Mil Cosas

Epílogo 2

Somos eternos

 

Tu risa, mi debilidad, la volvería a escuchar mil veces más.

Tus ojos verdes, tan puros y envueltos en un amor que no te va a olvidar. Tu mirada me dejó, sola, muriendo en mi angustia desesperada que ya no sabe como hacer para sobrellevar este dolor que arde de una manera tan cruel e inhumana.

Hoy sé que se siente al enamorarse, la felicidad pura, pero el dolor más desgarrador  de todos, arde, arde como si tratase de quemarme la piel;

Las lágrimas caen sobre tus fotos, esa sonrisa tan perfecta que en ocasiones dudaba de que sea real.

Ahora, vivo en una realidad paralela, en la que ya no estás, y al despertar me doy cuenta que esa realidad paralela es simplemente la realidad en la que me tocó vivir.

Todavía me rehúso a aceptar que me dejaste, porque te siento tan real como lo fue nuestro primer beso, el primer tacto, la primera caricia y haciendo más real aún tu primer te amo.

Vivo en una realidad paralela, en la que el final era otro, pero al abrir mis ojos, veo que me encuentro tocando tierra, y la verdadera realidad en la que vos ya no estás.

No quiero aceptar que todo se desmorona, que te fuiste y mi mundo se vino abajo, no quiero aceptar que todo lo que pudo y no fue se desvanece con cada lágrima que desata cada vez un poco más de dolor.

Prometiste no dejarme, amarme hasta que tu corazón deje de latir, y eso es lo más doloroso, que me amaste hasta que dejaste de respirar.

El futuro con el que soñamos, se borra quedando en lo más remoto de mis recuerdos para nunca olvidarme de tu amor y de que lo nuestro fue lo más puro que pude llegar a sentir.

Un amor lleno de dudas, de dolor, pero el amor siempre fue más fuerte que cualquier cosa;

Cada que cierro mis ojos, voy al recuerdo que más me atormenta, el dolor que sentí tras recibir la llamada, y el amor que todavía lo siento tan real como el primer día.

Tus ojos ya no me miran, tus labios fríos ya no me besan, y tus abrazos ya no los siento.

Me siento muerta en vida, camino sin sentir mis pisadas, lo único que escucho es tu nombre haciendo eco en mi memoria, temiendo que algún día desaparezca...

Aunque esta historia no tenga su final feliz, siempre vas a ser mi estrella, la más linda de todas.

Aunque todo lo que soñamos se desvanezca, mi amor por vos está más vivo que nunca el dolor forma parte de mi cuerpo, y mis esperanzas ya no existen.

Lloré, lloré todo lo que no había llorado en años, lloré recordando todo lo que vivimos, tus besos, tus caricias, tus te amo, todo se vuelve un recuerdo.

Me tortura, me hiere y me quema sin piedad.

Duele; duele fingir que todo sigue, que ya lo superé, pasó un año y medio de tu partida y todo sigue igual de doloroso, vivir es una tortura.

Nada sigue porque me quedé en el tiempo, en tu último beso.

 



#6799 en Novela romántica

En el texto hay: amorodio, desamor

Editado: 24.03.2024

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