La historia comienza en una noche fría y nevada en Moscù
La niebla se cernía sobre la ciudad de Moscú como un velo de secretos. Las luces de la ciudad brillaban como estrellas en la oscuridad, y el río Moscova corría como una serpiente plateada a través del corazón de la ciudad.
Astrid y Valeria se encontraban en el techo de la mansión de la familia de Astrid, mirando hacia la ciudad. Eran mejores amigas desde la infancia, y habían crecido juntas en el mundo de la mafia rusa.
Hoy era un día especial. Era la noche en que Astrid y Valeria recibirían la herencia de sus padres y se convertirían en las nuevas líderes de sus respectivas mafias.
"¿Estás nerviosa?", preguntó Valeria, mirando a Astrid con una sonrisa.
Astrid se encogió de hombros. "Un poco. Pero estoy lista para esto."
Valeria asintió. "Lo sé. Eres fuerte, Astrid. Siempre lo has sido."
De repente, un ruido proveniente de abajo interrumpió la conversación. Astrid y Valeria se miraron entre sí, y luego se dirigieron hacia la escalera para investigar.
No sabían que su vida estaba a punto de cambiar para siempre.