Selene
Camino sin cesar por la estancia, lo ocurrido hace minutos no dejaba de rondar con un sabor amargo en mi boca. Cuando salí de aquel lugar jamás había sentido una sensación de preocupación extrema, mi corazón no paraba de latir. Pero una vez que me aparecí en la habitación no hubo necesidad de explicarle a Clara, sabía era un vampiro, tenía conocimiento de lo que había ocurrido, por lo que se quedó conmigo para calmarme aunque fue imposible, aún cuando ella supo que el vampiro se había adentrado a la mansión y no tuvo la decencia de detenerlo.
- Vamos Selene, calma - Clara me sonríe masajeando mis hombros - no tomes este asunto como grave, Vladimir lo solucionará.
- Alguien se adentro a este lugar Clara, así de la nada. No puedo calmarme - sop
le mis manos sudorosas.
- Él tendra sus razones - me sonreía con la esperanza de transmitirme cierta paz.
- ¿Tú crees que estará bien? - ella se ríe.
- Lo estará - me afirma -. Aún así, no puedo investigar, son las reglas y aunque sea la hermana de un líder, Vladimir es un antiguo, siempre debemos mostrarle respeto a los antiguos, a pesar de que mi nulo respeto y etiqueta se van al fregadero cuando me saca de quicio. Pero lo considero un amigo, siempre ayudó a salirme con la mía sin ser castigada por mi hermano cuando hacía travesuras, además, cuando fuí convertida fue él quien se molesto en entrenarnos a ambos. Le debemos mucho, ser convertida no es fácil, el proceso es complicado, sobre todo cuando mi converción se llevo a cabo en la era roja.
- ¿Por qué fuiste convertida? - pregunto de repente con la intención de querer hacer de la escena anterior a un lado.
- A veces recuerdo muy poco, pero sé con certeza que para esa entonces habían llegado los bailes de temporada - la veo sonreír nostálgica - en dichas fechas para mí era necesario asistir a todos los bailes con la idea de encontrar un buen pretendiente. Se llamaba Enrique y era el soltero más codiciado de la temporada, fui la envidia de las jovencitas solteras cuando él me noto aquella noche, fuí su compañera de baile sin ninguna otra que pudiera distraerlo. Creía soñar y presentí un buen matrimonio si hacía lo necesario para que su interes no se apagara. Pero lamentable no creí era un vampiro hasta muy tarde. Tenía veinte años, todas mis amigas ya se habían casado y los rumores estaban por señalarme en ser la insípida paloma blanca maldita ¿Quién hubiera querido casarme conmigo con dicho aspecto? - su cabello blanco, en dicha época debió ser algo muy mal visto -. Pero era tonta, desesperada e inocente. Porque cuando me sedujo y yo me deje llevar fue demasiado tarde, mi hermano fue quién intentó salvarme, intentó protegerme a toda costa, pero era un humano ¿Qué esperabas? No salió bien librado tampoco.
- "Vladimir debió de estar allí, en ese baile o en la zona, debió oler toda la sangre también. De no haber sido por su ayuda, creo que mi estúpidez se hubiera cobrado más que la vida de mi hermano y aún en la muerte nunca me lo hubiese perdonado... Cuando Vladimir nos rescató, nos ayudó en todo el proceso. Le debo mucho - sonríe ampliamente como si recordara aquellas épocas -. Luego nos llevo con el rey quien nos ayudó por igual, para ser franca, nos aceptó. Poco después mi hermano fue convertido en líder y aquí estoy contigo, aunque el tiempo es largo, para mi ha sido como un suvenir de lo corto que se ha mostrado.
Detallo sus facciones y los sentimientos que la atraviesan bajo esas explicaciones que las devuelven al pasado.
- Debes quererlo ¿no? - ella me mira -. A Vladimir ¿él sabe lo que tu sientes? - me explico más a fondo.
De repente estalla en carcajadas y no sé porque de entre todas la cosas que debi haber preguntado, tuvo que ser esa en específico.
- ¿Tú piensas que lo amo? - toma asiento a mi lado sujetando mis manos.
- Lo siento en serio - bajo la cabeza apenada.
- ¡Claro que no Selene! Mírame - toma de mi barbilla y me obliga a que la observe -. Aprecio a Vladimir por habernos enseñado, por habernos salvado, pero le aprecio como aprecio a mi hermano, como se aprecia a un amigo. No le quiero como una mujer debería querer a un hombre.
Definitivamente quiero que la tierra me succione.
¿Por qué rayos tuve que preguntar eso de igual manera para empezar?
Clara me mira de una manera como si supiera algo que yo no puedo entender.
- Sabes - dice después de un rato de estar mirándome - ¿Crees en el amor a primera vista?
Frunzo el ceño por su pregunta.
- ¿Creer?
- Así es ¿lo crees? - me encojo de hombros.
- Jamás me había fijado si creer en ello o no, pero relativamente ¿no es algo ficticio?
- Relativamente es como un hecho complejo. Pero no sé si sepas como es el amor para nosotros - se muestra pensativa como si tuviera que medir ciertas palabras antes de tener que continuar -. Es ciertamente complicado, como para los humanos ¿no? Nosotros podemos forma una vida con alguien creyendo quererla lo suficiente, amándola y no hay problema alguno. Pero nosotros sabemos cuando es amor y cuando no lo es, es algo que nos enseñan al ser convertidos, pero no sé si eso se deba al legado de nuestros fundadores o simplemente es algo que nuestro desarrollo nos permite identificar. A nuestra pareja.