Mitad mentira. Mitad verdad

5

Capitulo 5

 

Alexander

"Cada cien años se enamoran un ángel y un demonio. Uno sacrifica su paz y el otro; renuncia a su odio"

Me levanté temprano, quería tomar una ducha para borrar todo rastro de lo sucedido en la madrugada. Dormí muy poco, pero no me sentía cansado, de hecho, estaba entusiasmado por el ensayo de hoy

El clima estaba un poco frío, así que decidí llevar alguna prenda que cubriera mi cuerpo de la baja temperatura. Comencé a buscar en el armario algún suéter que me convenciera, pero, llevaba alrededor de diez minutos buscando y no encontraba nada que me agradara

Empezaba a rendirme, hasta que recordé que Xavi, había mencionado que me regalaría ropa, rápido me dirigí al escritorio que se encontraba en mi habitación, justo donde coloque los obsequios que me dieron. Tenía tiempo suficiente, así que sin prisa comencé a abrirlos

Primero abrí el de Xavier. El me regalo una playera muy cool, no tenía mangas y el diseño era de rayas horizontales blancas y azules; no pude evitar acordarme de Sebastián, esta era su combinación favorita. Pensando en él tomé el regalo que me dio y lo abrí

La bolsa contenía dos sudaderas increíbles, una era color morado y la otra era roja. No pude evitar sonreír, no sé lo que piensen ustedes, pero a mí me encanta cuando las personas prestan atención a lo que dices y sobre todo a lo que te gusta. Debo decir que me encantaron, me fascinaba el corte del cuello a una de las esquinas de la prenda. Juro que ese detalle las hacía lucir geniales.

Me las provee de inmediato y las ame aún más. Ahora no sabía cuál utilizar primero, quería usarlas juntas, en verdad me habían fascinado

-Evelyn-grite. ella es modelo, sabrá decirme cual es la que debo de usar primero

- ¿Qué quieres? -

-Necesito tu ayuda- le mostré ambas prendas y la miré a los ojos- ¿Cuál te gusta más? –

- ¿Que no son iguales? Joan, lo único que cambia es el color- la miré con reproche, no me agradaba mucho que me llamara con mi primer nombre, es decir, no lo odiaba, pero tampoco me hacía ilusión. Prefería que me llamaran Alexander, Alex; como comúnmente me llaman o incluso Alec, como me dice mi abuela

-Sí, pero ambas me encantan y no se cual usar primero- miró la ropa que me pondría, la cual, estaba sobre mi cama. Observó aleatoriamente las prendas y se acercó a mi armario

-Creo que si usas este pantalón- Señaló unos jeans color negro, entubado y un poco corrugado de la rodilla al tobillo. Ese pantalón me encanta, aunque casi no suelo usarlo porque me queda muy pegado en las piernas y el trasero y hace que me acalore rápido – esta playera- señala la que me regaló Xavi- con la sudadera morada. Te verás increíble-

-Gracias Lyn-junte todo el conjunto en mi cama y me fascino todo lo que me eligió

De la emoción ni termine de revisar los demás obsequios. solo me metía bañar para poder llegar a tiempo; porque como era costumbre, después de tener tres horas, pase a tener solo una

**********

Llegue a la empresa con cinco minutos de anticipación y en el foro se encontraba Sebastián hablando con el señor Omar

-Hola señor. Sebas-salude alegre

-Hola Alexander- contexto cordialmente el productor

-Hola- mi compañero también contesto, pero lo hizo de una forma muy seria. Nunca nos habíamos hablado así, de hecho, desde que nos conocimos nos volvimos buenos amigos, solíamos reír de todo. Parecía molesto. Quizá discutió con Omar

-Qué bueno que ya llegaste Alex. Prepárense, daremos inicio al ensayo de hoy- se retiró, dejándonos solos por un momento mientras llegaba el profesor de actuación

-Gracias por el regalo Sebas. Me encanto. Son perfectas-no podía dejar de sonreír, todo lo que decía era verdad. Me había enamorado de ellas

-Qué bueno- contestó sin mucha emoción

- ¿Pasa algo?... ¿Sebastián? - me sentía confundido, él normalmente es un chico risueño y divertido, los ensayos eran más divertidos y amenos cuando Sebastián asistía, bromeamos y en los descansos platicabamos de la novela o temas sin relevancia. Me gustaba mucho su forma de ser.

-No. No pasa nada- dijo sin emoción alguna

- ¿Estas...

-Buenos días chicos. Vamos a comenzar con el ensayo. Libretos en la página ochenta y cuatro, escena cuatro, por favor-Interrumpió el profesor con el que ensayaríamos

Mientras ensayabamos podía sentir a Sebastián distanciado, se le veía incómodo y sobre todo distraído. Me sentía mal, por lo regular se la pasaba dando ideas para su personaje o hablando de cualquier cosa, sin embargo, ahora solo hablaba si era estrictamente necesario y lo estaba haciendo mal

-Sebastián concéntrate-el profesor Fernando estaba enojándose con él, se estaba equivocando mucho-les daré diez minutos para que descansen y puedan concentrarse. Cuando vuelva no quiero seguir estancado en esta parte... ¿entendieron? -ambos asentimos con un movimiento de cabeza- chicos en tres semanas iniciamos grabaciones y no podemos darnos el lujo de errar cada cinco minutos. Iré con Omar. -

Fer salió del set, dejándonos solos de nuevo. No sabía si hablarle o darle su espacio, se sentía tan extraño estar así con él. Por un momento me quedé en mi lugar, sin hacer nada, solo mirando de vez en cuando a mi compañero de reojo

Aquí adentro tenían prendida la calefacción por lo que comencé a sudar un poco, decidí quitarme mi sudadera y dejarla a lado de la mochila que traje

Podía ver al chico sentado en el suelo, jugando con sus manos y la mirada puesta en ellos




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.