Mujer

Capítulo 6

...quería era vengarme de todo lo que me ha hecho —la niña boba que conociste la mataste anoche, ¡Maldito desgraciado!— le digo retándolo con la mirada.
—Con que muy valiente, ¿no?— dice enojado Benito.
Saca una manguera quien sabe de dónde y empieza a regarme agua desde una distancia, yo me cubría y él se reía de mí.
—¡BASTA!— grité enojada.
Benito solo se reía regándome agua, el trapo que traía en las manos se pudrió por el agua y me desato. Voy encima de él y lo empiezo a golpear fuertemente, él se defiende también golpeándome pero esta vez el dolor de sus golpes ya no lo sentía de lo acostumbrada que estaba. Utilizo la manguera para enrrollarla en su cuello, él trata de quitársela y yo con todas mis fuerzas lo apreto más, con mucho coraje, recordando lo de la violación, el restaurante, la humillación de anoche, era ahora o nunca que ese maldito pagara todo lo que me hizo. Seguía por un largo rato ya que Benito luchaba por quitarse la manguera hasta que se dejó de mover, lo solté de inmediato, había asesinado a alguien y era lo peor que pude haber hecho, me sentí horrible, espantada por lo que acabo de hacer. Mi pregunta era, ¿Cómo voy a escapar de este lugar?, revisando el lugar a detalle, había un cuarto muy escondido dónde había un teléfono y lo que hice de inmediato fue llamarle a mi mamá.
—¡Contesta mamá!— desesperada decía en tono bajo.
—¿Quién habla?— cuando escuché la voz de mi mamá lloré de emoción.
—¡Mamá soy yo, Rosaura, por favor ayúdame!— le decía desesperada.
—¿Qué pasa hija?, ¿Por qué lloras?— preocupada mi mamá.
—Benito me ha estado maltratando todo este tiempo, ayer me golpeó y humilló enfrente de todo un barrio.— le digo llorando.
—¡Maldito infeliz! Iré a denunciarlo hija, esto no se va a quedar así.— decía mi madre con coraje.
—Trataré de escapar de este barrio, se llama “Los Miserables”, si no estoy ahí entonces estoy seguramente cerca de ahí.— le dije rápido porque ya me tenía que ir.
—Te amo hija, nunca lo olvides.— el corazón se me rompió cuando la escuché llorar.
—Yo también mamá y perdóname por lo que te hice.— le dije con mucho arrepentimiento.
Cuelgo el teléfono y antes de dar la vuelta para regresar a dónde está Benito ví una tela del mismo color de la pared, me acerco a ver qué era, veo que es un túnel poco profundo, veo que hay un escritorio y un teléfono que había sido usado porque no estaba en su lugar. Asustada regreso a dónde había dejado a Benito, lo más rápido que pude y cuando llegué ya no estaba su cuerpo. 
—¡CARAJO— agarrándome la cabeza grité.
No lo pensé dos veces y me fuí, nadie salió de sus casas, el lugar estaba practicamente vacío, me alejaba cada vez más y no sabía hacia donde iba. Llegaba a una carretera e iba haciendo señas de parada para que se estacionara y me ayudara pero se daban la vuelta. Tal vez se espantaban por mis fachas porque iba de ropa sucia sangrada, 2 carros me hicieron lo mismo. Al cabo de un rato de caminar derecho, venía un carro a lo que de inmediato me puse enmedio para que se parara. Cuando se estaciona, no lo podía creer.
—¡Rosaura!— asombrado —¿Qué haces aquí?— pregunta el médico Francisco.
Yo de inmediato lo abrazo, esa sensación de comodidad y seguridad volvió a mí estando con él.
—¡Gracias!, ¡Gracias!, ¡Eres mi ángel!— le digo emocionada.
Francisco sentía ternura de mí, entro a su carro.
—Anoche me fui a un pueblo cerca de aquí, justo cerca de este lugar escuchaba muchos gritos, me dió curiosidad ir a ver qué era pero me reservé— dice Francisco.
—Llegando a casa le cuento todo lo que me ha pasado.— con la mirada agachada le dije.
Le dí la dirección de la casa de mi mamá, llegábamos al lugar y yo estaba emocionada por volver a ver a mi mamá otra vez .
—Deja te acompaño por favor.— me dice Francisco.
Yo accedo, cuando baja del carro voy corriendo a tocar la puerta, cuando vuelvo a tocar la puerta estaba abierta, tenía una sensación de miedo. Entré a la casa, el lugar estaba revuelto, cada vez tenía más miedo, Francisco estaba sospechando que algo muy malo había pasado. Yo me negaba cada vez más.
—¿Mamá?— hablaba para que me respondiera.
Entro al baño y no hay nadie, cuando me dirigía al que era mi cuarto, la puerta estaba cerrada, por debajo de la puerta salía un charco de sangre. Mi corazón se aceleró, cuando abrí...

 



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En el texto hay: adolescente, drama, violencia

Editado: 04.03.2021

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