Microhistorias

Al fin desperté

Este cuento es autoría de mi mamá. Su pseudónimo es Asano Hikari. 

Era una noche oscura y fría, tan oscura que mis ojos no podían distinguir nada a mi alrededor. Sentía la cama fría e incómoda, el silencio era absoluto, traté de acomodarme y dormir un poco más cuando los escuché, eran golpes tac, tac, si se escuchaban lejos, ¿en mi puerta? No, más lejos. Traté de levantarme, pero las cobijas pesaban mucho, traté de hablar preguntar ¿quién está ahí? Pero no pude mi lengua estaba entumida mi mandíbula paralizada, totalmente inmovilizada.

Los ruidos sonaban más cerca, de pronto una luz tenue que cada vez se hacia más intensa golpeó mi rostro. Sentí como alguien levantó mis cobijas y me alzó con fuerza, en este momento pude ver como mi brazo se desprendía de mi cuerpo, no, no era mi brazo eran huesos solamente ¿cómo es posible? La luz me rodeó y entonces los vi, rostros que apenas reconocí, me rodeaban, esperaban...

Entonces lo entendí, finalmente desperté. ¿A dónde iré? No lo sé, aún espero. ¿A dónde iré? Que importa, ya no importa.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.