Mil y un historias de amor

Aaron

Volteó de reojo para tratar de verlo mientras se desplaza con agilidad por los pasillos con rumbo hacia el salón, esta vez no lleva su clásica chaqueta de cuero negra y sus pantalones rasgados, esta vez trae una camiseta blanca y unos pantalones de color café.


 

Sus ojos llevan abajo unas ojeras de tal vez dos o tres días, su cabello está alborotado como si no se hubiera tomado la molestia de cepillarlo. Sin más cierro mi casillero y camino hacia mi siguiente clase, pensar que hace apenas cinco meses supe de la existencia de él.


 

Todo en él grita peligro pero es de ese peligro atrayente, muchas veces lo he visto mientras oye bandas como Ramones, Nirvana, Guns N’ Roses y en veces escucha Gorillaz. Tenemos tanto en común pero aún así jamás hemos cruzado palabra, a veces pienso en acercarme a él con la excusa de un trabajo pero no me ánimo.


 

Suelto un suspiro al llegar al salón, con la vista lo buscó para darme cuenta de que esta en su lugar de siempre, en el último lugar de la tercera fila, yo por estas semanas me he sentado a su izquierda y por ratos lo veo dormir en clase. Camino a mi lugar notando la mirada de James, mi mejor amigo, seguirme hasta que me siento.


 

-¡Hannah!- Me llama -¿Cómo le haces para verte tan radiante el día de hoy? - pregunta con una sonrisa en su rostro.


 

-¿Radiante?- preguntó confundida, jamás me describe así solo cuando me va a pedir algo -Antes de que sigas, no tengo, no puedo o simplemente no quiero- exclame a lo que él solo rodó los ojos.


 

-No te iba a pedir nada, solo te dije la verdad- se acercó a mi mejilla y dejo un pequeño beso -Te amo pequeña.


 

-Yo también- esto es común entre nosotros, nuestros “te amo” es como un recordatorio de “no sé qué haría sin ti” así como en nuestros cumpleaños el faltar o no felicitarnos es nuestra tradición.


 

James iba a seguir hablando cuando la maestra llegó haciendo que tuviera que ir a su lugar, a escondidas tomó mis audífonos y me los colocó, con cuidado le pongo play a la canción y por estos empieza a sonar “Boulevard of broken dreams” de Green Day.


 

Esta canción siempre me ha echo sentir tristeza pero de la buena manera, como si en alguna vida pasada me haya sentido como el cantante se expresa.


 

-My shadow's the only one that walks beside me, my shallow heart's the only thing that's beating- de mis labios escapa la letra de canción mientras rayo mi libreta con garabatos al azar.


 

Un chirrido capta mi atención haciéndome voltear a un lado, ahí veo a Aarón mover su banca hacia la mía, rápido dirijo mi vista a mi libreta, siento como mi audífono izquierdo sale de mi oreja.


 

-I'm walking down the line, that divides me somewhere in my mind- susurra a mi lado al oír la canción.


 

Oír su voz ronca hace que me sonroje, sin saber que hacer centro mi vista en sus ojos marrones por unos segundos antes de volver a ponerla en mi libreta. La canción termina y en seguida empieza “Smells like teen spirit” de Nirvana.


 

Él sigue a mi lado, no puedo evitar sonrojarme al sentir su mirada, sigo rayando la hoja cuando su mano toma mi plumón y empieza a escribir “Escuchas buena música “ solo sonrió y volteo hacia la maestra la cual está concentrada poniendo problemas en el pizarrón para que los resolvamos.


 

Vaya, ¿Gracias?” respondo.


 

Una pequeña sonrisa se escapa en sus labios.


 

“¿Denada?. Eres Hannah ¿No?”


 

No lo se, puede ser”


 


 

Suelto una risa al ver a su cara de confusión, no puedo creer que esté hablando con Aaron, de todos los escenarios posibles en los que me hubiera imaginado hablarle jamás creí que sería por una hoja de papel y que él estaría a mi lado.


 

Debo decirle algo, tal vez un hola o yo que se, pero debe ser rápido la clase terminará en quince o veinte minutos.


 

-Bueno eso es todo por hoy chicos, pueden recoger sus cosas e irse solo no olviden hacer los problemas que les puse de tarea- anuncia la maestra al oír la campana que indica el fin de las clases.


 

Aaron hace su banca a un lado y termina de recoger sus cosas de manera rápida antes de salir casi creo corriendo del salón, vaya ahí se fue mi oportunidad de hablarle , suspiro cansada y empiezo a guardar mis cosas. Al terminar tocó mi oreja izquierda notando que mi audífono no esta, mierda se lo llevo.


 

Salgo del salón rumbo a la salida buscando con la mirada a Aaron, ¿Donde suele estar a la hora de irse? Tal ves en la puerta principal fumando o en su motocicleta, desconcentrada siento como alguien golpea mi hombro derecho.


 

-Toma- dice Aaron al entregarme mi audífono envuelto en un pedazo de papel -Espero verte otra vez Titi- sin más se fue.


 

¿Titi? Me llamo Hannah no Titi, ruedo los ojos por inercia pero sonrío al recordar que al menos me  hablo.


 

Camino hacia la puerta principal viendo a James recargado esperándome -Hola hermoso- le doy un beso en el cachete a lo que él sonríe.


 

-Te vi con Beckman y también vi que te dio algo ¿Que fue?- pregunto haciéndome voltear hacia mi audífono envuelto en el papel.


 

Lo desenvuelvo viendo que esta intacto, veo que en el papel hay algo escrito.


 

“Hola Hannah, me ha encanto oír música contigo, muy pocas personas me hacen desenchufarme de la realidad como tú lo hiciste, me gusta tu nombre al igual que tu pelo rizado. Desde ahora para mi serás Titi, será como los apodos que ultilizas con Miller.


 

El papel se va a acabar a si que llámame: 555 734 018”



#25464 en Otros
#7841 en Relatos cortos
#38859 en Novela romántica

En el texto hay: historiascortas, amorydesamor

Editado: 19.04.2020

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.