla y a pesar de que no estaba segura lo dejé ir, sin antes guardar para él un poco de la comida que había preparado mi madre, aunque siendo sincera, dudo que coma al llegar a casa.

En vista de que no iba a ir a ninguna parte me quedé en pijama volví junto a mi madre, quien ahora se encontraba acompañada por papá, para tomar desayuno. Estaba por terminar de comer cuando el timbre sonó. Vi la hora en el reloj de la pared, las once de la mañana, que extraño ya que por mi parte no esperaba a nadie. Fui a ver quién era y me encontré con Blake en la puerta.

_ ¡Hey! Qué haces aquí. –Noté que traía una bolsa en su mano-

_ Buenos días Blake es un gusto tenerte aquí. –Dijo irónico-

_ Lo lamento, buenos días Blake que gusto tenerte aquí ¿Cuál es el motivo por el cual nos honras con tu presencia? –Intenté decir de lo más amable-

_ Tampoco exageres –Rió- Traje los muffins favoritos de tus padres para el desayuno, sé que probablemente sea un poco tarde…

_ Sofía ¿quién está en la puerta? –Gritó mi madre en español, mi segundo nombre es Sophie, pero como lo escogió mi padre, y a mamá no le gusta, ella prefiere decirme en español Sofía-

_ Vamos, antes de que venga a ver quién es. –Cerré la puerta y lo llevé al comedor-

_ Hijo, que bueno tenerte aquí ¿Qué traes en esa bolsa? –Preguntó papá, quien muere por cualquier cosa dulce que se ponga frente a él y una de sus cosas favoritas son los muffins. Obviamente se estaba haciendo el desentendido porque estoy segura de que había reconocido el logo de la pastelería de la esquina en la bolsa que traía Blake desde que este apareció en el comedor-

_Traje los muffins que tanto les gusta para el desayuno, aunque parece que llegué un poco tarde. –Indicó la mesa con platos vacíos-