Mine || 4#

9

~ ELETTRA ~

 

Cuando no sabía qué hacer para salirme de situaciones, cuando tenía que estaba entre la espada y la pared, me ponía demasiado roja y comenzaba a tartamudear, me veía estúpida, pero al verlo ahí de pie con una toalla en su hombro, parecía estar ahí por lo mismo que nosotros, vacaciones, solo que no me esperaba verlo después de tanto tiempo. Sobre el hombro de mi hermano vi cómo se le acercaba una mujer, bastante joven, más joven que yo. Por más que yo quisiera alejarme, Nicolás estaba cuidando de los pequeños, Lisa también había bajado con su hermana, así que podría escabullirme a mi habitación.

 

—Hijo de… —Mascullé, Nicolás me miró extrañado por mi comportamiento y cuando quiso darse la vuelta, no se lo permití—. No te muevas, no quiero que me vean…

 

—¿De quién hablas, Elettra? —Me siguió abrazando, los niños estaban jugando a unos metros de nosotros mientras que yo seguía escondiéndome. No sabía cómo saldría de eso, pero tampoco podría quedarme toda la vida ahí, pero al menos hasta que el hombre se fuera de la piscina y yo podía regresarme a la habitación, donde estaría toda la semana de ser necesario—. ¿De quién te estás escondiendo? —El intentó darse la vuelta hasta que se lo impedí.

 

—Mira, luego te lo explicaré, ahora ayúdame a salir de acá —dije ocultando mi rostro nuevamente, vi como ambos se habían ido a una de las sillas que estaban al costado de la piscina, yo tenía que salir de la piscina de la forma más rápida para que él no me viera, menos cuando estaba usando un traje de baño donde la protagonista era mi vientre. ¿Acaso tendría que esconderme toda la vida? Ya me habían demostrado de que podríamos encontrarnos en cualquier lado.

 

Como pude salí de ahí y llegué hasta donde estaban nuestras cosas, tomé una delgada bata para cubrirme el cuerpo, tomé mi cartera y comencé a caminar hasta la entrada del hotel, necesitaba regresar a mi habitación, saber que haría. Además de que necesitaba saber si él estaba ahí o solo me lo había imaginado. Con el cabello oculté mi rostro y cuando estuve a punto de salir escuché que mis sobrinos comenzaron a gritar mi nombre.

 

Ahora más que nadie odiaba llamarme de esa forma, si había tenido suerte, él no había escuchado los gritos y yo podría irme a ocultar el resto de día. Cuando llegué al ascensor pensé que me iba a librar, no tenía que sentirme otra vez así. Al menos no por el momento, aunque había venido hasta ese lugar para descansar, ahora tendría que arreglármelas para no encontrarme con Marc.

 

—¿Elettra? —Vi una mano detener la puerta del ascensor, mi corazón comenzó a latir con fuerza, ahora no había vuelta a atrás.

 

—Marc —Mordí mi labio inferior, no sabía cómo ahora ocultarme, su mirada bajó por todo mi cuerpo, terminó de meterse en el ascensor. Si quería fingir que nada estaba pasando, pues ahora no podría, no era como si pudiera ocultar mi barriga de embarazo—. No pensé que te encontraría acá…

 

—Si —El hombre alargó entrando al ascensor y dejando que las puertas se cerraban, podía escuchar mi corazón en mis oídos—. ¿Ahora te escondes de mí? —Negué con la cabeza, sentía que mi rostro se había puesto bastante caliente gracias a los nerviosa que estaban consumiéndome, no podía aguantar ahora las ganas de llorar, me encontraba realmente sensible por el embarazo y encontrarme con él solo había hecho todo más difícil.

 

—No, solo tenía algo de calor, necesito ir a mi habitación —Puse mi bolso encima de mi vientre, intentando ocultarlo, cosa que el notó y pareció darle mucha gracia—. ¿Tú qué haces acá? ¿Viniste acompañado? —Por alguna razón necesitaba saber quién era la mujer con quien estaba. Eran meros celos que sentía, aunque no podía reclamarle nada de eso, algo dentro de mi tenía que saber quién era.

 

—Vine de vacaciones, una vez al año vengo a este lugar con mi hija… —Otra vez sentí mi rostro llenarse de sangre, estaba demasiado caliente y sentía que en cualquier momento podría desmayarme—. ¿Cuándo pensabas decirme? —Sus ojos fueron hasta mi barriga, era obvio que lo había notado, tampoco podía esperar que fuera tan idiota como para no notar que tenía casi 7 meses de embarazo, más con la ropa que estaba llevando.

 

—Hace mucho que no hablamos, ¿cómo esperabas que te contara? —Solté, de repente las puertas se abrieron, dándome la oportunidad de salir de ahí, aunque pensé que el hombre dejaría la situación hasta ahí, pude sentir como su mano tomaba la mía haciéndome detenerme.

 

—Espera… Elettra, sé que te lastimé, pero al menos déjame hablar contigo otra vez… Explicarte un poco lo que pasó —Ahora ya no había razón para que el me explicara algo que yo ya entendía, él no había querido comprometerse conmigo y ahora que iba a tener un hijo suyo, lo más seguro es que no tenga ganas de hacerse cargo, por suerte tenía una gran familia y amigos que me apoyarían, mi hijo no tendría necesidad de tener a un padre ausente—. Por favor…

 

—¿Para qué quieres hablar? ¿Qué quieres decirme? Han pasado meses desde que te fuiste y ahora que nos vemos, no tengo el tiempo para revolver el pasado… —Me solté de su agarre, estaba a unos metros de mi habitación, ahora rezaba para que alguien de mi familia saliera de sus habitaciones al escuchar ese escándalo, ya que no estábamos hablando muy bajo. Aunque tampoco quería que Santino saliera, si nos ve, seguramente haría preguntas que no quiero responder.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.