Mr.and Mrs.Luttenberger "Especial Aniversario"

Especial Aniversario

Narra Derek Ivanov:

Nunca fui una persona que demostrara mis sentimientos, quizás por falta de práctica o porque casi toda mi vida me la pase metido en mi trabajo. Ese comportamiento era casi siempre el culpable de que mis conquistar amorosas terminaran en poco tiempo, nunca pude enamorarme completamente de una mujer.

Pero todo eso termino cuando la vi por primera vez; su cabello castaño, esos hermosos ojos miel y esa sonrisa que casi siempre aparecía en los momentos menos oportunos. Estaría mintiendo si dijera que no me enamore de ella con solo verla, que no desee hacerle el amor en las noches, me hubiera podido decirle cuanto la amaba, pero no podía hacerlo.

No podía siquiera pensar en amarla, ya que su corazón le pertenecía a otro hombre, y yo no era un vil ladrón no era capas de robarle la felicidad a otro hombre, que en ocasiones la hacía llorar. Tuve que amarla en secreto, tuve que cuidarla en secreto, tuve que mantener mis sentimientos en secreto.

Creo que el alejarme de ella fue lo mas doloroso que pude hacer en mi vida, pero fue necesario porque si continuaba permaneciendo a su lado algún día terminaría llorando este amor. No poder verla fue tan difícil me sentía un drogadicto que estaba en la etapa mas dura de su recuperación.

—Creo que tengo que quedarme contigo —lleve mi mirada al pequeño Julian —Si me voy no podre cuidarte.

—Tenemos un trato —acelere un poco mas, llegaríamos tarde al aeropuerto —Logre sobrevivir tantos años sin ti.

—Al menos cuando me vaya ¿Vas a extrañarme? —tuve que esconder una sonrisa por las ocurrencias de mi pequeño amigo —Vamos, se que no eres tan malo Bob, si lo fuera no me hubieras adoptado.

—Yo no te adopte —lo observe de reojo —Solo te estoy dando un pequeño empujón, a partir de ahora tu tomarás tus propias decisiones.

—¿Por qué no podemos ir juntos? Ese coronel dijo que podrías volver si lo quisieras—Julian sujeto mi brazo —Ven conmigo si lo haces podremos ir a la guerra juntos, cuidaré tu retaguardia y tu cuidaras la miá —el muchacho parecía estar emocionado —Juntos seremos invencibles.

—Aunque volviera no podremos estar juntos, yo estaría en otra división y a ti te llevarían con los mas jóvenes para comenzar a entrenar, convertirse en un soldado de las fuerzas especiales no es nada fácil pueden comenzar 100 chicos de los cuales solo 3 o 5 logran soportarlo, si es un buen año, eso lleva muchos años junto con un entrenamiento muy duro, donde los mejores soldados lograran sacar lo mejor de ti.

—¿Entonces no nos volveremos a ver? —pregunto un poco triste.

—Te estaré esperando cuando salgas —voltee para verlo —Para entonces ya contaras con tu mayoría de edad —lleve mi mano a su cabeza para despeinarlo —Iremos por una cerveza juntos.

—La cerveza no me gusta — llevé mi mirada hacia el frente —Yo tomare un café con leche, o una chocolatada.

—Claro.

Antes de bajar del auto me encargué de abrigar muy bien a Julian, para estas fechas el frío en Alemania era casi insoportable para un adulto. Tome su maleta para caminar a la pista de vuelo donde un helicóptero se encontraba esperándonos, baje un poco la mirada cuando sentí la pequeña mano de Julian tomar la miá.

—Señor Ivanov — saludé a mi excompañero —Es un gusto volver a verlo luego de tantos años.

—Es sentimiento es mutuo —llevo su mirada al pequeño que venia a mi lado.

—Cuando me dijeron que tenía que pasar a buscar a su hijo no podía creerlo.

—No, el no es mi hijo — llevé mi mano al cabello de Julian —Pero quiero que sea tratado como si lo fuera.

—Por supuesto —se inclinó para verlo —¿Cuál es tu nombre pequeño?

—Julian Vasiliev, señor —subí la maleta al helicóptero.

—Muy bien, Vasiliev —le extendió la mano —Es momento de irnos.

Vi como el pequeño dudo en tomar la mano del general Mcleen, con un poco de tristeza en mi pecho sujete la mano de Julian para llevarlo hasta el helicóptero.

—Escúchame jovencito —con mucho cuidado lo senté en el asiento comenzando a colocarle el cinturón de seguridad —No quiero enterarme de que utilices el dinero de tu cuenta bancaria, en apuestas, puedes apostar, pero con el dinero que logres ganarle a tus compañeros.

El pequeño comenzó a llorar provocando que este momento fuera aun mas difícil.

—Recuerda, Vasiliev —tome su pequeña mano —Ya no estás solo, estaré esperándote.

—Lo prometes —asentí —Voy a ser el mejor, para que estés orgulloso de mi, tío Bob.

—Eso no hace falta —lleve mi mano hasta su mejilla —Estoy muy orgulloso de ti.

Me despedí con una sonrisa de aquel pequeño, solo esperaba que lograra convertirse en un gran hombre. Al volver a mi departamento se podía notar la ausencia de Julian, el había logrado mantenerme un poco destruido para no pensar en ella.

Pero lo importante era que ella era feliz con su hijo, y dos pequeños que venían en camino. Mientras recogía las cosas de Julian no podía dejar de pensar en esa mirada de tristeza, y esa petición de que fuera con el.

Nunca tuve intenciones de volver al ejército, pero ahora ya nada me lo impedía, la mujer que amaba se encontraba feliz a punto de consolidar una familia. Quizás era mi momento de marcharme y esperar que este amor quedara en el olvido, ayudar a Jualian a convertirse en un hombre de bien.

Al dia siguiente mientras guardaba algunas pertenencias en cajas alguien llamo a mi puerta, los golpes era insistentes. Rápidamente cerré mi maleta para dirigirme hacia la puerta principal encontrando a Norah del otro lado.

—¡Bob! —se sujetó del marco de la puerta —¡Bob se llevaron a Alma!

—¿De que estás hablando?

—Colette se llevo a Alma —sujeto mi mano —Necesito que me ayudes a encontrarla también tiene a Sebastian.

Rápidamente corrí a mi bolso para sacar mi arma, lo guardé en mi campera para tomar algunas cosas estaba seguro de que necesitaría. Mientras el ascensor nos llevaba a la salida Noah pudo ponerme al tanto de todo lo que habia sucedido, logrando que me sintiera culpable por dejar desprotegida a mi querida Alma y su familia.




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