Capítulo 12: Lo que aún no decimos

A pesar de la cercanía creciente entre Aydee y Dioel, había palabras que seguían atrapadas entre lo que sentían y lo que temían decir. Se buscaban, se encontraban, se cuidaban… pero todavía no se atrevían a nombrar lo que eran.

El proyecto que desarrollaban juntos empezó a llamar la atención de los directivos. El enfoque humano, sostenible y visionario destacaba entre otros. La empresa decidió postularlo a una competencia internacional de diseño urbano. Era la oportunidad perfecta para ambos… y una presión nueva que puso a prueba su conexión.

Una noche, después de una intensa jornada de revisión técnica, Aydee y Dioel se quedaron solos en la oficina. La ciudad ya dormía afuera. Dentro, solo ellos dos y el brillo tenue de la lámpara sobre la mesa.

Aydee cerró su laptop, exhalando con agotamiento.

—¿Sabes qué me asusta más de todo esto? —preguntó, mirando la pantalla apagada.

Dioel la observó con atención.
—¿Fracasar?

Ella negó con la cabeza.
—Triunfar… y sentir que no tengo con quién compartirlo de verdad.

Dioel se acercó, despacio, como si cada paso fuera una pregunta.

—Estoy aquí, Aydee —dijo—. No solo por el proyecto.

Ella lo miró fijamente. Había tanta sinceridad en sus ojos que dolía.

—Lo sé… —respondió—. Pero hay cosas que aún no decimos. Cosas que… que dan miedo.

—¿Como qué?

Aydee se armó de valor.
—Como que estoy empezando a necesitarte. No solo como colega. Ni como amigo. Como... compañía real. Y no quiero perderme a mí misma por sentir eso.

Dioel asintió, en silencio. Se acercó un poco más y tomó su mano con suavidad.

—Yo tampoco quiero que te pierdas. Quiero que crezcas. Que vueles. Pero si alguna vez decides invitar a alguien en ese vuelo… yo quisiera estar a tu lado.

Era lo más parecido a una confesión de amor. Sencilla. Real. Sin adornos.

Aydee no respondió con palabras. Solo entrelazó sus dedos con los de él. No hacía falta decir más. Habían llegado a un punto donde el silencio también hablaba.

Y cuando se despidieron esa noche, Aydee sintió que lo que no se dijo… también era amor.