Morgan.

Capítulo 1| Tal vez una pesadilla.

El sonido que causaba la alarma sonaba por toda la habitación mientras aquella chica sigue en el mundo donde habita el silencio, las cortinas estaban corridas de par en par dejando que los rayos de sol entren en aquel lugar, justo sobre el órgano eléctrico que yacía al lado del peinador, una de las facetas más llamativas de aquella pelirroja es que es una chica muy ordenada, sus libros se encontraban ordenados alfabéticamente y por color en el librero blanco, su gigantesco armario estaba organizado por tipos de prenda y tambien por color.

Todo su cuarto estaba entre los colores: gris, rosa, blanco y vino.

No era un misterio que sus padres tienen bastante dinero, por ello, paran ausentes casi todo el tiempo, debido a esto también se ha ganado muchas miradas que expresan cosas que ella decide no descifrar.

De repente aquella abre los ojos temerosa, el miedo cruzando todo tipo de pensamiento que llegue a su cabeza.

Con un golpe hace que la alarma deje de sonar mientras se sienta inclinándose sobre sus piernas dejando salir un largo suspiro tembloroso.

¿Como he llegado aquí?

Se pregunta mientras toma una larga respiración, lo que recordaba era aquel lugar en el que había estado encerrada, la feria y que esta se había quedado a oscuras, sin olvidar lo último y más escalofriante, aquella voz que escucho en plena oscuridad.

Un escalofrío le recorre la espina dorsal al instante, su corazón bombeando con fuerza recordando aquellos acontecimientos una y otra vez.

Se para con el cuerpo tembloroso cuando de repente el timbre de su casa suena estrepitosamente, esta pega un salto sobre su sitio con los nervios encima y se cuestiona de quien se trata cuando baja las escaleras.

El sonido del timbre retumba por toda la casa de nuevo haciendo que en su mente se cree un debate entre abrir y no abrir la puerta, ya que, es muy temprano para que sea una de sus amigas.

A menos que sea Catherine, la cuál, era capaz de todo, hasta de llegar a aquellas horas de la mañana. La pelirroja asocia rápidamente lo vivido con una tonta pesadilla ya que sus recuerdos eran borrosos e inentendibles.

Morgan camina por el pasadizo para luego abrir la puerta con cautela, frunce el ceño al ver a un policía ahí.

—¿Pasa algo? —pregunta curiosa, pero con una pizca de temor en la voz.

—Necesito saber a dónde fue ayer.

Esta frunce el ceño al escuchar la firmeza en la voz del joven policía, recuerda los acontecimientos no tan claros de ayer y baja la mirada para leer el nombre de aquel en su uniforme.

—Policía... —deja la palabra en el aire y relee una vez más—. ¿Asher?

Aquel asiente y le lanza una mirada impaciente.

—La verdad es que no recuerdo lo que pasó ayer muy bien —habla aquella con toda la sinceridad posible.

Este la escruta con la mirada, debatiéndose entre creerle o no.

—Solo recuerdo que fui con  mi mejor amiga a una feria del terror y en pleno juego se fueron todas las luces, luego desperté en no sé dónde, y de la nada volví a despertar aquí —hace una pausa y esta nota que el policía no cree nada de lo que esta diciendo por la forma en la que le mira—. En fin creo que fue una pesadilla, ¿Por qué la pregunta?

Este coloca su mano sobre su mentón pensativo y con la fría mirada fija en algún lugar.

Lo observa expectante de una respuesta cuando por fin habla:

—Catherine Carters esta desaparecida.

Esta frunce el ceño sin entender, aquellos acontecimientos de ayer repitiéndose en su cabeza mientras el policía espera a que la pelirroja suelte algo inquietante tal vez, o algo que le pueda ayudar con el caso.

—Y-yo pensé que había sido una pesadilla —tartamudea en un murmullo—. Todo lo que recuerdo de ayer es borroso...

—¿Todo bien? —pregunta el policía al ver el estado de la chica, la cuál esta meciéndose en el mismo sitio tratando de recordar la razón de sus recuerdos no tan claros.

—Si —murmura esta—. Todo bien... sólo que los recuerdos no son tan claros.

El policía la analiza tratando de ver algún indicio de que aquella este mintiendo.

—Bueno, ¿eso es todo?—pregunta incrédulo.

La pelirroja no sabía que decir, pues sus recuerdos ahora no eran iguales a los de hace rato, cada vez eran más borrosos.

Pero esta jamás se olvidaría de aquel tic tac que le había desesperado.

A través de este sonido empezó a indagar profundamente en lo que había pasado un día antes.

—Después de que las luces se fueran desperté en un lugar —hace una pausa y con un tonillo indescifrable continúa—. No podía salir de ahí.

El policía  Asher la observa, uniendo lo que está ha dicho con lo que sabe.

—¿C-Como desapareció? —Morgan tartamudea en pregunta sin entender nada de lo que ocurre.

—Nunca llegó a casa.

—P-Pero tal vez se quedó en la casa de otra amiga... —esta deja la frase en el aire al darse cuenta que ella no es de hacer eso.

—Bueno, la familia de Catherine está impaciente y desesperada por saber dónde está su hija, y usted es la única testigo que tenemos —Asher hace una pausa—. Sin olvidar que sólo han pasado unas cuántas horas desde su desaparición.

La pelirroja frunce el ceño.

—¿Están seguros que está desaparecida?
—cuestiona.

—No, así que dejaremos pasar unos días para ver si aparece, gracias por la información.

Morgan mira como este se va. Las preguntas llenando rápidamente su cabeza.


•••

Días pasaron desde la ausencia de Catherine... una semana para ser más exactos, Morgan no entendía nada, los policías cada vez más desinteresados en el caso y la familia de Catherine desesperada y pegando fotos de la joven por la ciudad, los días volaron hasta volverse quince, y estos quince se ampliaron hasta volverse veinte.
 


Los rumores de la ausencia de Catherine en la preparatoria circulando hasta que todos ya sabían algo sobre esto.

Los acontecimientos de esa noche a veces claros en la cabeza de Morgan pero aveces no, la amargura y la tristeza en su ser por no poder saber exactamente qué pasó.




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