Mine || 4#

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~ ELETTRA ~

 

Lo que había pensado sucedió, esa misma noche habían salido las fotos que nos habían tomado, tampoco era algo que me preocupara ahora, sabiendo que Marc y yo habíamos hablado sobre eso y estábamos más que de acuerdo en que todos supieran la relación que teníamos. Aunque seguía siendo bastante extraña, me sentía bastante cómoda con él y tu apoyo era más que suficiente. Esperaba comenzar a tener un poco más de tiempo para pasar tiempo con él ya que desde que había llegado no habíamos podido hacer mucho y tenía pensado que podíamos tener una cita solo para los dos. Sabía que estaba conociendo la ciudad con mi madre, pero yo quería estar con ellos.

 

—Señorita Rinaldi, ha llegado su vestido, quieren saber si lo mandan hasta su casa… —Tenía mucho trabajo que hacer, pero al menos ya no tenía que preocuparme por lo que pasaría mañana, que tendríamos el evento, así que podría encargarme de algunas cosas pendientes. Cuando mi asistente abrió la puerta para hablarme, me di cuenta que llegaba un par de horas ahí sentada y que debía caminar un poco, el doctor había dicho que no podía mantenerme todo el día sentada, podía hacerme daño.

 

—Que lo envíen a mi casa, gracias Amelia —Podía decir que me encantaba mi trabajo, aunque nunca había estado interesada en la empresa de mi familia, ahora entendía lo importante que era que todos trabajáramos, cuando habíamos dejado que solo Santino se encargara de la empresa, habíamos tenido problemas y casi nos vamos a la bancarrota, así que ahora que todos estábamos trabajando en equipo, todo iba perfectamente.

 

Me sentía bastante nerviosa por el evento de mañana, sería la primera vez que iba a salir tan públicamente con mi embarazo, juntos a Marc y, además, era la primera vez que asistía a uno de esos eventos acompañada por alguien que no fuera mi familia, siempre me gustaba ir con mi madre, nunca había tenido nada serio para invitarle a esos lugares, donde había muchos fotógrafos, así que era normalmente que me encontrara de esa forma. No solamente eran los nervios, sino que una vez lo hiciéramos público, siempre íbamos a estar ligado, si no funcionaba, siempre íbamos a tener que estar dando explicaciones, al menos a mí siempre me iba a preguntar por él. Si alguno llegara a tener otra relación, lo más seguro es que seguirán haciéndonos preguntas al respecto, no me gustaba eso y, aunque no quisiera pensar en eso, tenía que tenerle en cuenta.

 

El día estaba siendo más que tranquilo, aunque teníamos mucho que hacer, una vez me senté nuevamente, lo logré terminar, tendría el fin de semana completamente libre en caso de que nada más saliera, esperaba que fuera así, yo quería pasar tiempo con Marc.

 

¿Cómo va tu día, bonita? Te cuento que tu madre me ha traído a probarme trajes, creo que ella es la más emocionada por lo de mañana.

 

Marc había estado enviándome mensaje durante el día, por el momento solo había podido responderle un par, pero ahora que estaba esperando un correo, podía quedarme hablando con él un rato.

 

Ha sido bueno, ya tengo mi vestido, así que también tengo mucho adelantado para mañana. Estoy emocionada, ya quiero que sea mañana, nos vamos a divertir.

 

Eso espero, bonita, te dejaré un par de fotos de mis opciones.

 

Cada vez que hablaba con el hombre sentía que mi corazón latía con mucha fuerza, sonreía como si fuera una adolescente y sentía que mi corazón se me saldría por la boca, por primera vez en mi vida sentía lo que muchos decían que eran mariposas en el estómago, podía ser que era la primera vez que quería a alguien de esa forma. Aunque en otras ocasiones había querido a alguien bastante, ahora era diferente, nunca antes me había pasado el quedarme por minutos mirando una foto de alguien imaginándome como estoy besándole y dándole mi cariño.

 

—Wow, como te tiene Marc —Levanté la mirada hacia la puerta de mi oficina, Santino había entrado, tenía una carpeta negra en sus manos, además de una sonrisa burlona, dejé el celular un lado, no había podido responderle su mensaje a Marc, mi hermano siempre tenía que interrumpir mis momentos—. Nunca te había visto de esa forma, pero me gusta…

 

—Gracias, pensé que dirías alguna tontería —Regresé la mirada hacía la pantalla de mi computadora, tenía un par de cosas que hacer antes de irme a la casa—. ¿Necesitas algo? —El nunca venía a mi oficina al menos que fuera algo importante, al menos que tuviera que hablar algo conmigo, no es como que si fuera un hermano preocupado que tuviera al pendiente de mi o de mi embarazo.

 

—Sí, tengo que hablar contigo sobre algo —Él se sentó frente al escritorio y pasó la carpeta por la mesa hacía mí, estaba demasiado serio ahora y eso me había hecho preocupar, algo había pasado, tomé el sobre y le abrí, al principio no entendía lo que era, hasta que llegué al lugar adecuado.

 

—¿Un contrato de confidencialidad? —Pregunté extrañada por lo que me había mostrado, no entendía que tenía que ver eso conmigo—. ¿Qué es esto?




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