Mis Sueños Mi Nueva Vida

Capítulo 13: Diez años cambiaron personas, pero no sentimientos. Parte 1

Habían pasado 10 años desde la última vez que Justin vio a Emely y aún la seguía amando.
—"¿Por qué no la olvido?"
Se preguntaba cada noche antes de acostarse a dormir.
En estos diez años sucedieron muchas cosas en la vida de Justin.
Juan se fue a una universidad a estudiar Teología. Después de 4 años, se convirtió en pastor. Se casó con una linda chica y tiene 3 niños varones a los cuales les puso el nombre de sus amigos más el de él.
Tom, cuando entró a estudiar a la universidad, anduvo con malas compañías y cayó en el vicio de las drogas. No llegó a terminar el primer semestre, abandonó la carrera y unos meses después fue encarcelado por posesión de drogas.
En la cárcel conoció al Dios verdadero y, luego de 7 años preso, salió de la prisión como una nueva persona. Hoy en día está casado y tiene una niña de un año de edad, la cual le puso el nombre de su madre.
Nuestro Justin se graduó de la carrera que estaba estudiando. Luego se dio cuenta de que Dios tenía otros planes para su vida y decidió también estudiar Teología, convirtiéndose hace apenas un año en ministro del Señor.
Su primer año como pastor fue un reto para él. Ser un pastor sin tener una ayuda idónea no es tan fácil. Más Justin, a pesar de tener algunas damas muy lindas y educadas enamoradas de él, no hacía el esfuerzo por conocer a ninguna porque, después de diez años, seguía enamorado de Emely.
En ocasiones sintió su olor, su voz, pero cuando se daba vuelta era otra persona. Incluso creyó verlas muchas veces en lugares públicos, pero cuando corría hacia ella, otra persona estaba allí.
Se convenció de que nunca más la encontraría y le pedía a Dios cada día que sacara de su corazón ese amor.
El presente...
Justin acaba de mudarse a un pueblo nuevo en el cual nunca había estado. Entonces, una tarde decidió caminar para conocerlo. Cuando llevaba una distancia considerable, lo alcanzó el atardecer en un lugar hermoso que se asemejaba a la Acacia en algunos detalles.
Había árboles alrededor de un barranco que daban sombra a unos bancos puestos en dirección hacia el horizonte por donde el sol se ocultaba. En el fondo de dicho barranco había un lago que mostraba un paisaje sin igual.
Allí, Justin decidió sentarse a admirar el atardecer de ese hermoso día.
—¡Wao! Sé que esto no se compara al atardecer debajo de la Acacia, pero es lo más cercano que he tenido a Emely en años. ¿Por qué me traiste hasta aquí, Dios?...
Conversaba con Dios como con un amigo que tenía a su lado.
¿Qué fue de la vida de Emely en estos diez años?
Cumplió su sueño y se pudo graduar de la carrera que su padre había soñado. Toda su familia se mudó para la capital para estar cerca de ella mientras logró tal hazaña. En su mente, muchas veces quería volver al pequeño pueblo en donde conoció el amor. Y después de tantos intentos fallidos por falta de dinero, por enfermedades repentinas y otras dificultades que no tenían explicación...
Logró volver al pueblo a los 9 años de haberse ido. Sin embargo, ya nada era igual. Sus amigas ya no vivían allí. Corrió a casa de Justin y él tampoco estaba allí. En esa casa en la cual había sentido tantas cosas lindas, vivían unos totales extraños para ella.
Comenzó a preguntar por los antiguos conocidos y resultó ser que ya todos se habían marchado.
—¿A dónde?
Preguntó más de una vez. Más nadie sabía.
Volvió a su hogar en la capital sin esperanzas, pero en su corazón aún ardía una llama que no sería tan fácil apagar.
—Le dije que lo esperaría una década. Ya han pasado 9 años. ¿Él me recordará?
El presente...
Emely está en su oficina trabajando y le llega un documento con una dirección. Lo revisa y le pregunta a su jefe, quien fue el que lo entregó:
—¿Y esta dirección para qué es?
Su director, el cual quería que Emely saliera de allí porque era muy buena en su trabajo y tenía miedo de que ella lo reemplazara en el cargo, le dijo:
—Emely, he decidido que nuestra oficina en ese lugar necesita de tus servicios. Estoy seguro de que serás de mucha ayuda allí—, diciéndole esto, le dio la espalda y se fue sonriendo.
Emely, molesta y obstinada con su jefe, aceptó la oferta sin ningún tipo de emoción.
—Este lugar está muy lejos, de seguro ni internet hay en ese lugar. Pero si es por el bien de la empresa iré.
Al llegar al lugar, se instaló. Solo salía de su casa al trabajo y viceversa.
Un día se le hizo muy tarde en el trabajo y, mientras iba en bus, vio un lugar muy hermoso...
—¡Wao! Ese lugar es muy hermoso. No sé por qué me trae buenos recuerdos. Mañana tengo que venir...
Al siguiente día, cuando Emely salió del trabajo, pasó por el lugar y se quedó allí sentada a esperar el atardecer. ¡Qué sensación tan linda sintió cuando el sol se ocultaba y los últimos rayos de luz que quedaban dibujaban diferentes colores en las nubes!
—Esta sensación solo la sentí cuando estaba con él en la Acacia. No me daré por vencida, lo encontraré. Tarde o temprano lo encontraré...
Tok, tok, tocan la puerta de Justin a las 6 de la mañana. Abre Justin, quien se había levantado unas dos horas antes.
—Buenos días, Pastor. Recuerde que hoy vamos al lugar del que le hablé en las montañas.
—No lo olvide, Kevin. Estoy preparado hace un buen tiempo. Déjame sacar la bicicleta y nos vamos...
Le responde al joven que le recordaba a él en sus años de adolescencia.
Los dos se montaron en su bicicleta y tomaron el camino hacia la montaña.
—Pastor, ¿puedo hacerle una pregunta?
—Claro, Kevin.
—¿Cree usted que uno se pueda enamorar tan solo con ver a una persona? Me refiero a que si el amor a primera vista existe.
Justin sonrió y le dijo que sí.
—¿Pastor, usted se ha enamorado alguna vez?—preguntó el joven curioso.
Justin sintió cómo su interior se removió. Entonces decidió contarle su historia al joven, la cual se extendió y tuvo que terminarla en el camino de regreso.
—¿Pastor, si ella volviera, qué le diría?
—Esa es una excelente pregunta—responde Justin pensativo—. Aunque la sigo amando y mi primer impulso es correr a abrazarla. No podría hacerlo; soy otra persona. La sigo amando, pero ya no soy el mismo joven de antes. En estos diez años he cambiado por completo...
En ese momento, van pasando por el barranco en donde Justin estuvo cuando volvió al lugar. Se detuvo y le dijo a Kevin:
—Mira, este lugar es parecido a la Acacia. Es por eso que este lugar me trae buenos recuerdos.
Le decía mientras miraba el horizonte, aunque el sol aún no se escondía.
—Pastor, este sábado vamos a despedirlo aquí, así que puede hablarnos del amor. Así se inspira más—le dijo el joven mientras Justin sonreía.
—Está bien, lo haré.
Entonces, tomando sus bicicletas, siguieron hasta su casa.
Una hora más tarde, una joven con audífonos llega al lugar, pone sus canciones favoritas y se sienta en un banco a mirar el atardecer.




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