Mundo de cristal

Capítulo 5: Lo imposible

"Una visión sin acción es una ilusión, una acción sin visión es perder el tiempo; pero una acción con visión puede cambiar el mundo"

----------------------------------------------

Capítulo 5:
LO IMPOSIBLE

En ese momento, al ver mi rostro de felicidad extrema, sonríe como si fuera el mejor de los regalos.

—Eres hermosa —confiesa y el cosquilleo de mi estomago se intensifica.

—No digas tonterías —intento no ruborizarme.

—No son tonterías, para mí eres perfecta —sigue diciendo.

—Eso es imposible —ruedo los ojos sin poder borrar la sonrisa que no me abandona desde hace varios minutos.

—Eso es lo mejor, en este mundo todo es posible si lo crees —sus palabras me hacen mirarle.

Levanta su mano y en esta lentamente se materializa una rosa con algunos destellos rojos que me hacen sentir emocionada. Literalmente acaba de hacer que una flor aparezca de la nada y eso me a resultado impactante; sin mencionar que fue maravilloso.

—Incluso tu felicidad —la extiende y yo la tomo.

—Eso sería asombroso —la rosa roja en mis manos es tan hermosa como todo el lugar.

Simplemente perfecto.

—He pasado mucho tiempo deseando una oportunidad de tenerte cerca, de abrazarte y decirte que estoy aquí para ti —su confesión hace que mi corazón se sienta extraño.

Acaricia mi rostro y siento el calor de su piel cerrando la especie de burbuja que hemos creado. Solo estamos él y yo, nadie más, no hace falta nadie más. Por fin puedo sentirme tan feliz, tan amada; es tan maravilloso como un sueño hecho realidad.

Su rostro se acerca al mío con un fin que puedo supo...

Alto, ¿un sueño?

De inmediato me alejo, haciendo que detenga todo movimiento.

—¿Estoy soñando? —siento mi voz temblar.

Todo cobra sentido. Es demasiado perfecto para ser real. Esa sensación de paz y tranquilidad que me llena el corazón es solo un sentimiento creado por mi cabeza.

No...

Por favor, alguien dígame que me equivoco.

Erick no habla y eso me hace entrar en pánico.

—¡Oye! ¡Hice una pregunta! —doy unos pasos lejos y de nuevo el viento frío me azota.

—Wendy, por favor cálmate —da un paso hacia mí.

Se ve triste.

—¡Responde! —grito con mis ojos cubiertos de lágrimas.

Antes de que Erick pueda hablar, un sonido demasiado fuerte retumba estremeciéndonos y yo cubro mis oídos para que estos no se dañen. Es un golpe, otro y otro más.

Cuando miro hacia arriba, veo a una de las ballenas dar golpes con su cabeza al vidrio. Se aleja, toma impulso y repite.

—Escucha, no es exactamente un sueño, pero debes dejarme que te explique —suplica llegando hasta mí.

—No eres real —murmuro.

—Si lo soy —me toma de los hombros.

—¿Dónde estoy?, ¿qué pasó después de la caída? ¡Dime! —estoy demasiado alterada.

De nuevo todo tiembla ya que la ballena brillante da otro golpe al cristal.

Y otro.

Y otro.

Hasta que escucho un pequeño sonido de quiebre y la expresión de Erick se hace de pánico.

—¡Wendy, basta! Tienes que calmarte ¿Entiendes? Por favor, solo déjame explicarlo —exclama y yo lo observo tratando de respirar.

—Bien —miro hacia la ballena, la cual parece calmarse.

Empiezo a sentir frío, así que me abrazó a mi misma. Él suspira y lleva las manos a su cabello, Estay nervioso.

Eso no me da confianza.

—¿Qué pasó después de la caída? -
—pregunto de nuevo, pero esta vez más tranquila.

—Quedaste inconciente, y fue entonces cuando pude traerte aquí. No quería lastimarte, en serio que no —habla tan rápido que me cuesta entenderle.

Veo su mirada triste y arrepentida, su voz tiembla y logro comprender que esto no estaba en sus planes.

—¿Me secuestraste?, ¿para traerme al espacio?, ¿eso tiene lógica para ti? —cuestiono acercándome para poder observarlo bien.

—Nunca te saqué de la casa. Al menos yo no, tú ahora... —lo interrumpo.

—¿Tienes un cómplice? —indago cruzandome de brazos.

—No, pero debes prometer que no te alterarás de nuevo —me toma las manos.

—Eso no me ayuda —soy sincera.

Puedo sentir su toque, solo que ahora es más frío. Tiembla un poco, puedo sentirlo y eso me hace saber que esto no es fácil para él tampoco.

-Estás en coma.

La sensación que llena mi ser es semejante a esa descarga de adrenalina que se siente cuando vas en una montaña rusa y llegas a lo más alto para luego caer en picada. Ese vacío en el estómago y ese mareo son, sin duda alguna, algo que nunca voy a poder olvidar. Mi cuerpo se pone frío y me tambaleó ligeramente como si el mundo estuviera girando.

Veo su rostro y puedo entender que estoy pálida, o tengo una ardilla en la cara, porque él solo expresa terror mortal.

—¿Qué? —pregunto cuando mi cerebro por fin decide volver a funcionar.

Erick no me suelta las manos ni un segundo.

—Era la única manera de poder verte, de poder mostrarte todo esto. Este lugar, todo lo que ves, es tu esencia, este mundo lo ha generado tu mente como una prueba de que aún vive algo bueno en ti —confiesa mirándome a los ojos directamente.

Se supone que debo hablar, pero no puedo hacerlo. Estoy en shock, no entiendo esto, pero de algo estoy segura y eso es que en el mundo real estoy en alguna especie de cama u hospital; tal vez incluso estoy en el suelo muriendo desagrada.

—El cristal es aquello que protege esa parte de ti que aún desea con todas sus fuerzas encontrar el arcoíris; las ballenas son tus miedos; ellas están en calma cuando tú lo estás, pero si te alterada, atacan con inseguridades tu confianza. ¿Quieres saber dónde está el arcoiris? —me señala y yo me confundo.

—¿Yo? —pregunto incrédula.



#12375 en Fantasía
#28032 en Novela romántica

En el texto hay: amor, sueños y metas, superacion propia

Editado: 17.01.2021

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.