Un brindis por mi amigo pablo, escucho decir a uno de mis fieles amigo que logro sacarme de mis pensamientos, hoy estoy en la despedida de soltero de uno de mis amigo y socio de mi empresa, pero mi cabeza esta con ella mi amada esmeralda, veo como pablo se acerca y con cara de reproche me dice que deje de pensar en ella y que disfrute la noche y me divierta con unas de las bailarinas que están en la fiesta.
Lo veo y pues asiento con la cabeza si no empezará a sermonearme y no deseo eso ahorita, a si que como dice mis fieles amigos julio y pablo, la vida sigue y tengo que aprender a vivir con eso y con el remordimiento del pasado y vivir con el daño que le hice, ya que ahora soy el gran Santiago Mendoza tiburón para los negocios, cree mi propia empresa de la nada, con unos ahorros y un préstamo logre levantar el imperio que tengo ahora de finanzas, recuerdo que cuando empecé no era nadie más que un joven de 25 años me costó llegar hasta donde estoy, pero con esfuerzo, dedicación, tiempo, llegue muy lejos.
Tomo un poco de whisky y veo a una de la bailarina como empieza a bailarme sé que esta noche la pasare muy bien, pero antes de todo, tomo mi celular para ver la hora, pero noto un mensaje de Sara mi querida prometida, lo leo y meda dolor de cabeza a veces pienso porque me comprometí con ella y recuerdo que por la intensidad de mi bella madre ya que es hija de una de sus mejores amigas y por su puesto por la conveniencia que sería para mi empresa asociarme con la empresa de su padre.
Sara es linda con cuerpo de infarto y en la cama es toda una fiera y creo que fuera de ella también, a mis amigos no le caen bien pero bueno, es mi prometida y la tiene que aguantar porque a pesar de todo la quiero ella siempre ha estado para mí en mis tiempos difíciles y por eso es que también disidí casarme con ella.
Pero la verdad nunca me eh olvidado de mi hermosa esmeralda esos ojos verdes, su cabello rojizo su cara de ángel su piel blanca risueña y fiel, esa cara que cada noche recuerdo al dormir, todos los días recuerdo lo que paso y no me queda nada más que seguir adelante.
Todavía no puedo hacerme a la idea de lo tonto que fui en caer en la trampa de su amiga me dejé embaucar y en esa noche en la que tome demás aquella fiesta donde me acosté con una de sus amigas en mi defensa estaba muy tomado y ella se valió de eso, pero la verdad es que el culpable fui yo por traicionarla eso nunca me lo perdonare.
Editado: 10.06.2019