Capítulo Uno

Nueva vida

Narra Pame:

Joder.

Camino por el sendero de rocas, mis pies rompen algunas ramas en el camino y el crujir de las hojas es audible.

Miro detenidamente alrededor y continúo mi camino hacia delante con la vista en la pequeña casa que se encuentra cerca de mi, es linda, se ve agradable y acogedora, la ví un par de veces antes cuándo vine con su vendedor.

Tengo dinero justo ahora?
En lo absoluto.

La casa valía cada pequeña moneda que gané en pequeños trabajos y una nueva deuda?
Joder si.

Extiendo mi mano temblorosa hacia la cerradura e introduzco la llave y sonrío leve soltando el aire que inconscientemente retenía abro lentamente y lo primero que hago es apreciar su estilo desde la puerta, es hermosa, me tiene encantada, es lo que siempre he soñado.

Me adentro en ella y cierro la puerta detrás de mi y no puedo evitar soltar un leve grito agudo de emoción y río.

-Dios.... gracias, gracias, gracias, gracias -sonrío mirando al techo mientras uno mis manos en forma de agradecimiento mientras hablo en voz alta- esto es emocionante...

Es lugar es sencillo, a primera vista es un lugar sin vida aunque acogedor, es de cemento junto a leves arreglos de madera, es una esquina se encuentra el baño y al otro costado la area de cocina, actualmente solo está compuesta por un pequeño refrigerador, una pequeña cocina de gas, una mesita situada en lo que será la sala, y la cama que es un colchón inflable, y mis tres bolsos, sin contar las cosas que dejó el vendedor, como un mueble para la cocina, la mesa de comedor, una silla de madera para cuatro personas y el mueble pars poner una televisión la cual no tengo.

Me siento en el suelo y suspiro, así que esto es la vida de adulto? Mis 22 años no pensé que se verías así.

Yo, una casa...en medio de la nada. Aunque creo que hay unas casas a unos...Dios sabrá cuántos kilómetros de distancia, me levanto y miro por la ventana, a lo lejos puedo notar el techo de una casa de dos pisos aparentemente, frunzo el ceño y luego miro hacia el pequeño colchón inflable.

-Estaré así al menos unos días...-mis padres me traería mi antigua cama y colchón aunque por ahora ellos andan de paseo así que esperaré.

Abro mi bolso más pesado el cuál trae comida, lo abro dejando ver un par de latas de atún, maíz, junto a dos bolsas de harina, una caja de mantequilla, y otras cosas más escenciales para preparar panecillos de lo que sea.

Abro una sopa instantánea y me dirijo a la cocina y coloco un tarro para hervir agua. Luego de eso trato de acomodar mis pertenencias en el gran espacio vacío de la casa, al finalizar con la tareaa cuál solo causó un desorden, vuelvo a la cocina y la apago mientras preparo la sopa, miro nuevamente por la ventana y dejo que la sopa tome su tiempo de preparación y salgo de la casa.

Al salir tomo una fuerte inhalación -Dios, estoy enamorada.

Miro alrededor y sonrío, empiezo a caminar alrededor de la casa pensando en las cosas que haré, podría poner flores allí, un par de plantas de vegetales por allá, pienso mientras señalo leves lugares.

Entro nuevamente a la casa pues estoy hambrienta e inmediatamente voy a mi tazón de sopa instantánea, no hay nada mejor que unos fideos instantáneos con leve picante, muchos dirían que es bajo presupuesto, lo cuál es justo ahora pero es delicioso.

Disfruto de tal comida para terminar e irme en busca de mi caja que traje de más donas que hice está mañana en casa de mi familia antes de venir, siempre es mejor comerlas recién cocinadas pero bueno.. la situación cambió un poco y me traje un par.

Ante mi primer bocado mi nariz se arruga y mi ceño se frunce.

-Eh? Esto...-la olfateo- caramelo? -Muerdo nuevamente la dona- no sabe a caramelo... -pienso detenidamente sobre lo que hice en mi procedimiento está mañana con las donas, no utilice caramelo, los ingredientes normales, en decoracines simplemente chocolate y leche condensada.

Porqué entonces mi nariz apesta con caramelo ahumado, quiero decir, el olor no es tan malo, tiene cierto agrado y no sé porqué razón hace que mi corazón se acelere pero el jodido olor no se va, de igual forma me como mi dona y suspiro.

-Será que algún vecino hornear? -murmuro-

Bueno, nadie lo sabe, lavo lo que he ensuciado y lo dejo allí en el trastero para tirarme en la colchón.

Cierro mis ojos dejándome caer en un sueño corto pero profundo.

Alrededor de dos horas pasadas la habitación se encuentra en una leve oscuridad pues ha empezado a anochecer, froto mis ojos y bostezo enorme, me levanto del colchón y me quedo mirando a ma nada por...media hora? Hasta que decido levantarme a tomar una ducha, me empiezo a desnudar y me introduzco a la ducha, abro em grifo y dejo que el agua tibia humedezca mi cuerpo y relaje un poco, tomo el jabón y lo paso lentamente por mi cuerpo, así mismo el champú, mientras me lavo puedo sentir el olor de caramelo quemado llenando mis fosas nasales suavemente. Es un olor tan atrayente y curioso, me dan ganas de probarlo e inhalarlo más tiempo aunque frunzo el ceño.

-Definitivamente algún vecino cocina con ello.

Termino de ducharme y me seco para colocarme el pijama, me lavo mis dientes después de comerme un sándwich, hago mi oración y agradezco a Dios.

Me acuesto nuevamente en el colchón y tomo mi celular y juego en el, me gustaría dormir pero hace poco lo hice y tengo algo se energía aunque...joder.

Porqué me vine a vivir sola al medio del bosque si soy una miedosa de primera?

Hago un gesto de sufrimiento en silencio y me acurruco en el colchón, al final dejo todo en manos de Dios y me dispongo a dormir, si es mi día de morir lo será y sino pues no lo será.

Si alguien logra entrar?

Si tocan la puerta?

Si escucho lobos o coyotes cerca?

Si aparece una serpiente o una araña?