~ NARRADOR ~
—¿Qué tenemos que hacer? —Marc seguía un poco preocupado por el tema, ni siquiera había logrado hablar bien con Elettra sobre lo que harían y ahora tenían que hablar de su relación públicamente, algo que jamás había tenido que hacer, ni siquiera a su familia solía darle explicaciones sobre lo que hacía. Así que era algo nuevo y difícil de hacer.
—Siempre hemos tenido problemas con ese programa, son unos metiches y hemos tenido que levantar un par de denuncias contra ellos, pero ahora llega alguien nuevo a la familia que si pueden investigar y es algo que tenemos que resolver, pero primero tienen que discutir de lo que quieren o no decir —Santino había estado un rato por teléfono con la abogada, en la mañana tendrían noticias sobre ellos—, ahora no podemos hacer mucho más que esperar.
—Creo que deberíamos ir a descansar, mañana será un día bastante largo —Elettra se había mantenido en silencio un buen rato mientras todos hablaban, ella tenía que pensar que hacer. Miró a Marc, quien estaba más que confundido, no sabía realmente que estaba sucediendo y tampoco sabía qué hacer. Ella le tomó de las manos para tranquilizarlo, ella estaba acostumbrada a dar esos anuncios, ya sea en la misma prensa o en sus redes.
—Tienes que descansar —Susurró con media sonrisa.
Santino y su familia tenían que irse, aunque les gustaría poder hacer un poco más por la pequeña Rinaldi, ahora tenían que resolver ese asunto y en la mañana podrían hacerlo con más calma, Elettra llevó a Marc hasta su habitación, tenían mucho que discutir, al menos eso creían que tenían que hacer, después de todo ambos estaban metidos en ese asunto y no podía permitir que vayan a molestar a la familia de Marc por esa situación.
—Si quieres descansar, puedes ir a hacerlo, mañana podemos hablar de lo que tenemos que hacer —la mujer se sentó en su cama, mientras que Marc tomaba su celular, no había recibido ninguno mensaje extraño, pero sus redes habían sido descubiertas y tenía un par de más seguidores, hasta ahora no era molesto—. Nada malo pasara, mañana podremos resolver lo que ha pasado, solo tenemos que decir que tú eres el padre del bebé, pero que tenemos una relación cordial… Es todo.
—¿Relación cordial? ¿A qué te refieres con eso? —él levantó la mirada al escuchar lo que decía la mujer, quien no entendía realmente lo que estaba pasándole por la cabeza—. ¿Diremos que solo somos amigos que decidieron tener un hijo?
—No, podemos decir que tuvimos una relación y que luego de un tiempo decidimos separarnos, pero que decidimos tener a nuestro hijo… —Era lo único que se le pasaba por la cabeza en el momento, tampoco podían engañarse a sí mismo o a la gente quienes podían descubrir la verdad en cualquier momento—. Todo depende de lo que quieras hacer…
—Elettra —habló acercándose a ella, se arrodilló frente a la mujer y tomó sus manos con delicadeza, ella creyó que la noticia no le había gustado y mucho mejor que tuvieran que hablar de lo que tenían, cuando la verdad es que tampoco es que tuvieran algo—. Yo no quiero decir que tenemos una relación cordial, yo he venido a este lugar para estar contigo, digamos que tenemos una relación y que vamos a tener nuestro primer hijo, en caso de que las cosas no lleguen a funcionar no tendremos que decirle nada a nadie, es algo de los dos… —Eso había sorprendido a la mujer quien no se esperaba para nada que el hombre quisiera algo como eso—. ¿Qué dices? ¿Te gustaría que lo intentáramos otra vez?
—¿En serio? —se sonrojo notablemente al escuchar las cosas que estaba diciendo el hombre, no había nada que pensar cuando ella no había dejado de quererle, ni de pensarle, obvio que quería intentarlo nuevamente y quería estar con él. Solo que el miedo no se había ido del todo, sin embargo, esta vez, no dejaría que eso la controlara. Sabía que el amor, a veces, podía doler un poco, pero no estaban como para que doliera, no era el momento de sus vidas para hacer eso. Estaba en sus manos si funcionaba o no—. Somos adultos, no podemos dejar que el miedo nos vuelva a consumir, tenemos que hablar todo, si algo no nos gusta, lo diremos, nada de mentiras…
—No haré nada para lastimarte —El hombre llevó sus manos hasta el vientre—. Para lastimarlos, haré lo posible para que esto funcione, solo dame esa oportunidad…
—Está bien Marc —Sonrió acercándose un poco más para dejar un par de besos en sus labios, él había querido eso desde que se enteró que volvería a tener un hijo, pero no había logrado hacerla entender lo que quería—. Ya sabes que, si me vuelves a hacer daño, mi hermano conoce tu cara y no dudará en golpearte —añadió con una sonrisa.
—En la cara no, que me golpee donde quiera, menos en mi bonita cara —Eso había hecho reír a la mujer, esperaba no tener que llegar hasta ese punto, además que no quería que su hermano se volviera a meter en sus asuntos, menos personales—. Hay que dormir, estoy demasiado cansado… —se levantó para despedirse.
—Quédate conmigo, la última vez no salió bien, pero no quiero estar sola esta noche —hizo un pequeño puchero, ella no quería estar sola, necesitaba un poco de apoyo moral. El asintió dejando un par de besos en su frente, tampoco quería estar solo sabiendo que la tenía tan cerca.
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Editado: 28.09.2023