La Pasión vive de elecciones y por ello tiene que pensar mucho todo sus actos. Yo he comenzado por la reflexión, yo soy reflexivo desde el principio al fin. Pero la contradicción íntima persiste cuando se ama a una mujer quieta, dulce, que proporciona orden, armonía en nuestra vida, y, sin embargo, se desea a una mujer inquieta, apasionada, violenta y hasta colérica, porque nunca nos conformamos con un solo lado de la realidad. Lo mismo acontece cuando el deseo de otro se vive solo al imaginar cómo puede ser.
En la intensa y variada vida amorosa de una mujer intelectual, quien busca en cada nuevo amante lo que no encontró en el anterior. Renovar sus amores era vital para conocerse, identificarse, superando sueños y deseos contrapuestos, pues vivía descontenta de sí misma y de sus amantes. Al final de su vida convive con un sencillo pescador, y le confiesa a un amigo que es plenamente feliz. ¿Encontró en aquel hombre el Todo del Amor? No, se siente completa porque ha realizado su destino al recorrer, a través de sus múltiples amores, un difícil camino que le hizo posible resolver sus contradicciones íntimas al amar y comprender hombres diferentes y hasta opuestos. Claro está que debió tomar decisiones desgarradoras al decir adiós a los que amaba, siguiendo, sin saberlo, el camino que le aconsejaba: no atarse a nadie para no quedar inmóvil junto a otro ser para siempre.