Mil Cosas

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Gusto en conocerte, princesa

 

Objetivos para este año, eso es lo que necesitaba, hacer una lista con las cosas que tengo que conseguir.

Ya este año termino la secundaria y tengo que dedicarme a hacer algo, y lo tengo que decidir ya, pensar qué es lo que me gusta. Siempre me apasionó la escritura, leer, el teatro y todo lo relacionado con la literatura. Mamá me había dicho que podía ser profesora, pero no me gustaba dar clases.

Otro objetivo para este año era enamorarme, sueño con tener un novio y aunque para muchos sea raro, no, nunca tuve uno, nunca llegué a enamorarme hasta los huesos, a sentir ese hormigueo especial en el estómago. Ese no sé qué que te genera esa persona que vos considerás especial.

Borré como veinte veces mi cuaderno, mi mente estaba bloqueada, empecé un poema y no lo puedo terminar, dejé el cuaderno en la cama y terminé de guardar mis cosas en mis valijas, ya terminaré el poema en el avión. Mamá y papá se iban a ir por todo un año a Córdoba por trabajo y yo tenía que irme a Río Negro con mi tío Mauricio. Iba a irme en avión porque en micro eran muchas horas de viaje.

Nunca fui a Río Negro y estoy muy contenta por conocerlo. Los paisajes, todo, es totalmente hermoso, bueno, lo que vi por Google.

Me pasé casi todo el día limpiando el cuarto, acomodando las cosas en las valijas y viendo qué me pondría para viajar. Mi tío me mandó el pasaje para ir en avión y llegar más rápido así que mis padres no pagaron nada.

—En dos horas salimos para el aeropuerto. — me avisa mi mamá mientras se acerca a la cama.

—Bueno, ya tengo todo listo. — me sonríe y besa mi frente.

—Sabés que te amamos, ¿no? Y que tu tío te va a cuidar muy bien, vas a conseguir muchos amigos en esta escuela, y quizás un yerno para tu papá. — me dice y me guiña el ojo—.De paso en este viaje lo voy preparando mentalmente para cuando llegue ese momento. — reí.

—Sí, pero ya no soy una nena, eso papá lo tiene que entender.

—Pero seguís siendo su princesa, y obvio que te va a cuidar, siempre, los dos. Y te amamos con el alma más que a cualquier cosa. — besa mi frente.

Seguí guardando las cosas que me faltaban y cuando se hizo la hora nos fuimos al aeropuerto.

Cuando subí al avión, me senté y conecté los auriculares al teléfono, empezó a sonar «déjame entrar» de Makano mientras agarraba el cuaderno de mi mochila.

No puede ser que tenga un bloqueo, necesitaba una inspiración, por eso vivo leyendo o escuchando música, es lo que más me inspira para escribir, la mayoría de los escritos que hacía no eran dedicados a nadie, y ¿cómo se los dedicaría a alguien si nunca me enamoré? Y como me gusta escribir me inspiro en mis chicos de papel y tinta, o en las letras de canciones.

 

«Déjame entrar a tu vida, déjame ser quien te haga reír, quiero ser en quien pienses cuando estás solo, u acompañado. Quiero ser quien entre en tu corazón y te haga sentir cosas bonitas. Quiero... ser esa chica a la que llames "amor", "princesa". quiero que seas vos quien llene mi soledad y quiero calmar tus tormentos, hacerte sentir que vale la pena la vida, y que la quiero vivir junto a vos.»

 

No sé de dónde venía de repente tanta inspiración, pero me gusta, quedé satisfecha. Hace dos días que intentaba escribir esto, tenía las ideas de qué quería que diga, pero no sabía cómo armar las frases.
Con el cuaderno en mano decidí descansar un rato, todavía quedaba un largo trecho hasta mi destino.

Me encantaría conocer al amor de mi vida, alguien bueno, dulce, que esté dispuesto a amarme sin esperar otra cosa, salvo mi amor. Que no me quiera de a ratos, que sea algo... duradero, real. Quiero saber qué es el amor, cómo se siente que te amen y amar a alguien.

 

***

    Desperté y lo primero que hice fue mirar la hora en el teléfono, eran las ocho de la noche, la azafata había anunciado que íbamos a aterrizar en diez minutos, así que acomodé mis cosas en la mochila, lo único que había sacado era el cuaderno así que lo guardé y cuando el avión aterrizó me bajé, agarré mis valijas y empecé a caminar por el aeropuerto haber si encontraba a mi tío, no lo vi, sino que quien estaba esperándome era mi prima Martina, ella era dos meses mas chica que yo, nacimos el mismo año y nos criamos juntas pero cuando cumplimos los diez ella con mi tío se fueron a vivir a Bariloche Río Negro después de que su madre los haya abandonado. Hace mucho no los veía, solo por foto y por eso sabía que era ella, además, ¿quién más sería si ella es la única que me conoce de acá? Cuando cruzamos miradas ambas corrimos a la otra y nos abrazamos. No sabía cuál de las dos estaba más feliz.

—Papá tuvo un inconveniente en casa así que me mandó a mí. —dice agarrando una de mis valijas —. La vamos a pasar increíble prima. —agrega emocionada, le sonreí de igual manera.

Fuimos a su auto y arrancó rumbo a la casa mientras nos poníamos al día, me contó que el tío ya me anotó en su escuela y que entré en un curso diferente pero que no me preocupara porque estaba segura que haría amigos enseguida. También me contó que hay un chico viviendo en su casa, que a ella le disgusta un poco pero que no se llevan tan mal, sus palabras exactas fueron:



#6774 en Novela romántica

En el texto hay: amorodio, desamor

Editado: 24.03.2024

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