Moonlight Dance (pausada)

15- Efecto Súper Luna: Audry

 

 

Íbamos ganando por un par de puntos. Aun no había terminado el primer tiempo. Todo estaba saliendo bien. Miraba a Derek y él a Stefano.; nuestras madres a nosotras y Alex al resto del equipo. Estaba todo vigilado. Pero aprendía  nunca cantar victoria antes de tiempo.

Todas estábamos alentando al equipo, haciendo piruetas, agitando los papones. Nadie se daba cuenta de que algunos no sentíamos raros por la luna.

El árbitro informo el fin del primer tiempo, eso indica que tenemos que entrar a hacer nuestra rutina, al igual que las otras animadoras.

Ambos equipos habíamos terminado de hacer nuestras rutinas y nos dimos la mano, a pesar de todo entre nosotras no había rivalidad; conocía algunas de las chicas desde hace años.

-Bien hecho Leynder.- Dijo la capitana del otro equipo extiendo su mano con una sonrisa

-Igual tu Ramirez.- Dije haciendo el mismo gesto.

Empezaba el segundo tiempo y nos estaba yendo bien, realmente estaba saliendo bien. Pero como dije, nunca cantes victoria antes de tiempo.

A lo lejos veo la cara de preocupación de Clara. Estaba mirando a Derek. Brenda y yo lo miramos y estaba sosteniendo algo en sus manos, corro para ver que era y tenía la pulsera de Stefano en sus manos.

-Dime que eso no es lo que pienso.- Le dijo en voz baja.

-Es lo que piensas.- Dijo preocupado.

Por todos los medios tratamos de sacar a Stef de la cancha, pero el entrenador estaba más que negado. No iba a sacar a uno de sus mejores jugadores de la cancha. Stefano realmente se estaba luciendo. Solo quedaba rezar que nada saliera mal, y que la luna no le afecte demasiado.

Brenda y Gwen les fueron a avisar a nuestros padres lo que sucedía. Sus caras eran de preocupación.

-Con suma honestidad. ¿Qué es lo peor que puede pasar?- Pregunte con un nudo en la garganta.

-En el mejor de los casos, es que todo termine como planeamos. En el pero, es que a Stefano se convierta y mate a alguien.- Dijo sin mirarme. No estaba preparada para eso. Había más en juego de lo que pensaba.

Había terminado el segundo tiempo. Las animadoras teníamos que salir a a hacer nuestra rutina de nuevo cuando escuchamos a alguien gritar con todas sus fuerzas.

Un enorme lobo negro.

Estaba en medio de la cancha de Lacrosse.

Después de ver eso todos se volvió un caos. Como pudimos tratamos de sacar a Stefano de la cancha y del ojo público, pero no pudimos. La luna le estaba afectando. La mayoría de los padres se habían ido, pero no todos los jugadores.

Nuestros padres nos gritaban que nos fuéramos, pero nadie iba a dejar a Stefano solo. No sabiendo lo que estaba en juego en este momento.

Derek se transformó mientras Gwen y Brenda trataban de sacar al resto de los chicos. Uno de los del otro equipo también se transformó en un hombre lobo. Estaban entre nosotros y nunca nos íbamos a dar cuenta.

Cuando giro para irme veo que parados estaban Austin, Franco, Benjamín y Liam. Ninguno podía creer nada de lo que veían.

Ninguno se quedó atrás. Sin hacer preguntas los cuatro agarraron palos de Lacrosse; estuvieran dispuestos a pelear contra un lobo negro gigante.

-Como nadie piensa moverse. Saquen a todos aquel que no sea sobrenatural. Ahora.- Ordeno Alex. Tenía la piel de gallina, me movía por inercia.

Mientras las chicas y yo corríamos para corroborar que nadie haya quedado en la escuela; los chicos, Alex, Valeria y Mamá se quedaron a pelar con esa cosa negar.

-No hay nadie en el piso de arriba.- Dijeron Clara y Nora.

-Nada en el comedor.- Dije.

-Nada en ningún vestuario, todos se fueron.- dijo Gwen. Brenda dijo que no había más nadie.

Estábamos en silencio, hasta que escuchamos un gruñido venir del pasillo. Nadie quería mirar para donde sabíamos de donde venía.

-Ninguna se mueva, no con brusquedad.- Dijo Gwen.- Es enorme, de color negro y está dispuesto a matarnos.- Lentamente nos giramos para verlo. Sus ojos rojos espantaban.

-Audry, no sé qué te habrá contado tu mamá, pero necesito que grites con todas tus fuerzas.- Dijo Clara.- Direcciona tu grito con tus manos. Las palmas de tus manos tiene que apuntar hacia él.- Mientras hablaba íbamos caminando en reversa.

El lobo se acercaba cada vez más a pasos lentos, pero cuando levante mis manos entro a correr hacia nosotras.

Grite. Tal y como me dijo Clara.

Las puertas de los casilleros temblaron y vi como el lobo caía al suelo y se retorcía, como si le doliera.

Las luces empezaron a estallar y por ende nos estábamos por quedar a oscuras.

Todas salimos corriendo, a distintas direcciones.

 

 Corrí junto con Brenda pero luego la perdí de vista. No sabía a donde ir. Estaba muerta de miedo. No encontraba a nadie. La escuela es enorme y encima había lugares que no conocía.



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En el texto hay: fantasia, juvenil, romance

Editado: 07.08.2020

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