Moonlight Dance (pausada)

12- Las gotas que van rebalsando el vaso.

 

Esto de ser bruja no era tan fácil como pensaba. Sentía que la cabeza me estaba por explotar de tantas cosas que tenía que recordar; y no me refería solo a brujería.

En la escuela me iba bien, de milagro. Tenía muchas cosas que estudiar, más el entrenamiento, más la rutina para el próximo partido, que estaba casi a la vuelta de la esquina y no podía concentrarme.

Aun no sé cómo decirle a Stef que soy bruja y que sé que es un hombre lobo. Era mi mejor amigo de toda la vida y le estaba escondiendo algo sumamente importante.

La relación de Brenda y Stef no era la de antes. Brenda es un poco rencorosa y no le iba a perdonar con facilidad el plantón del baile. Aun ella quería escuchar de propia boca parte lo que les había dicho. Se estaban llevando mejor, pero no como antes.

Derek y yo íbamos cada vez mejor, aun no éramos novios, y no sé si quiero un novio en este momento. Desde que nos dijimos la verdad todo es más fácil. Trataba de ayudarme lo más que podía con respecto a todo. Le hecho de que estemos conectado me gustaba. Me sentía protegida. Me hacía feliz y estaba sumamente enamorada.

Mamá le estaba tomando cariño poco a poco que pasaban los días. Notaba la forma en la que él me cuidaba.

 Mamá. Estaba por volverme loca. Se acercaba mi ritual en donde mis poderes se unen a los de mis ancestros y así poder controlarlos mejor. No quería volver a escuchar más de eso en un tiempo.

Mis amigas estaban igual. Estábamos las tres estresadas por todo esto, nuestros padres cada dos por tres nos están diciendo que tenemos que hacer ese día, como va a ser, que si duele o no. Me lo sabía de momería; al punto de, que si pudiera, lo hiciera yo sola.

Franco, Benja y Liam estaban empezando a sospechar que algo pasaba. Las mariposas que nos habían dado no estaban reteniendo mucho nuestra magia. Cada vez que nuestras emociones se intensificaban algo pasaba.

Gwen estaba estresada, ella tenía que aprender el doble de cosas y eso se le notaba; se había enojado con alguien del equipo de animadoras, no recuerdo porque, y las puertas de los casilleros empezaron a temblar.

Brenda casi explotar algo en el laboratorio de química. Una de las llamas en donde calentamos cosas se subio al máximo sola. ´

Y yo me había enojado con Austin, como para variar, y explotaron un par de luces. Actúan como si fuera normal, pero las tres sabemos que sospechan de algo. No sabemos cuánto más se lo vamos a esconder.

De papá no volví a saber más nada. No sabía cómo sentirme. Le había preguntado a mamá si había hecho o dicho algo y me dijo que no, que solo se comunicaba con ella a través de sus abogados, incluso a ella se le hacía extraño que no haya hecho nada con mi custodia.

Según lo que me dijo mamá, y lo poco que llegue a leer, papá quería que la custodia completa la tenga mamá, él solo iba a pasarme la cuota alimentaria y listo. Sin verme, sin hablarme.

Sentía que me había olvidado, que me había abandonado. Estoy sumamente consiente de lo que ambos pasaron y lo que él le hizo a mamá, pero eso no quita que borre diecisiete años de sentimientos hacia él de la noche a la mañana.

También había hablado con mi directora para ver si ella sabía algo y me dijo que no, que no lo había visto cerca de la escuela en mucho tiempo; ella estaba al tanto de mi situación, me gustaba su discreción.

Las prácticas de ballet también me estaban saturando. Habíamos hecho las audiciones y aún no había novedades de quien interpretara a quien. Estaba exhausta. Necesitaba dormir una semana y despertar con el ochenta por ciento de mis problemas resueltos. Siento que voy a explotar.

 

Me dormí sobre mi brazo mientras estudiaba algo. Una voz muy fuerte me despierta. Tengo libros sobre todo mi escritorio, y veo algunos sobre el piso. Grimorios, química, historia, Romeo y Julieta, cientos de cosas sobre él.

Mamá estaba discutiendo con alguien, estaba furiosa. Pero no podía escuchar bien. No tenía un escondite como en la otra casa, pero haciendo el mayor silencio posible pude esconderme detrás de una pared.

-¿Después de todo este tiempo te atreves a reclamar y exigir algo? No fuiste capaz de siquiera buscar a tu hija. ¿Y te crees con el derecho de exigir algo? Eres la basura más grande que conocí en toda mi vida Christofer.- estaba sumamente furiosa. Tenía que controlarme, podía ver como las luces titilaban.- Mira que para basuras humanas estaba tu hermano, pero creo que vos estas casi a su altura. El por lo menos si hizo algo cuando nos fuimos, vos no. No fuiste a su escuela ni a ningún lado a preguntar, mínimo si ella estaba bien. ¿Y te quieres venir a hacer el padre preocupado por tu hija, ahora que sabes que perderás? Es tu hija y la dejaste sin nada, tu problema es conmigo, no con...-

Los portarretratos empezaron a romperse, las luces igual explotaron, lo libros se caían de los libreros. Estaba más que furiosa. Necesitaba explotar de alguna forma u otra. No soportaba más. Antes de que pudiera hacer algo mamá agarro mi mano y me llevo a una especie de sótano.

-Explota.- Me dijo, pero no la podía escuchar.- Explota Audry.- grito.

Grité. Grité tan fuerte que sentí que me iba a desagarrar las cuerdas vocales. Todos se movió, las luces, las cosas se cayeron de donde estaban y vi como la luz terminaba de explotar. La mitad de mi alma se había ido de mi cuerpo y luego volvió. Sentía un peso menos encima, pero aún seguía enojada. Mamá estaba por decirme algo pero sentimos el timbre.



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En el texto hay: fantasia, juvenil, romance

Editado: 07.08.2020

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