Avicii - Hey Brother
"¿Enterarte de todo y sufrir, o no saber nada y sorprenderte?"
Day
Cuando yo tenía siete años, solía jugar con todos en el orfanato. Especialmente con mi único familiar, Danne, no puedo decir que todo era perfecto, pero ella siempre me protegió. Ella se quedaba conmigo hasta que me dormía.
—Danne, otra vez vi a ese hombre. —le dije sosteniendo su mano. Recostado en mi cama y con las cobijas cubriendo casi todo mi cuerpo. Ella se inclinó y sonrió, ella solo tenía un año más que yo, pero yo sentía que era mucho mayor. Tal vez se obligó a crecer más rápido para cuidarme.
—Day, estoy aquí, mientras yo esté nada malo va a pasarte. —dijo mientras apretaba a mi mano con más fuerza.
La verdad tuve la suerte que, al ser abandonada, también me dejaron con ella. Con el paso del tiempo supe que una mujer nos había encontrado en una piscina cuando éramos bebes. Pero ella no era nuestra madre, al menos tuvo la delicadeza de dejarnos en el orfanato ya que ella no podía adoptarnos.
Cada día me asomaba por las ventanas esperando que alguien viniera a adoptarnos.
—¡Danne, ya nos vienen a buscar, esta vez sí! —le grité mientras intentaba mirar por la ventana a los nueve años.
Ella sonreía, en el fondo creo que sabía que no era así.
—¡Day, no te emociones tanto!
Pasaron varios años y nada. Los adultos estaban interesados en niños que cumplieran con los estúpidos estándares de belleza y aunque yo los cumplía de cierta forma, para ellos Danne no. Mi condición era irme con ella y si no, no me iría. Para mi Danne siempre fue linda, pero el mundo consideraba que una niña con curvas y marquitas de acné era fea. Los odiaba. Pero todo cambió cuando llegaron ellos. Una mujer largirucha, rubia, con ojos celestes; y un hombre moreno, bajito, calvo, pero con músculos. Se fijaron en Danne, en su belleza, inteligencia y personalidad. Creo que quedaron deslumbrados, me sorprendió un poco. Al final, no se opusieron a llevarnos a ambos así que, a los 13 nos adoptaron.
Chase Atlantic - Slow Down (Instrumental)
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En fin, mucha palabrería. Volvemos al presente. Page se quedó nerviosa mirándome. Ella esperaba que le contara lo que había descubierto cuando atacaron a Amy y me escondí en el quinto piso.
—¿Y bien? —me pregunta cruzándose de brazos.
—Lo que me entere fue:
Las luces habían sido apagadas. Escuché los gritos de Danne y como su voz había sido ahogada. Está muerta. Me moví instantáneamente, pegué mi cuerpo a la pared con brusquedad mientras las lágrimas me recorrían. Mi mano derecha sintió el marco de la puerta, seguí moviéndome para darme cuenta que la puerta hacia el interior estaba abierta. Impulsé mi cuerpo hacia adentro y empecé a correr como un cobarde. Había un olor notorio a heces por aquel pasillo y sentí como las luces se habían encendido, pero unas de neón. No pude parar ni pensar, solo quería correr. Mi corazón estaba a mil, mis piernas temblaban y aún podía escuchar los gritos.
Al cabo de un rato me topé con la escalera y empecé a recorrerla por un buen rato. Mis pensamientos me atosigaba. Danne está muerta, no tienes a nadie. Yo solo podía seguir subiendo las escaleras... hasta que me di cuenta de algo.
—¿Ese ruido de dónde viene? —preguntó una voz femenina que nunca había escuchado. El ruido provenía debajo del escalón en el que estaban. Era casi un susurro, pero logré escucharlo.
Me detuve, quedé tan quieto que parecía una estatua. Incluso me indujo a dejar de respirar para que ni siquiera eso pudiese escucharse.
—¿Qué ruido? —respondió una voz neutral que tampoco había escuchado antes. El ruido provenía debajo de dos escalones enfrente de mí.
De momento escuche pasos aproximarse cada vez más cerca de mí. No lo pensé, corrí más rápido que flash y empecé a saltar varios escalones. Obvio me puse de puntillas mientras lo hacía para ahogar el ruido, pero no sirvió de mucho porque aun sonaron los pasos solo que un poco más suaves.
—¡Ese ruido! —soltó, pero esta vez lo hizo más alto.
Resoplo el de la voz neutral y sus pasos incrementaron.
Miré de reojo hacia atrás para ver si me seguían, pero no. Suertudo. Solo podía escuchar sus pasos incrementando, creo que empezaron a correr detrás de mí. En ese punto me valió, empecé a saltar escalones y correr como nunca antes, como si mi vida dependiera de eso. La depende estúpido.
—Hoy hay que matar a Day, si es alguien más ignorado.
Entonces volví a paralizarse. El objetivo era yo, tal vez mataron a Danne pensando que era yo. Sentí mucha culpa y asco. En ese instante aun pensaba que estaba muerta.
—Pero, ya no podremos escondernos aquí. —le respondió.
—No te preocupes, solo habrá que informarle a miss enigma. —aseguró la voz neutral.
Mi corazón se me salía del pecho. Al final, logré subir a este piso y me escondí en una habitación.
Finalizó la anécdota y me centré en el presente.
—Page...
—Day...
—No puedo volver con los demás. Yo era el objetivo, no Amy. Cuida a mi hermana y dile que estoy vivo, pero no digas mi ubicación. También creo que ustedes deben hacer lo mismo que yo, dispérsense. No pueden quedarse quietos ni en el mismo lugar por mucho tiempo, ninguno debería conocer su ubicación. Si los asesinos no saben nuestra ubicación, se les hará todo más difícil. —le expliqué.
—Yo... es una buena idea en realidad. ¿Cuándo te volviste tan inteligente?
—Siempre lo he sido, solo que estaban ocupados viendo mis defectos y no mis virtudes.
Kybel
Había pasado un buen rato después del segundo asesinato. Ya no me estaba afectando tanto (o eso creía, porque cada vez el tiempo en el que me sentía fuera de mí era más largo). Danne se quedó quieta en un sillón. A mi lado un chico rubio y alto. No suelo hacer nuevos amigos, pero Page estaba desaparecida y Danne demasiado preocupada por contarle. Me acerqué a aquel rubio de tez clara sentado en el piso junto a la puerta. Mis pasos fueron lentos al inicio, pero después fueron más rápidos. Me posicioné frente a él.