Mine || 4#

11

~ ELETTRA ~

 

Desde que me había enterado que estaba esperando un bebé, mi vida había dado un vuelco, todo para bien, sabía que esto solo iba a ser un cambio bueno en mi vida. Pero había días donde mi cabeza se iba a todo negro y me hacía sentir como que no estaba lista. Era obvio que no estaba lista, no sabía cómo hacer las cosas, tampoco cómo iba a lograr solucionar los problemas me venían con un hijo, pero estaba dispuesta a intentarlo. 

 

—Elettra, cariño, ¿estás lista? —Miré hacía la puerta, se me había olvidado que planeamos comer todos juntos por la mañana para luego ir a las actividades del hotel o ir a la ciudad, pero luego de la conversación que había tenido con Marc mi cuerpo había decidido que no dormiría sobre pensando las palabras del hombre, a pesar de que todo había sido bastante directo, yo no podía creerlo, era como si tuviera la verdad en frente y me estaba negando a verla, bufé con fuerza levantándome de la cama para caminar hasta la puerta. Mi madre estaba del otro lado y lo menos que quería ahora era un regaño de su parte. 

 

—Lo siento, madre, me había quedado dormida —Me excusé pasando mis dedos por mi cara, deje la puerta abierta para que ella entrara mientras que yo me vestía para ir, seguramente estarían esperando por mí, aunque yo no tenía ganas de ver a nadie ese día, al menos tendría que fingir que todo estaba bien para seguir con el viaje como si, realmente, estuviera todo bien. 

 

—Te ves super cansada Elettra, ¿segura que estás bien? —La escuché hablar mientras que yo entraba a lavarme la cara e intentar parecer una persona normal, no podía con tanto y eso de estar conteniéndome seguramente en algún momento iba a hacerme daño, pero por el momento quería estar tranquila para el mundo. 

 

—Sí, lo estoy, solo dame un par de minutos para estar lista —respondí una vez estaba fuera del baño, no quería tardarme, así que seguramente luego regresaría a la habitación para arreglarme apropiadamente, no quería que Marc me viera entristecida. Caminé hasta la maleta para sacar algún vestido ligero y salir de una vez. 

 

Solo que mi madre me tomó de las manos, en silencio me llevó hasta el diván que estaba a un lado, sentándonos. No había sido incómodo, sino que saber que mi madre estaba ahí, me hacía sentir tranquila. 

 

—Te conozco bastante como para saber que no estarías bien… —Esto de ser transparente para todos me afectaba más de lo que los demás pensaban, yo no quería que todos supieran lo que tenía dentro de mí, no era justo que luego de tanto que había pasado no pudiera tener secretos para mí misma—. Puedes contarme lo que tú quieras corazón. 

 

—Solo… —Tartamudee al momento de abrir mi boca, se me hacía difícil hablar teniendo un gran nudo en mi garganta, no sabía cuántas mentiras más tendría que decir para que los demás estuvieran tranquilos cuando yo estaba tan mal—. Tengo miedo… —Mis ojos comenzaron a llenarse de lágrimas. Esto lo vio mi madre y me abrazó con cariño. No sabía porque se me estaba haciendo tan complicado hablar con los demás sobre cómo me estaba sintiendo. 

 

Tal vez no quería darle la razón a nadie de que no era lo suficientemente fuerte como para pasar lo que estaba viviendo sola, aunque tenía a mi familia apoyándome, sabía que todos tenían sus vidas y no era nadie como para interrumpir sus vidas. Ese pensamiento había venido repetidas veces a mi cabeza y se volvía un pensamiento intrusivo de que realmente estaba sola. 

 

—Oh, pequeña mía, no tienes nada que temer —No sé en qué momento me había puesto a llorar, pero el miedo y la angustia se habían vuelto un fiel compañero desde que supe que iba tener un hijo. Ahora que Marc sabía que era suyo, muy posiblemente haya esa posibilidad de que me lo quiera quitar, se lo oculté por meses y ahora él decía cosas que yo necesitaba escuchar, pero no lo volvía más sencillo—. Esto iba a pasar en algún momento, nadie está preparado para ser padre, es algo que vas a aprendiendo con prueba y error, ojalá existiera una guía de cómo paternar, pero solo podemos seguir los consejos de los que ya hemos sido padres…

 

—No sé si estoy lista para esto, nunca pensé que terminaría siendo madre soltera… —Levanté mi mirada, seguramente volvía a tener el rostro hinchado, ya no me había bastado con llorar la noche anterior, sino que ahora pasaría el día en esto. No me gustaba el estar tan sensible, el que todo me afectara tanto hasta el punto de odiar a todos que estaban a mi alrededor. 

 

—Pero no estarás sola, tus hermanos y yo te vamos a ayudar, no tienes que pasar por esto sola hija, créeme que todo estará bien una vez nazca el pequeño—Pasó una mano por mi vientre—. Además, creo que Marc se lo tomó bastante bien, por lo que vimos ayer, parecía estar bien con la noticia…

 

—Me dijo que se mudaría a Italia con tal de estar conmigo, pero no quiero que deje su vida en Berna, él me había sido directo antes de que tenía su vida hecha allá y que nuestra relación iba a ser complicada, ¿ahora un hijo lo cambia todo? —No lograba entender como un hombre que me había dicho que no quería nada conmigo, ahora me prometía el cielo y las estrellas. 




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.