Han pasado un par de años desde que los hebreos volvieron a Egipto, como Moisés lo dijo solo unos pocos de los que habían estado al principio regresaron y para su pesar entre esos no estaba Aarón, pero lo entendía, ese lugar le traía dolorosos recuerdos
Por otro lado Darius estaba feliz, tenía a su amada a su lado y ya casi prometida, ambos encontraron una balanza y equilibrio en su relación debido a sus diferencias, el respetaba y ella también lo hacía, a veces cedía uno y a veces el otro
Y más pronto de lo que esperaban a los 4 años de relación se casaron
- Estoy nervioso papá
- Tranquilo campeón, es normal
- ¿Cómo está mi sobrino?
- Nervioso
- Tranquilo, es normal, es una nueva etapa y...
- Tú estás de acuerdo con esto?
- No interrumpas a tu soberano muchacho insolente - Darius río ante la ocurrencia de su tío - Y segundo, ya habíamos hablado del tema tú y yo, así que tranquilo, lo que te dije esa noche es cierto
- Gracias tío
Después de la boda la feliz pareja comenzó a vivir en palacio, tenían su propio espacio y esto era fabuloso, todo iba marchando bien y esperaban que siguieran así, hasta que un día paso lo inesperado
Una nueva dinastía se comenzó a formar en el vientre de Raquel, todo estaba empezando de nuevo, un nuevo comienzo para todos estaba a punto de suceder, un nuevo faraón se levantaría y con el su nuevo consejero
Moisés y Ramsés tuvieron su momento, ahora era turno del nuevo heredero de los hijos de los hijos de los dos hermanos, todo cambiaría a partir de ahora
Todo sería diferente