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~ ELETTRA ~

Durante toda la mañana había estado preparándolos asuntos del evento que tendríamos, era una fiesta donde estarían todos mis inversores y los que querían serlo, era algo que hacíamos al menos dos veces al año y yo tenía que organizarlo junto al departamento de relaciones, no era algo de mi departamento, pero siempre me había gustado ayudar con esos temas. Así que tenía que hacer más de lo que normalmente hacía, eso me ayudaba a mantener la cabeza más ocupada y no sobre pensar. 

Tengo un departamento, lo encontré en internet, ¿tienes tiempo para verlo hoy? El dueño me dijo que lo podíamos ver cuando quisiéramos.

Marc se había encargado de eso durante esos días que llevaba en Roma, no habíamos podido hacer mucho ya que yo tenía que terminar de organizar todo para el viernes, quedaban aun dos días y ya todo parecía estar bien, pero siempre salía algo nuevo de lo que tenía que encargarme antes de que Santino se enterara, pero sabía que el viernes estaría todo bien.

Tengo que ir a ver algo, si quieres paso por ti luego de que termine y vamos

Le respondí mientras caminaba hasta el ascensor, sabía que no iba a tardarme mucho en ir a ver el lugar, tenían que tener todo listo para montar para nuestro evento, era algo masivo y no queríamos que nada saliera mal. El tiempo que me tardaría llegando sería más de lo que tardaría en el lugar, lo bueno es que no había mucho tráfico y podría llegar pronto por Marc.

—Estaré en la casa en unos 20 minutos —Le envié una nota de voz mientras me subía al auto, todo había salido bastante bien en el lugar y todo estaría perfecto para el evento, ahora podría relajarme un poco más hasta el viernes que tendría que estar lista con el vestido que había encargado, con la barriga del embarazo nada de lo que tenía me servía, había tenido que comprar un montón de ropa nueva que seguramente nunca más volvería a usar. Así como los vestidos de gala para usar en los eventos de la empresa, hasta ahora sería el primero que tendría y muy posiblemente no haya otro cercano.

Siempre había sido bastante vanidosa, tenía que admitir que los primeros meses habían sido complicado, ya que me veía tan diferente con aquella gran panza, además de estar sensible hasta por ver una mariposa, era normal que comenzara a llorar como una loca cada vez que veía que mi figura había cambiado, pero una vez tuviera al pequeño, volvería a al gym para estar como antes, al menos para intentarlo.

—Que hermosa te ves hoy —Encontré a Marc esperándome fuera de la casa y cuando vio mi auto se subió—. Ya no puedo estar sin una moto…

—Llevas un par de días acá —Le sonreí, él se quedó unos segundos mirándome para luego acercarse y robarme un beso—. Bueno, si cada vez que extrañas a la moto me darás besos, entonces nunca tendrás una moto acá —Bromeé poniéndonos en camino al lugar que había encontrado, confiaba que el hombre había encontrado algo bueno para nosotros.

Durante todo el camino habíamos estado hablando de algunas cosas triviales, él no había querido hablarme del departamento que vio, así que seguramente iba a volar mi cabeza, así que no podía estar más emocionada al respecto, solo me estaba guiando por el GPS que el mismo había puesto. Estaba muy al centro y no me gustaba la ubicación, aunque estuviera relativamente cerca de la empresa, no me importaba manejar hasta mi trabajo siempre y cuando no estuviera en un lugar tan lleno de gente, eso solo daría problemas con la prensa. Pero no quería arruinarle nada de lo que tuviera, él se veía contento.

—Es ahí —Me señaló un edificio color blanco. Ahg. No quería ser descortés, él había estado buscando ese lugar y parecía estar demasiado feliz con lo que había hecho, pero no me había gustado nada lo que estaba viendo, pero el lugar podría hacerme cambiar de opinión, tal vez el departamento estaba mucho mejor del lugar donde estaba ubicado, así que tenía que callarme un momento y dejar que nos mostraran el lugar.

Lo siguiente que no me había gustado es que quien había mostrado el departamento fue el dueño y no alguna empresa, ¿dónde había encontrado ese lugar?

—Tiene dos habitaciones, perfecta para una pequeña familia como la de ustedes —Estaba de la mano de Marc mientras veíamos el lugar, era demasiado pequeño para mi gusto. Todo era blanco y necesitaría bastante por arreglar, no estaba mal, no era feo, pero había muchas cosas que no estaban sumando puntos positivos—. Y tiene un pequeño balcón, no pueden tener mascotas y solo tiene uno puesto de estacionamiento…

—¿Podría dejarnos para hablar? —Me apresuré en hablar antes de que Marc pudiera decir algo, yo tenía que decirle lo que pensaba del departamento, esperaba que no se molestara, pero aquello no estaba a mi nivel, no podíamos vivir de esa forma, menos traer a niño así. El dueño aceptó con una sonrisa. Una vez quedamos solos miré a los ojos a Marc.