Prologo

En un blanco y largo pasillo, dos hombres conversaban sobre un tema delicado. Mientras que uno viste de forma elegante con un traje negro hecho a la medida, el otro lleva una bata blanca sobre un uniforme médico de color azul.

-Hace poco nos llegaron los últimos resultados de los exámenes de Sousuke

Dijo el hombre con la bata.

-Lamento decirle que, si sigue el tratamiento adecuado, lo máximo que podremos alargar su vida será un año más como mucho

El hombre de traje se vio bastante afectado al recibir la noticia.

-¿Entonces todavía tendrá que seguir viviendo en el hospital? Si solo le queda un año me gustaría que conociera el mundo. Me gustaría que hiciera amigos y que expirementara una vida normal

-Me temo que no será posible señor Asamura. Sin el tratamiento adecuado día y noche, Sousuke podría morir en cualquier momento

-¡¿Entonces qué debería hacer!?

Exaltado, el hombre de traje golpeó la pared con fuerza.

-¡Ha pasado toda su vida en esa sala y me está diciendo que ni siquiera puede disfrutar de sus últimos momentos fuera de aquí! ¡Estamos pagando el costoso tratamiento así que debe de haber una manera!

-Me temo que no la hay... En verdad, lo siento mucho

El médico le dio una ultima palmada en el hombro al exaltado joven y sin más, se alejo para darle espacio.

El hombre de traje, un chico de apenas 22 años llamado Byakuya Asamura, miró la pared con lágrimas e impotencia en el rostro.

A solo unos metros de el, se encontraba una habitación de hospital con la placa Asamura junto a la puerta.

Luego de hacer unos ejercicios de respiración para calmarse, Byakuya limpio su rostro y se dirigió lentamente al cuarto cercano.

Tratando de forzar una sonrisa, tomo el pomo de la puerta y como si fuera algo habitual, entro sin siquiera preguntar ni tocar.

Al entrar, una ráfaga de viento golpeó su cara.

Las cortinas ondeaban de un lado a otro y junto a la ventana, un joven de aspecto débil se hallaba contemplando el paisaje citadino con una expresión triste en su rostro.

El chico estaba conectado por medio de tubos a una sonda.

La cama estaba aún destendida, lo que indicaba que acababa de levantarse.

Al notar la presencia de otra persona en la habitación, el chico volteo hacia la puerta y sonrió al ver a su hermano ahí.

-Byakuya

Al ver la sonrisa sincera de su hermano Sousuke, un sentimiento de dolor, frustración e impotencia atravesó el pecho de Byakuya. Lo invadió una sensación como de ser cortado por miles de cuchillos a la vez y su fuerza de voluntad flanqueo por un momento, pero logro recuperarse y hablar.

-Te traje novelas nuevas Sou

No fue necesario ni saludar a su hermano. Para Byakuya no eran necesarios los saludos cuando tenían mil cosas más de las cuales hablar y un tiempo límite en el cual hacerlo.

-Muchas gracias hermano

El débil pero sincero agradecimiento de Sousuke se quedó grabado a fuego en la mente de Byakuya ese día.

-¿Que tal estuvo tu día?

Reprimiendo todo su pesar, el hermano mayor de los Asamura esbozo como pudo una sonrisa y contesto a su hermano.

-Jaja, bueno, tengo muchas cosas que contarte