Mr.and Mrs.Luttenberger "Especial San Valentín"

Especial San Valentín

Tres años después de la boda:

Narra Ira:

Después de subir a mi pequeña Camila a la camioneta trate de que los mellizos se quedaran quietos, como me gustaría atarlos a sus asientos, pero estoy seguro que Alma me mataría.

Sebastian: Oye, Papá que estas haciendo —me gire encontrando a mi pequeño Sebastian —Sabes que eso no va de esa forma, verdad. Si Mamá te ve se burlara de ti.

Ira: Porque no eres bueno con Papá, y me ayudas a controlar a tus hermanos —dije desesperado.

Sebastian: ¡Ustedes dos! —los mellizos se quedaron quietos —Si no se comportan no podrán ver a sus tíos, porque los dejaremos encerrado en casa, ademas me encargare de vender todos sus juguetes.

Ira: No..No crees que fuiste muy duro con ellos —observe como ambos se quedaron con la mirada al frente como si tuvieran miedo de voltear —Creo que no respiran.

Sebastian: Ups….Derek, Clara solo estaba bromeando — los mellizos voltearon — Si venderé sus juguetes.

Escuche como la puerta de la casa cerro, me gire encontrando a la mujer mas hermosa del mundo. Cada dia que paso a su lado termino enamorándome a cada minuto, a cada segundo me pierdo mas en esos ojos,

Alma: Veo que tienes todo controlado, cariño. —me deja un corto beso en los labios —Maru acaba de llamar, nos están esperando.

Ira: Bien, entonces tenemos que darnos prisa —deje un beso rápido en sus labios.

Por cuestiones de trabajo no podíamos reunirnos todos los días o cada fin de semana, por eso acordamos cada fin de mes, durante 5 dias, reunir a la familia, pero este mes había sido un poco diferente ya que Gabriel tanto como Mir decidieron adelantar la reunión para que coincidiera con el dia de los enamorados, no se que estaban planeando esos dos, pero no quería participar ya que siempre me metían en problemas con mi esposa.

Cuando llegamos a casa de mi madre encontramos las camionetas de los demás integrantes de la familia, sin cantar que ya se podían escuchar los gritas de los niños jugando en el jardín. Al bajar del auto tome a mi pequeña Camila en brazos, mientras los mellizos corrían de la mano de su hermano mayor a los brazos de sus abuelos.

Gabriel: Pero miren a quien tenemos aquí —mi cuñado camino a donde me encontraba con un vaso de cerveza —Mr.Papá.

Ira: Como se encuentra Señor Hope —solo me dio un abrazo, para luego dejar un beso a la frente de Camila —Dile, hola a tu tío, Gabriel.

Mir: ¡Andrey! —ambos volteamos encontrando a mi hermano persiguiendo a su primer hijo, quien se encontraba gateando a donde nos encontrábamos —¡Andrey, como haces para gatear tan rápido!

Ira: Miren al Doctor Vitale —yo y Gabriel nos comenzamos a burlar —Un director temido por la mañana, y un Papá dedicado al atardecer.

Mir: No todos contamos con la experiencia de ser padres, hermano —baje a Camila para que jugara con Andrey —Aww miren a esa hermosura. Hola, Cami.

Ira: Hola, hermano —le di un abrazo, Gabriel solo se unió —¿Donde están todos?

Gabriel: Todos en el jardín trasero —tome a Camila y Mir a Andrey, mientras que Gabriel tomo su vaso de cerveza cargándolo como si fuera un bebe.

Mir: Tienes mucha suerte de que Gabriel J, sea un poco mas independiente — dejo un beso en la mejilla de su hijo.

Ira: Por mi parte no quiero que mis hijos crezcan —tome la mano de mi hija para dejar un beso en esta —Lo escuchaste, no crezcas no me dejes.

Gabriel: No voy a mentirle, quiero mas hijos —escuchamos un grito, por el escandolo se trataba de Norah —Pero Norah no se siente preparada.

Mir: ¿Preparada?

Ira: ¿La crisis de los 40?

Gabriel: De que crisis estas hablando, Norah no tiene 40 —solo me dio un golpe en mi brazo en forma de juego —Sera mejor que no le digas eso de frente, si te golpea yo no pienso ayudarte.

Todos nos encontrábamos sentados desde una larga mesa que se encontraba en el jardín, mientras todos los pequeños jugaban por todo el jardín. Abrace a mi esposa por la espalda dejando un beso en su mejilla, gracias a ella ahora tenia la familia que siempre habia deseado de pequeño.

Gabriel: Bueno ya que nos encontrábamos solo, y los niños se encuentran distraídos —gire para escuchar a mi cuñado —Que les parece una cabaña, en medio de la nada, por dos días.

Mir: Vamos, sera divertido —de que estaban hablando —Solo los 6.

Alma:¿Quien cuidara de los niños?

Norah: La abuela Maru dijo que los cuidaría, sin contar que también vendrán los demás abuelos, quieren pasar mas tiempo con los niños.

Ira: No lo se —lleve mi mirada a mis pequeños —Solo puedo estar lejos de ello algunas horas.

Gabriel: Solo dos dias, Ira —no estaba muy seguro.

Hablamos un poco mas acerca del tema, pero no estaba dispuesto a irme como si nada, dejando a mis pequeños. Al caer la noche me encontraba un poco mareado por las bebidas que Gabriel y Norah me habían obligado a consumir.

Lo ultimo que recuerdo es recostarme en el sillón, mientras que Brisa regañaba a mi hermano, solo pude reir para luego quedarme completamente dormido.

Norah:¡Ira, Alma se encuentra en problemas! —al escuchar eso abrí los ojos levantándome, pero de pronto sentí como algo se ponía entre mis pies —¡Piensa rápido!

El dolor del golpe no era casi nada comparado al que me encontraba sintiendo gracias las copas demas de anoche. Me levante despacio del suelo, mientras que Norah pasaba a un lado.

Norah: Ira ya se encuentra despierto.

Me sostuve de la puerta tomando mi cabeza, todo en la habitación donde me encontraba me parecía completamente desconocido. Me guie por las voces que provenían de lo que parecía ser la cocina.

Mir: Miren quien despertó —busque con la mirada a Alma —Ven, te prepare algo para la resaca.

Ira:¿Donde esta mi esposa? —trate de sentarme pecho Norah corrió la silla —¡Norah!

Norah: Lo siento —todos comenzaron a reír, con ayuda de Brisa me logre levantarme —Brisa no lo ayudes.




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