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~ NARRATIVO ~

Marc no podía estar más enojado por lo que sus ojos habían visto, estaban completamente sorprendidos con lo que había pasado, como Zane había sido capaz de llevar todo hasta la prensa, algo que Elettra había querido mantener en privado, pero el hombre se había llenado de orgullo con las cosas que había divulgado. La mujer había tenido que sentarse con la impresión de la noticia, Zane había sido sarcástico e hiriente en sus palabras, había hablado de la mujer como si fuera una cualquiera. Todos en la familia habían comenzado a ver, Santino por un momento sintió enojo, pero al ver como su hermana estaba pálida y con cara de preocupación, prefirió no decir nada, tampoco era algo de lo que ella tuviera la culpa. Él también había tenido su edad y aunque siempre fue bastante responsable, entendía que su hermana había querido hacer cosas para experimentar un poco, era joven y aunque pudo haber hecho mejores cosas, no quería juzgarla cuando se notaba que necesitaba apoyo de todos.

Los invitados que no eran familias, decidieron retirarse antes de que las cosas fueran más tensas, no sin antes despedirse de Elettra, Henry quería quedarse, pero tampoco quería incomodar a Elettra, así que solo se acercó a la mujer, quien había tenido la mirada en el suelo todo el tiempo. Él se agachó frente a ella y con su mano levantó su mentón.

—Si me necesitas para algo, solo escríbeme, créeme que te ayudaré con lo que necesites —La joven italiana asintió, no podía creer lo que había pasado, siempre pensó que en algún momento pasaría, pero no de que aquella forma, sino que iba a aparecer en su puerta reclamando la paternidad de un hijo que no sabía si era suyo o no, tampoco entendía como después de 8 meses había llegado a sus vidas para decir una tontería así.

Henry se levantó y caminó hasta Marc, quien tampoco tenía palabras, estaba enojado con su “amigo” y preocupado por su familia, sentía que en cualquier momento se rompería por completo con el simple hecho de que hablara, pero amaba tanto a Elettra que no quería alejarse de ella.

—No somos amigos, pero quiero a Elettra como mi hermana, cuenta conmigo para lo que necesites, llámame cualquier cosa, por favor —Henry siempre había querido a los Rinaldi, ahora más que nunca que Sofía había llegado a sus vidas para volverlos a unir, era un cambio había sido necesario y que Santino hasta se le ablandó el corazón de solo ver como los Kirkman había tenido aquella cercanía con su hermana y sus ganas de ayudarles—. Cuídala mucho, confío en que podrán pasar por esto…

Marc se sentía devastado también, ya que había dicho mentiras y no quería lastimar a Elettra, aunque muchas veces pensó que la mejor opción era alejarse de todos, ahora sabía que lo mejor que podía hacer era estar a su lado, nunca dejándola sola, así ella no quisiera. Cuando la familia Rinaldi se quedó sola, era momento de hablar de lo que harían.

—Hablaré con el abogado, tendremos que demandar a ese hombre por difamación, no puede estar diciendo mentiras de esa forma, desprestigiando la imagen de nuestra hermana —Nicolás no entendía realmente que había pasado y como su hermana ahora no estaba dando gritos por lo que había pasado.

—No podemos hacer eso —La mejor de los Rinaldi levantó la mirada, tenía que enfrentar lo que hizo de una maldita vez y hacerse responsable de sus actos, aunque no quisiera, ahora, como adulta, tenía que hacerlo—. Él puede que esté diciendo la verdad, puede que este hijo sea tuyo… Estuvimos juntos una vez cuando estuve en Berna, pudo haberse roto la protección que usamos, pero nunca me aseguré de eso… —La sobriedad con la que hablaba la mujer era algo que nunca habían escuchado en ella—. Pero Marc ha estado a mi lado y me ha demostrado quien realmente será un padre para mi hijo… —Elettra se levantó, necesitaba tomar un poco de aire o sentiría que se ahogaría—. Marc, ¿podrías acompañarme? —Ella lo miró triste, pero él estaba seguro de que lo que tenía que hacer, no podía dejar que la familia que quería se derrumbara de aquella forma cuando tenía las herramientas para mantenerla fuerte. El hombre asintió con media sonrisa y tomó su mano, ambos caminaron juntos hasta el patio, donde Elettra se quitó los zapatos y caminó hasta la piscina, donde se sentó en el borde para meter sus pies en el agua.

Marc no le importó mojar su pantalón un poco, hizo lo mismo que la joven y luego de sacarse los zapatos, se sentó a su lado, ahora sabía que las cosas comienzan a ser como una montaña rusa, pero sus vidas siempre habían sido de esa forma, solo que ahora era diferente, estaban juntos para soportar el movimiento, sin tener que separarse, era una decisión que había tomado el hombre en el momento que se dio cuenta de que su paternidad.

—Antes de que digas algo como que, si quiero irme, quiero que sepas que pase lo que pase estaré a tu lado, no importa lo que haya dicho Zane con la prensa, no me interesa que él sea el padre biológico de la pequeña, ella es mi hija y nadie cambiará esto —Evidentemente que él sabía lo que ella le diría, pero que le haya dicho eso, Elettra me sintió mejor, ya no sentía preocupación por perderlo, así que acercó un poco más y puso su cabeza sobre su hombro—. Podemos con esto, juntos… —Marc le tomó de la mano, no tenía nada más que hacer que ser fuerte, el más que nadie conocía a su “amigo” —. Te amo y nadie cambiará ese hecho.