~ ELETTRA ~
Lo que me había dicho había sido mucho más descarado de todo lo que me había dicho hasta ahora. No entendía cómo un hombre podía decir esas cosas, menos uno que ya tenía hijos y decía ser un hombre maduro. Mi asombró no me permitía ahora decir una palabra, él aprovechó eso para besarme, me había recostado de la pared y ahora podía sentir su cuerpo rozándome, sus manos me habían tomado de un costado, mientras que yo ponía mis manos sobre su cuello. No era correcto lo que estaba haciendo, pero ahora no me importaba, no quería tenerle lejos.
—No, Marc, no —Susurré mientras me separaba de él. No quería meterme en esa situación con alguien que ya me había dicho algo que no quería escuchar, no podía hacerme eso a mí misma— Cómo me puedes decir que no quieres nada conmigo, pero tampoco quieres que esté con Zane, ¿estás loco?
—Sí, por ti… No soy bueno para ti nena, soy demasiado inestable, no tengo nada seguro en mi vida… —Él me explicó alejándose de mí un poco, no sabía que decirle, ambos estábamos pasando por lo mismo, yo tampoco tenía nada seguro, ni siquiera mi sobriedad había estado segura durante ese tiempo, ¿qué podía ofrecerle? No tenía nada más que problemas en mi vida.
—Aléjate entonces… No te quiero más en mi vida —Sentencié apartándome de él, aunque no era del todo cierto, no podía hacerme eso ahora mismo, yo tenía mucho más por hacer. No quería eso en mi vida ahora que sentía que podía tener un poco de tranquilidad, aunque fuera desesperante, no tenía por qué tener que vivir dramas para volver a sentirme vida.
—Elettra… —Él intentó detenerme, pero logré soltarme antes de que fuera demasiado tarde y realmente aceptara quedarme a su lado, no tenía que pasar por eso. Sabía que, aunque me gustara, si él no quería una relación conmigo, no tenía el derecho de prohibirme con quien estar o no. Cuando regresé a la mesa, no había nadie más que Zane, cuando él levantó la mirada de su celular, me sonrió.
—¿Pasa algo, linda? —Él preguntó una vez me senté en la mesa, no veía a ninguno de sus compañeros cerca, así que imaginé que ya se habían ido y solo quedamos él y yo—. ¿Elettra?
—¿Hmm? —Dije mirándolo, creo que había estado distraída desde que regresé a la mesa ya que el hombre ahora tenía el ceño fruncido—. Lo siento, creo que el alcohol ya me afectó demasiado —mencioné sonriendo, no sabía cómo decirle lo que había pasado, así que mejor me limité a no decirle nada, él no tenía por qué saber lo que yo había tenido con Marc.
—¿Quieres que nos vayamos? —preguntó mirándome a los ojos, cada vez que debía eso me hacía perder la cabeza. Ya que tenía una mirada profunda que me hipnotizaba, si el hombre hacía eso a propósito, entonces él sabía que le funcionaba, ya que asentí con la cabeza—. Los demás se fueron mientras tú estabas en el baño, no quise irte a buscar… —Él tomó mi mano mientras tomaba nuestras cosas. No quise regresar la vista hasta donde seguramente seguía Marc, quizás mirándonos, pero tampoco me interesaba ahora.
¿Por qué habría de interesarme realmente lo que él tuviera en su cabeza? Si había una rivalidad entre ellos dos, no era algo que yo tuviera que opinar. Apenas nos conocíamos y no los podría considerar mis amigos, no tenía tiempo para eso ahora, no quería hacer amigos que estaban tan lejos, con suerte había coincidido con Dianna.
—¿Quieres que vayamos a mi departamento? —Zane preguntó cuándo estábamos por tomar el taxi. Entendía perfectamente para que él quería que fuéramos a su departamento, recordé las palabras de Marc y algo se revolvió dentro de mí, pero yo realmente quería sacarme de la cabeza las cosas que había dicho ese hombre, así que terminé aceptando ir hasta su departamento.
Lo que había pasado esa noche fue algo que nunca había experimentado, al menos no en años recientes, Zane había sido bastante bruto para hacer las cosas, pero no me había incomodado en lo más mínimo, todo lo contrario, que me tomara de esa forma tan posesiva, que mordiera partes de mi cuerpo con fuerza y me hiciera gritar había hecho que todo lo que podría estar en mi cabeza se esfumara.
—Dios, eso fue… Increíble —Le escuché mascullar una vez estuvimos enrollados en las sábanas, aunque no me había enrollado en sus brazos, había dejado un beso en mis labios antes de levantarse para irse a duchar. Sabía que no podía pedirle que se quedara a mi lado luego de coger, era tonto, pero se había sentido demasiado vacío, más luego de que Marc se haya quedado a mi lado durante toda la noche, había sido bastante extraño—. Tenemos un problema, Elettra, el condón se ha roto… —Dijo él cuando salió del baño, no tardó en hacerlo mirándome preocupado.
—Yo tengo un aparato, así que no puedo tener hijos… Y estoy limpia —Finalicé cuando me di cuenta de que lo primero no le había dado paz, ¿por quién me estaba tratando? El hombre no dijo nada más y volvió a entrar al baño. Me tomó unos minutos darme cuenta de que eso no había sido normal, entiendo que este hombre no había sido nada especial lo que había pasado, así me levanté para tomar mis cosas y vestirme, me la había pasado bien y todo, pero no podía separar la idea de que nadie tenía el derecho de tratarte de esa forma, mucho mejor después de tener sexo.
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Editado: 28.09.2023