Morir por amor o morir de amor

Capítulo 14

El murmullo, los tacones golpeando el suelo, los instrumentos afinándose.

Previo a las presentaciones el teatro se había convertido en un caos, Katerina estaba asombrada. Nunca había estado un sábado en la tarde para presenciar la locura que era.

Todos los miembros del teatro corrían por los pasillos alistándose. Desde bailarines, cantantes, músicos y personas de backstage.

- ¡Es momento de cambiarse! - entró gritando Jolie, la diseñadora de vestuario - Llegó tu momento de brillar niña, hoy elegí el vestido más hermoso, caro y elegante para tu debut en la alta sociedad.

-¿Alta sociedad? Sólo estoy debutando como músico, no como señorita.

-¿Nadie te dijo? Entrar al teatro como espectáculo principal es prácticamente una iniciación en la alta sociedad, hoy te convertirás en una señorita. Desde hoy estarás lista para ser desposada por cualquier hombre con título. ¿Genial no? - a ella le iluminaba el rostro mientras decía cada palabra.

Pero Katerina no podía dejar de pensar en las razones para ocultarlo. También estaba asustada, esta información no podía caer en manos de sus padres por nada del mundo.

-¿Podrías no comentar eso en frente de mis padres?

-Claro ¿Lista para ver el vestido? - Jolie estaba dando pequeños saltos por la emoción, amaba ver las reacción de las personas luego de mostrar su obras o elecciones.

Katerina asintió mientras esperaba la gran revelación.

El vestido era blanco como la nieve, decorado con pequeñas incrustaciones en joyería en la parte superior y bellos encajes en la parte inferior. Era hermoso, deslumbrante. La joven acordeonista no podía decir nada por su asombro; nunca había visto algo tan hermoso y caro.

-Sé que parece vestido de novia, pero mi intención es que parezcas un ángel. Además, lo acompañaremos con joyería negra, que combina con tu acordeón. Será perfecto. Ven, vamos, hay que vestirse.

Por la siguiente hora Katerina se dedicó solamente a arreglar su aspecto. El vestido le calzaba como un guante gracias a las medidas previas y la joyería realzaba su belleza natural y el maquillaje la hacía ver un poco más mayor.

- Te ves perfecta. Él director no se equivocó contigo - Jolie la miraba con los ojos empañados - Espero que el pintor hoy haga un trabajo acorde a lo que estoy viendo.

- Katerina ¿Estás lista? - Adéla, su asistente personal entra en su camerino mirándola con asombro - Por cierto, te ves linda.

-Gracias y si, estoy lista.

- Pues llegó el momento. Vamos - Katerina se pone de pie sacudiendo su manos con nerviosismo.

-Llegó el momento.

«¿Él estará hoy? »

-Mucha suerte niña. Sólo haz lo que sabes hacer.

-Eso haré. Gracias por todo esto - ella se apuntó mientras daba un último vistazo.

-De nada - sonrió sin mostrar los dientes - Sólo pulí un poco la plata.

-Vamos Katerina. Ya llevaron tu acordeón detrás del telón.

-Bien. Vamos - respiró profundo y salió de la habitación.

Dentro del teatro habían muchas personas expectantes por la "nueva estrella", muchos murmuraban que ella no estaba a la altura para un teatro así. Otros nunca habían oído de ella y algunos habían gastado sus ahorros para ver debutar a su artista favorita en el gran mundo del espectáculo.

Pero en un palco alejado del gentío, estaba el hombre detrás de todo. Sentado sólo, junto a una copa de champagne estaba aquel Lord enamorado que miraba ansioso la aparición de la joven músico.

-Llegó el día - movía su copa mientras cruzaba su pierna.

« Hoy es el día, hoy estás a un paso de ser mía. Todo calculado, todo milimetrado. Nada puede salir mal.

Tu belleza será sólo para mi, tu talento sólo será para mi, tus labios sólo tocarán los míos, tus ojos sólo me van a mirar a mí.

Llegó el día. »

Don Dufek camina con apariencia tranquila por el escenario por delante del telón, a pesar de los nervios. Nunca había estado tan asustado de la audiencia. Al hombre le parecía que Katerina tenía talento, pero no era de un mundo social alto y venía de padres con mala reputación, no sabía qué esperar de las personas en las butacas.

-Buenas noches, mi querida audiencia. Espero que estén teniendo una majestuosa velada. ¿Qué les pareció el show del cuarteto de Cellos? - Las personas vitorearon a unos de los favoritos del teatro - Como siempre - se rio soltándose un poco - Ahora. Les quiero presentar a alguien que conocí hace poco y de una curiosa forma. Ella es hermosa y talentosa. Creo que quedarán maravillados tanto como yo.

¡Con ustedes Katerina Macek!

Las personas en el teatro comenzaron a aplaudir, mientras se subía el telón, dejando ver a la joven sentada junto a su acordeón. Estaba mirando al piso de lado dándole un aspecto teatral.

Katerina miró al público y luego de una leve, pero cálida sonrisa puso sus manos en los lados correctos y comenzó con la primera pieza.

Études - Constantini.

Sus dedos son diestros, dejando a la audiencia impresionada con el talento de la joven acordeonista. Una y otra nota.

Él auditorio estaba en silencio.

Las personas estaban como en trance, viendo a aquel ángel tocando la melodía más bella en ese sonido áspero.

Cada nota llenaba ese silencio.

Cada nota tenía un sentimiento.

Cada nota estaba calculada.

Cada nota sólo hacía que Viktor Sládek se volviera un poco más adicto.




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